Los problemas, los fracasos y los contratiempos son una parte inevitable de nuestras vidas. Conforme los adolescentes maduran y tienen que lidiar con más desafíos, experimentan también un mayor número de complicaciones de manera habitual.
Enseñarles a los adolescentes a desarrollar resiliencia -esto es, la capacidad de adaptarnos, recuperarnos y seguir adelante ante la adversidad- les es algo increíblemente útil para que puedan sobresalir en la vida, tanto a nivel personal como profesional.
El tránsito de la adolescencia puede ser uno difícil: es un período de cambios significativos; físicos, mentales y vivenciales. Cada semana trae consigo momentos y desafíos que presentan nuevos problemas a superar.
Así, ayudar a los adolescentes a adquirir cada vez más resiliencia puede equiparlos con las herramientas para que reduzcan el impacto de las situaciones negativas.
En los adolescentes que muestran tener resiliencia son más evidentes los siguientes rasgos, todos los cuales pueden ser aprendidos:
Para que tu adolescente llegue a ser más resiliente es importante que aprenda a sentirse cómodo con sus emociones y sepa cómo expresarlas de una forma apropiada. Ayúdalo a comprender que puede controlar sus emociones así como sus pensamientos, y no al revés. Considera estos consejos que puede seguir:
Todos tenemos impulsos que nos llevan a hacer y decir cosas cuando sentimos enojo, decepción o frustración. Eso es normal y desarrollar resiliencia no significa frenarlos, sino aprender a no dejar que nos sobrecojan impulsos inútiles. Prueba este proceso de cuatro pasos con tu hijo adolescente:
Enséñale a tu hijo a ser optimista al fomentar en él el pensamiento objetivo en torno a temas prácticos -como los exámenes o su futuro- y motivándolo a concentrarse en los aspectos positivos. Estos son algunos ejercicios que servirte para tal propósito:
No se trata de que tu hijo vea el mundo a través de lentes color rosa. Más bien, se trata de que se sienta seguro de que, sin importar lo que suceda, tendrá la capacidad de afrontarlo con éxito.
En un mundo donde el panorama que nos rodea cambia de forma continua, la flexibilidad en el pensamiento fomenta la resiliencia en los adolescentes. La capacidad de crear un plan B, o plan C, y tomar mejores decisiones alivia la presión sobre ellos cuando reflexionan lo que puede sobrevenir a futuro.
Estos son algunos tips para que ayudes a tu hijo a pensar con más flexibilidad y asertividad:
La autoeficacia es la confianza de una persona en su capacidad para realizar algo satisfactoriamente. Ésta puede ser crucial en la manera en que un adolescente aborda las metas en el porvenir, las tareas a completar y los desafíos a superar. Ayúdale a tu hijo a ser más autoeficaz al preguntarle o proponerle:
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No te olvides de dirigir en todo momento desde el frente y de hablar con tu hijo adolescente sobre sus experiencias personales, con inclusión de los contratiempos o fracasos, y de cómo pudo seguir adelante. Tampoco está de más mencionar a personalidades reconocidas que se han recuperado después de estar en el fondo.
Algunas de las personas más exitosas de todos los tiempos han podido lidiar con el rechazo y las caídas en su vida y han conseguido volverse a poner de pie para seguir adelante.
La secundaria y preparatoria del Colegio Chimalistac enfocan una parte de su modelo educativo en el desarrollo de competencias que ayudan a los alumnos a enfrentar y resolver los diversos retos que se les presentan.
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