Hoy en día, los niños suelen sentirse estresados debido a varias razones: desde numerosos cursos y horarios más apretados hasta el drama de la amistad e incluso la tensión escolar.
Cada vez más personas -también niños y adolescentes- recurren al mindfulness como un método efectivo para afrontar los factores estresantes y los sentimientos negativos en sus vidas.
¿Qué es el mindfulness?
En términos sencillos, el mindfulness consiste en tranquilizarse, enfocar por completo la atención en algo y no pensar en nada más en tal momento. Implica reducir la velocidad del pensamiento y tomar nota de lo que uno está haciendo, aunque sólo sea concentrarse en la respiración.
El mindfulness generalmente conlleva una combinación de ejercicios de respiración, visualización, conciencia corporal y relajación.
¿Cómo ayuda el mindfulness?
La práctica del mindfulness les permite a niños y adolescentes hacer frente a la frustración de una manera segura y propositiva. También pueden usarlo cuando quieran enfocar su atención y no dejar que las distracciones los descarrilen. Cuanto más lo practiquen, mejor lo harán.
El mindfulness también sirve para que las personas aprendan a mantener la calma en situaciones de estrés, eviten enojarse demasiado, puedan llevarse mejor con los demás y se vuelvan más pacientes.
Asimismo, puede influir en el aprendizaje: ayudar a los niños y adolescentes a escuchar mejor y a sentirse más felices en general.
Quienes practican el mindfulness también desarrollan una mejor comprensión sobre el funcionamiento de su cerebro. Pueden sentir curiosidad sobre cómo funcionan sus mentes y por qué se sienten de cierto modo, lo que puede conducirlos a una comprensión más profunda de quiénes son como personas.
Beneficios cognitivos
Las investigaciones han demostrado que el mindfulness puede influir positivamente en las habilidades cognitivas, en particular en las funciones ejecutivas realizadas por el cerebro.
Las funciones ejecutivas son responsables de la capacidad de las personas para prestar atención, cambiar de enfoque, organizar información, recordar detalles y participar en la planificación.
Beneficios emocionales
La salud emocional, o una sensación positiva de bienestar, es un componente crucial en la vida de los niños. No sólo es la base de la salud mental, sino que también puede contribuir a disminuir problemas como:
- Ansiedad
- Estrés
- Depresión
- Baja autoestima
- Interacción social deficiente
En general, las actividades de mindfulness no sólo pueden ayudar a los estudiantes a manejar su estrés, sino también aumentar su sentido de bienestar.
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Beneficios sociales
La dificultad para interactuar y comunicarse con los demás puede generar problemas con el aprendizaje, la comprensión y el ambiente escolar. Pero se ha demostrado que los programas de mindfulness mejoran estas habilidades y se vinculan a resultados positivos en la convivencia escolar.
Consejos para padres
Asegúrate de emplear el mindfulness de la manera más eficaz con estas estrategias:
- Recuerda que el propósito del mindfulness es reducir el estrés y aumentar la positividad. En consecuencia, evita utilizar el mindfulness como herramienta disciplinaria.
El mindfulness consiste en aumentar nuestra conciencia acerca de que los pensamientos son "sólo pensamientos", así como en llevarnos a comprender cómo se manifiestan las emociones en el cuerpo y a reconocer cuándo hemos desviado nuestra atención.
- Reserva tiempo a diario para practicar el mindfulness con tu hijo (aunque sólo sean algunos minutos). Es una habilidad que requiere constancia para llegar a dominarse.
- Escoge el momento adecuado para practicar el mindfulness. Elige un momento tranquilo del día en el que haya pocas distracciones. Con el tiempo, a medida que vayan mejorando, podrán ponerlo en práctica incluso en las situaciones más caóticas.
- Comparte algunos ejemplos de cómo has redirigido tus pensamientos y anima a tu hijo a compartir sus experiencias contigo. Al hablar sobre lo que funciona y lo que no, todos podrán aprender y apoyarse mutuamente.
Idealmente, el mindfulness debe practicarse todos los días. Así, se convertirá en un hábito rutinario y en un recordatorio para que los niños logren concentrarse en lo que tienen delante.
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Cuando los niños y adolescentes aprendan a hacer esto con regularidad, tendrán una perspectiva mucho más positiva de la vida y experimentarán mucho menos estrés.
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