Son muchas las formas en que el bullying puede perjudicar el bienestar de los estudiantes. Los niños que lo sufren a menudo presentan bajo rendimiento en la escuela, problemas para dormir, ansiedad e incluso depresión.
Y no olvidemos a los estudiantes que lo hacen: corren un riesgo mucho mayor de tener una gran cantidad de problemas que pueden extenderse hasta la edad adulta, que van desde la conducta violenta hasta el abuso de sustancias.
Así que, ¿cómo es posible prevenir el bullying desde la escuela? ¿Cómo se fomenta un ambiente en el aula que lo desaliente, pero también pueda frenar el comportamiento en sus etapas iniciales? Estos puntos clave contienen ideas importantes para conseguirlo.
Cuando los alumnos saben cómo abordar ideas y problemas desde múltiples perspectivas es menos probable que hagan bullying.
Desde las edades más tempranas, los estudiantes deben participar en actividades que potencien el aprendizaje socioemocional. Los maestros deben buscar medios para ayudarlos a comprender y apreciar su identidad y la de los demás. Lograrlo requiere de empatía y amabilidad, dos habilidades que pueden inculcarse.
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La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona, y los maestros deben integrarla en el plan de estudios promoviendo desde un inicio que los niños sean conscientes de quiénes son ellos y de quiénes son los demás y cuál es su lugar en el mundo.
Las dinámicas de integración entre alumnos en que se comparten diferencias y emociones son invaluables con atención a este fin. En ellas, los estudiantes aprenden a abordar conflictos, a resolver problemas y desarrollar una mejor comprensión de quienes los rodean.
Propiciar un sentido de comunidad en el salón de clases puede reducir los incidentes de bullying y fomentar la recuperación de los estudiantes que han llegado a sufrirlo.
Las investigaciones muestran que cuando los estudiantes vulnerables se sienten conectados con sus compañeros, tienen una mayor capacidad de lidiar con el acoso.
Los estudios también indican que enseñar a los alumnos a hablar cuando son testigos de un incidente de bullying y a asumir una posición en contra de él puede reducir futuras situaciones similares en más del 50 por ciento.
Se trata de la conexión, cuando los estudiantes se sienten conectados con sus compañeros, su escuela y su comunidad, les va mejor en general.
Es importante que dispongan de un espacio para expresarse libremente y sentirse escuchados, así como para aprender a abogar por ellos mismos y por los demás. Fuera del aula, las actividades extracurriculares constituyen un refuerzo positivo que además puede alinearse con sus intereses y los ayuda a desarrollar habilidades.
Los investigadores han descubierto que hay comportamientos sutiles que con frecuencia son indicadores de los patrones iniciales de bullying.
Tales indicadores pueden ser difíciles de detectar, pero si se reconocen a tiempo existe la posibilidad de evitar que se desarrolle una conducta de bullying en el alumno. Estos son algunos de los comportamientos clave a tener en cuenta:
Si bien quizás dichos comportamientos no se clasifiquen como bullying, los maestros o psicólogos escolares pueden intervenir en caso de notarlos con la finalidad de mitigar la probabilidad de que se conviertan en algo más problemático.
El arte puede ser una herramienta poderosa para ayudar a los alumnos a apreciar situaciones desde diferentes perspectivas. Así, el teatro, la literatura y las artes visuales son un vehículo para la conversación a través de los cuales es posible transmitir el impacto negativo del acoso escolar.
El arte como herramienta de concientización provee un ambiente seguro y abierto para que los estudiantes hablen sobre el bullying y temas afines. De tal modo, puede contextualizarse la conducta de bullying que ocurre en el aula sin resaltar eventos específicos.
Para promover una cultura escolar enfocada en prevenir el bullying todo el personal y los maestros deben concentrar su energía en cultivar un entorno de aprendizaje basado en la positividad, la apertura y el apoyo, tanto hacia los estudiantes como entre ellos mismos.
Es crucial que cada quien se asegure de comunicar o hacer notar los problemas en la cultura escolar que comprometan la prosperidad del ambiente y el bienestar estudiantil.
La comunidad del Colegio Greenland se caracteriza por su ambiente de calidez y respeto y el fomento de los valores. Nuestro Departamento de Psicopedagogía está conformado por expertos en promover un entorno próspero en el colegio, apto para el desarrollo de cada alumno.
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