¿Alguna vez te has detenido a pensar en cómo aprendiste a gatear, caminar o incluso a sostener un lápiz para dibujar tus primeros garabatos? Son acciones aparentemente simples, pero detrás de cada una de ellas se encuentra un complejo sistema que involucra al sistema nervioso y el cerebro.
¿Qué papel juega el movimiento en el día a día de los niños? Te invitamos a saber más con este artículo sobre qué es el desarrollo neuromotor infantil y por qué es tan importante.
La magia del cuerpo en movimiento
El desarrollo neuromotor es un proceso mediante el cual un individuo adquiere y mejora las habilidades de movimiento a lo largo de su vida.
Consiste en una transmisión de señales desde el cerebro y la médula espinal hacia los músculos que reciben retroalimentación de información sensorial del entorno para ajustar y modular la actividad motora.
¿Cómo evoluciona?
Su crecimiento inicia en los primeros meses de vida. Durante este período, el cerebro del niño comienza a establecer conexiones neuronales que son esenciales para la gestión de facultades motoras básicas.
A medida que esta red neuronal se fortalece y refina los recién nacidos aprenden a levantar la cabeza, rodar, gatear, caminar y manipular objetos.
Dicho proceso continúa madurando hacia operaciones de mayor nivel y más sofisticadas, como correr, saltar, escribir, practicar deportes, entre otras actividades.
Esta evolución está influenciada por una variedad de factores como la genética, el entorno, la estimulación sensorial y las experiencias propias de los niños.
¿Cuál es su importancia?
Es crucial en la vida de los infantes y debe impulsarse, ya que es indispensable para:
- Realizar actividades cotidianas
- Propiciar el sano crecimiento físico
- Optimizar su aprendizaje
- Comunicarse con los demás
- Interactuar con el mundo que les rodea
Todo ello conlleva a su vez un mejor rendimiento académico, una mayor autoestima y habilidades sociales más sólidas.
Además, puede contribuir a prevenir problemas de salud a largo plazo, como la obesidad y enfermedades cardiovasculares, al promover un estilo de vida activo y saludable desde la infancia.
¿Cómo trabajarlo?
Existen diversas actividades y estrategias que los padres pueden implementar para favorecer el sistema neuromotor de sus hijos. Por ejemplo:
- Juegos de movimiento
- Actividades al aire libre
- Ejercicios de coordinación
- Ejercicios con objetos manipulativos
- Participación en deportes y actividades físicas estructuradas
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Es necesario proporcionar un lugar seguro y propicio que fomente la exploración y el movimiento libre, así como ofrecerles oportunidades y desafíos para que practiquen nuevas habilidades.
En resumen, el desarrollo neuromotor es un aspecto fundamental del crecimiento y maduración de un niño. Llevar a cabo estrategias para impulsarlo tiene un impacto positivo en diversos aspectos esenciales de su vida.
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Como padres, tenemos la responsabilidad de aportar a nuestros hijos las oportunidades y el apoyo necesario para que puedan alcanzar su máximo potencial.
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