La resiliencia no es un término nuevo, pero ha cobrado cada vez más relevancia en el ámbito de la educación y hay muy buenas razones que explican el porqué de su popularidad.
El concepto tuvo sus orígenes en el campo de la psicología; resumía el proceso por el cual las personas construyen un conjunto de herramientas cognitivas, conductuales y emocionales para superar dificultades, traumas o situaciones difíciles y se fortalecen para vivir con mayor plenitud.
Metafóricamente, podría decirse que esas personas son como las flores del asfalto; capaces de crecer fuertes en lugares adversos. Incluso hay árboles cuyas ramas rompen el cemento y logran transformar sus circunstancias.
Este concepto ha sido adaptado en el campo formativo para referirse a la facultad de los alumnos para afrontar las dificultades, adaptarse a las circunstancias cambiantes, así como persistir en su búsqueda del conocimiento, logros académicos y desarrollo personal.
De este modo, los estudiantes con esta fortaleza encuentran formas y recursos valiosos desde su autonomía para superar con creces los obstáculos escolares que se les presentan y aprender de las experiencias.
Es importante señalar que no es necesario atravesar por experiencias drásticas para estimular la resiliencia. En realidad, cualquier persona puede trabajarla en su vida cotidiana y formarse en un sistema escolar que la promueva es una excelente vía para consolidarla.
Toma de decisiones
Los aprendices con dicha fortaleza tienen más y mejores recursos para tomar decisiones informadas y aplicarlas tanto a su propio camino de aprendizaje como a la vida en general.
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En un mundo cada vez más competitivo y lleno de incertidumbre, la resiliencia se convierte en una parte esencial de la formación de las nuevas generaciones, por lo que las instituciones educativas deben incluir su promoción como parte de su labor.
Además, al fomentar dicha capacidad en los estudiantes, les brindamos una base sólida para un futuro académico exitoso y una vida plena. Está en nuestras manos preparar a nuestros hijos para vivir con valentía y confianza.
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