Los colegios moldean de una forma significativa a los niños. El entorno y las actividades a que se exponen en la escuela tienen el poder de influir directamente en su futuro.
Los niños aprenden a adaptarse a un grupo de personas, interactuar con él, desempeñarse en diversas situaciones, y más. Por lo tanto, existe un impacto profundo del colegio en el desarrollo de su personalidad. De ahí la enorme importancia de elegir un buen colegio para los hijos.
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Debido a la imposibilidad de tomar clases presenciales, por ejemplo, la mayoría de los niños no pueden practicar las habilidades que sólo adquieren en el colegio. Sin embargo, gracias a las plataformas de educación y la tecnología virtual, esta situación se ha tornado menos complicada.
Ahora, los niños pueden tener una exposición similar si se quedan en casa. También los padres pueden apreciar las capacidades que ellos ponen en práctica. En este artículo explicamos cómo se conecta el desarrollo de la personalidad de los niños y la educación en el colegio. Éstos son algunos de los modos en los que sucede:
- Ligado a potencial académico
El objetivo principal de todo colegio es lograr que sus alumnos sobresalgan a nivel académico. Uno podría pensar que el potencial académico no tiene algo que ver de manera directa con el desarrollo de personalidad de los niños, lo cual es en parte acertado.
El conocimiento académico sólo garantiza que los niños aprendan más sobre el mundo y los saberes necesarios para un buen futuro. Dicho conocimiento les aporta cierto grado de confianza. No obstante, el impacto real en su personalidad proviene de las maneras en que se consigue tal objetivo.
Así, cuando se le pide a un niño que lea una sección, ejercita la habilidad de hablar sin titubear. Cuando obtiene buenas calificaciones en los exámenes, nutre su confianza en él mismo. Cuando se le pide resolver preguntas, mejora la capacidad para resolver problemas. Todas estas cosas impactan bastante en su personalidad.
- Prospera en un entorno de aprendizaje
La mente de los niños recién nacidos es como un pizarrón en blanco. Con el tiempo, imitan actitudes y técnicas de sus padres, familiares, sociedad, amigos, etc. Todos estos componentes tienen una influencia marcada en los niños. De igual modo, su interacción en el colegio les facilita un nuevo conjunto de habilidades.
Durante su estancia en la escuela, de manera ideal, conviven en un entorno en el que pueden explorar y profundizar en lo que les atrae naturalmente. También se relacionan con otras personas que comparten sus intereses. Por lo tanto, su comprensión y conocimiento se amplían con la convivencia adecuada.
Además, en la escuela, se desarrollan las habilidades sociales de los niños (una parte vital de su personalidad, ahora y en la posteridad).
Cuando interactúan con sus compañeros, aprenden de etiqueta. Cuando completan proyectos grupales, aprenden a cooperar. Cuando se comunican con amigos y maestros, se perfecciona su vocabulario y fluidez verbal. Aspectos todos que tienen un peso sobre la personalidad.
- Acontece a la par de la formación del carácter
El carácter es la parte más crucial en el desarrollo infantil de la personalidad. El carácter hace referencia a las acciones y las palabras cuando uno se desenvuelve en el mundo. Con frecuencia, se dice que el verdadero carácter de una persona se hace visible ante las situaciones desfavorables.
En las escuelas, los niños se enfrentan a situaciones que los entrenan y les brindan herramientas para que den solución a este tipo de sucesos. También tienen la oportunidad de observar y emular el carácter de sus amigos y maestros. En ocasiones, se ven inspirados a intentar ser como ellos.
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Muchos maestros narran historias al enseñar un tema en particular, y estas historias sirven para inculcarles valores a los niños. En las asambleas y reuniones se les insta a ponerlos en práctica, lo que les confiere un sentido de responsabilidad y empatía.
Al participar en competencias y ganar, descubren cómo encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. Si pierden, pero aún obtienen el respeto de compañeros, aprenden a no entristecerse por estas mismas cosas y disfrutan de la estima que otros depositan en ellos: todo lo cual es parte esencial de la personalidad.
Conclusión
La mayoría de la gente considera que el colegio es tan sólo un espacio para conseguir la excelencia académica. Sin embargo, a la luz de los aspectos mencionados, es posible darnos cuenta cómo el colegio influye en los diversos matices del desarrollo de la personalidad en los niños.
Por consiguiente, bien puede notarse que los niños en colegios en los que se enfatizan su formación integral, valores y autonomía en el aprendizaje tienen la oportunidad de desarrollar su personalidad sin obstáculo alguno y, de hecho, lo hacen.
Garantizan, entonces, que se expongan al mundo real y lleguen a ser una mejor versión de sí mismos.
El Colegio Greenland, con su modelo educativo constructivista-humanista y su enfoque formativo integral, les aporta a sus alumnos un entorno que promueve su autonomía en el aprendizaje de manera constante y no sólo busca su éxito académico, sino el desarrollo de su personalidad. Agenda una cita en línea aquí:
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