Existen muchas razones por las que los niños sufren crisis nerviosas y hacen berrinche. Las razones van desde lo mundano (simplemente están cansados), hasta lo absurdo: "¡no quiere dejar de mirarme!"
Cuando uno es padre, rápidamente se da cuenta de que -más que tratarse de si nuestros hijos desencadenarán un berrinche o no-, ante todo, debemos prestar atención a cuándo es que nuestros hijos sufrirán un colapso nervioso.
Ningún padre es inmune a que sus pequeños pierdan la cabeza sólo porque algo no sucede como ellos lo desean. Es importante que uno encuentre maneras efectivas de lidiar con estos eventos. Aquí hay algunos consejos que pueden serte de gran ayuda:
1. Conserva la calma. Tus hijos intentarán desquiciarte cuando estén haciendo berrinche. Dependerá de ti mostrar madurez. Ellos se sentirán animados para hacer cuanto sea necesario para salirse con la suya.
No cedas a su presión, ni reacciones abruptamente a su desenfreno. Al conservar la calma no solo evitarás que la situación se agrave, sino que también le modelarás un comportamiento tranquilo a tu hijo.
2. Mantente firme y no cedas a sus demandas. Al recompensar sus crisis, por así decirlo, tu hijo sabrá cómo conseguir justo lo que quiere de la peor manera posible. De buena o de mala gana, le estarás enseñando que al hacer berrinche podrá conseguir cuanto quiera.
Cuando los niños son pequeños, esto podría no parecer gran cosa. Sin embargo, a medida que van creciendo, tales eventos pueden tener consecuencias indeseables si no se abordan adecuadamente.
3. Prepárate para los berrinches al llevar a cabo un plan de calma. Tener un plan de calma es excelente para los niños pequeños. Cuando tu hijo se encuentre tranquilo, siéntate con él, háblale sobre lo que le molesta y sobre cómo puede reaccionar de una forma más tranquila (entre más grande sea, será más fácil).
Practíquenlo de antemano. Algunos padres recompensan a sus hijos por aplicar su plan de calma como una forma de alentarlos a portarse bien incluso cuando están realmente molestos. Este enfoque es mucho más efectivo que tratar de calmar a un niño cuando está fuera de control.
4. Sobrelleva la tormenta. A veces, cuando los niños tienen hacen berrinche, lo mejor que podemos hacer es dejarlos gritar y desahogarse. Claro, tenemos que asegurarnos de que nuestros hijos estarán seguros y de que no se lastimen a sí mismos ni a otras personas.
La decisión de dejarlo agotarse también podría ser la mejor opción si su berrinche te tiene molesto. Lo último que querrás hacer es explotar y dar cabida a sus caprichos.
5. Habla con su hijo sobre su berrinche ya que se haya calmado. Siempre será una buena práctica ayudar a tu hijo a procesar su berrinche después del mismo. Esto le dará la oportunidad de conocer mejor su comportamiento.
Puedes discutir con él qué lo desencadenó, qué quería que sucediera y cómo puede manejar una situación parecida. Compártele de qué modo su comportamiento afecta a la familia. Al hablar con él también podrá expresar cualquier otro motivo que lo haya hecho explotar.
Esperamos que estos consejos sean de utilidad para ti y tu familia. Recuerda, por otro lado, que no todos los niños son iguales y no todas las técnicas funcionarán con cada uno de ellos, pero confiamos en que podrás poner en práctica algunas de éstas.
En el preescolar del Colegio Greenland promovemos la capacidad de socialización de nuestros pequeños alumnos y los orientamos en el manejo de emociones. Conoce más sobre lo que les ofrecemos a ti y a tu hijo:
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