A medida que los profesores idean nuevas maneras de planear clases atractivas y aprovechar las posibilidades que ofrece la tecnología en la educación, el aula invertida ha cobrado relevancia como un recurso pedagógico que promete múltiples beneficios tanto para ellos como para los estudiantes.
El aula invertida, en términos generales, implica una simple inversión del enfoque convencional de enseñanza, en el que al tiempo de clase (aprendizaje grupal) le siguen tareas o trabajos (aprendizaje individual).
En el modelo de aula invertida, los temas a aprender primero se le presentan a cada estudiante a través de material de apoyo y después se le pide aplicar sus conocimientos y profundizar en los conceptos en un espacio de discusión y mediante ejercicios de resolución de problemas bajo la guía del profesor.
Lo más notable de este nuevo enfoque es su uso del aprendizaje combinado, así como los beneficios que experimentan quienes enseñan y aprenden con él. Cuando hablamos de los beneficios del modelo de aula invertida, vale la pena señalar que los obtienen tanto los profesores como los estudiantes.
En este artículo desglosamos ocho de los beneficios más significativos relacionados con este modelo de enseñanza, cuatro de cuyos beneficios son para los profesores y los otros cuatro para los alumnos.
1. Los profesores dedican menos tiempo a introducir nuevos temas
Los modelos tradicionales de enseñanza invierten buena parte del tiempo de clases en impartir información y esto a menudo deja una cantidad muy limitada de tiempo para explorar más a fondo y visualizar la aplicación del conocimiento.
En el aula invertida los alumnos reciben información introductoria antes de las clases, lo que permite a los maestros, expertos en sus materias, gastar menos tiempo cubriendo los conceptos básicos y más tiempo explorando los temas con mayor profundidad.
2. Los estudiantes desarrollan habilidades de aprendizaje autónomo
El aprendizaje autónomo es, sin duda, una habilidad valiosa para cualquier alumno, y en especial los adolescentes.
El modelo de aula invertida les permite a los alumnos acostumbrarse al proceso de autoaprendizaje y aprender a su propio ritmo. No obstante, los maestros deben ser conscientes de que no todos ellos abordan el autoaprendizaje por igual y tomar medidas proactivas para apoyar a quienes tienen más dificultades.
3. Los maestros pueden crear lecciones más atractivas
Una variedad de estudios ha demostrado la importancia de la diversión en la educación, ya que contribuye a mejorar la retención y la memoria de lo aprendido.
En un aula invertida los estudiantes asisten a cada clase con la información básica, por lo que hay más tiempo para inyectarles un sentido de diversión y emoción a las lecciones y, en particular, para el aprendizaje interactivo, la investigación, la experimentación y la aplicación práctica.
4. Los estudiantes que se ausentan no se quedan atrás
Los efectos del ausentismo suelen pasarse por alto y tienen un impacto significativo en los resultados del aprendizaje.
Si bien el aula invertida no puede contrarrestar por completo el problema del ausentismo, sí ayuda a reducir las brechas de aprendizaje, pues la información introductoria siempre está disponible en línea para que los estudiantes se pongan al corriente cuando se lo propongan.
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5. Los profesores pueden reutilizar el contenido que elaboran
Gracias al enfoque de aula invertida los profesores pueden optar por difundir información a través de contenido de terceros. Sin embargo, muchos maestros elaboran sus propios videos y hacen que la experiencia inicial de aprendizaje sea más personalizada.
El beneficio adicional de ello es que pueden optimizar y reutilizar su contenido y así dedicar menos tiempo a preparar lecciones para obtener información básica y más tiempo a impartir clases que aborden una exploración más profunda.
6. Los estudiantes pueden comprender más a fondo los temas vistos
Otro beneficio crucial del aula invertida es la posibilidad que les da a los estudiantes para adquirir una comprensión más profunda de los temas en cuestión por medio del aprendizaje activo.
Esto contrasta con experiencias de aprendizaje más pasivas, como la exposición, en cuanto que los estudiantes se involucran activamente en la construcción del conocimiento. En el proceso los maestros los asesoran y los ayudan a ampliar su conocimiento.
7. Los profesores tienen acceso a un método más personalizado
El modelo de aula invertida les da a los profesores la libertad de decidir la cantidad de tiempo que dedican a cada estudiante en función de sus necesidades individuales de aprendizaje.
El tiempo de clase se utiliza para reforzar la comprensión del tema por parte de los alumnos, lo que hace más inmediato identificar a quienes han captado la información y a quienes podrían necesitar orientación adicional o revisar los conceptos básicos.
8. Los estudiantes se muestran con más interés en el salón de clases
Finalmente, uno de los mayores beneficios del aula invertida es el hecho de que motiva a los estudiantes a sentir más interés cuando aprenden en el aula.
Esto, a su vez, impulsa su participación, los lleva a involucrarse emocionalmente con las materias y aumenta la asistencia general: el tiempo de clase se emplea en discusiones más enriquecedoras en lugar de en únicamente escuchar información.
Reflexiones finales
El modelo de aula invertida ha ganado terreno en las escuelas, universidades y demás entornos académicos; los estudiantes se exponen a la información por cuenta propia y luego asisten al salón de clases para poner su conocimiento en práctica.
Dicho modelo les ayuda a ejercitar su autonomía en el aprendizaje, apropiarse de una comprensión más profunda de los temas y ponerse al día con menos obstáculos.
En cuanto a los profesores, este enfoque les permite hacer uso óptimo de sus habilidades y experiencia al invertir menos tiempo en preparar las clases y más tiempo en ampliar la comprensión de los alumnos.
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