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4 consejos para que los niños pequeños aprendan a ser más pacientes

Los padres deben conocer un aspecto de las habilidades cognitivas en los niños pequeños antes de poder abordar con éxito cualquier lección sobre paciencia. Para ellos nada es real a menos de que sea real en dado momento, esto es, de que sea concreto.

Cuando expresamos conceptos abstractos para que los entiendan -como el de la siguiente oración: "si esperas hasta después de la cena, podrás comer la paleta que estás pidiendo"-, básicamente les estamos hablando en un idioma diferente.

¿Entonces, qué podemos hacer? ¿Podemos lidiar con un berrinche antes de la cena dándoles a entender un futuro previsible? ¿Cómo podemos enseñarle un concepto como la paciencia, con el que incluso los adultos luchan, a un niño pequeño que ni siquiera puede ir al baño solo? Considera estos 4 consejos:

1. Define la paciencia

Como con muchas cosas en la vida, para enseñarle paciencia a un niño pequeño necesitamos tener expectativas realistas. Si esperas una paciencia perfecta el 100 por ciento de las veces, te desanimarás pronto. Además, ten en cuenta que casi nadie es demasiado paciente. Trabaja más con la coherencia que con la constancia.

2. Enfócate en los aspectos más importantes de tu cometido

Cuando lo que buscas es que tu pequeño aprenda a ser paciente, intenta sobrellevar un escenario a la vez. Procura no decepcionarte por errar en tus intentos.

Por ejemplo, cuando se trate de comer, pon en práctica tu paciencia y enséñale a tu hijo a hacerlo. Así, si exige que le sirvas leche, pero quieres que también coma algo más. Dile que después de que se coma un plátano, muéstraselo, le darás leche. No cedas a su exigencia, haz lo posible porque se lo coma antes.

El plátano es un puente que te servirá para conectar lo abstracto con lo concreto. Puede sostener el plátano en la mano. Con el tiempo, aprenderá que la leche vendrá después de la comida. Toda la experiencia crea un punto de referencia tangible para que su mente pueda apropiarse de referencias.

No sólo le estarás enseñando a comer sanamente, sino que también lo estarás ayudando a comprender el concepto de que uno debe esperar para conseguir lo que quiere.

Tampoco quieras convertir cada instancia en que tu pequeño se muestre impaciente en un momento de enseñanza, el punto no es que te vuelvas loco. Además, probablemente fallarías. Pero al enfocar tu esfuerzo en canalizar su impaciencia, poco a poco, aplicarás la consistencia necesaria para lograr tu cometido.

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3. Enséñale en momentos más propicios

Si estás buscando un regalo para una fiesta a la que de por sí vas a llegar tarde, muy seguramente no te encuentres en un estado para controlar un berrinche. Un momento así no será el mejor para tratar de enseñarle paciencia a tu hijo de preescolar.

En cambio, una o dos veces por semana, practiquen algunos juegos que requieran paciencia. Por ejemplo, "Simón dice" es una opción excelente: tu pequeño sólo podrá completar cada tarea cuando tú hayas dicho primero "Simón dice". Cuando muestre paciencia en el juego, házselo saber y elógialo por ello.

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También pueden practicarla, si le ayudas a comprender cuánto dura un minuto. Durante el tiempo de juego, ajusta el temporizador y dile a tu hijo que lo configurarás para que corra un minuto.

Jueguen a ver quién puede quedarse quieto por un minuto. O saltar por un minuto. O mantener la cara seria por un minuto. La próxima vez que le pidas que espere un minuto para lo que quiera “ahora mismo”, puedes decirle: “¿Recuerdas lo fácil que fue saltar por un minuto? ¡Tú puedes hacerlo! Puedes esperar."

4. Sé responsable de la parte que te toca

Nuestros hijos pequeños son espejos de las personas con las que pasan la mayor parte del tiempo, o sea principalmente de la familia. Cada palabra que decimos está siendo registrada por sus mentes en desarrollo e inevitablemente saldrá de sus bocas en algún momento. No olvides que lo mismo ocurre con nuestras acciones.

Considera que resulta un tanto incongruente esperar que nuestros hijos exhiban comportamientos, actitudes o hábitos que nosotros mismos no exhibimos. Por lo tanto, debemos vigilar también nuestras acciones en torno al tema de la paciencia.

Parte de nuestro cometido, en el Colegio Greenland, es orientar a nuestros pequeños en el manejo de sus emociones y promover su capacidad de socialización. Conoce nuestro preescolar y regístrate para recibir más información:

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