Como entrenador de deportes, Sam Weinman ha sido testigo de las actitudes negativas que los niños adoptan después de perder. Sin embargo, como periodista deportivo, ha observado cómo los atletas profesionales usan las pérdidas para mejorar sus habilidades.
Esas experiencias lo inspiraron a escribir el libro "Ganar al perder: Cómo nuestros grandes contratiempos pueden llevar a nuestros mayores logros." A través de entrevistas con atletas, políticos y otros, que en sus carreras han perdido en momentos cruciales, y asimismo de la visión de los psicólogos, él revela todos los aspectos positivos y negativos de perder.
Estos 9 puntos importantes de su libro serán de ayuda para que tus hijos puedan manejar la pérdida y sacarle provecho a la situación.
1.- ¿Por qué enfocarse en cómo manejar la pérdida?
El tema está presente en todo, cómo lidiamos con nuestras carreras, nuestras relaciones y el mundo que nos rodea. Esta fue una oportunidad para explorarlo y hablar con personas que lo habían experimentado de primera mano, dice Sam. Resulta importante que los niños sepan controlar las situaciones y no al revés. Se hallan en una edad en la que las personas tendemos a ser emocionales. Mediante la asertividad y la inteligencia emocional, tu hijo puede aprender a manejar tales situaciones para su conveniencia.
2.- ¿Por qué deberían los padres pensar en perder?
Ello tiene implicaciones a corto y largo plazo. A corto plazo, los pequeños momentos en que se pierde forman parte de la vida de todo niño, ya sea en las actividades extraescolares y en casa o durante las clases. Por otro lado, habrá pequeños momentos de fracaso que el niño debe aprender a manejar de manera que no conlleven repercusiones a largo plazo. Así que tener algunas estrategias básicas en el lugar es útil para los padres.
3.- ¿Por qué los niños necesitan perder a veces?
Es una situación inevitable y en algún momento de la vida se lidiará con eso. A cuanta más experiencia recurra una persona, mejor equipada estará para enfrentarla. Conviene estar ahí para enseñarle cómo debe reaccionar y qué aprendizajes aprovechar y así poder triunfar en el futuro.
4.- Como padres queremos que nuestros hijos sean ganadores.
Es probable que realmente resistas la tentación de resolver todos los problemas de tus hijos, porque al hacerlo los proteges de la decepción. Pero no los estás ayudando a resolver sus problemas por sí mismos. Si los proteges de resultados negativos cuando son jóvenes, difícilmente se encontrarán preparados para manejar resultados negativos al ser mayores. Perder es una parte ineludible de la vida y eso no significa que uno esté fracasando.
5.- Perder puede ser desgarrador para los niños.
No está mal querer ganar, siempre es más divertido. El punto es que una vez que uno seca sus lágrimas, debe comenzar a ver qué puede aprovechar de la experiencia. Hay una lección que aprender. Si uno pierde en cualquier concurso, hay algo que pudo haber hecho mejor, y perder ayuda a iluminarlo. Si intenta actuar en una obra escolar y se mira los pies todo el tiempo mientras dice sus líneas, ello se hará evidente. La próxima vez tendrá que practicar y buscar conectarse con la audiencia, de esta manera podrá dar una mejor presentación. Perder, entonces, es el suero de la verdad.
6.- Es posible que algunos niños no deseen jugar un juego o un deporte si creen que no van a ganar.
"¿Por qué molestarme si voy a perder?", cuanto más se entienda cómo puede ser valioso perder y que no tiene por qué ser devastador, menos inquietud uno tendrá para arriesgarse a hacer lo que sea necesario. Si uno participa en un partido de tenis y lo único que le importa es ganar y sabe que perderá, no querrá jugar. Pero si se dice: “pienso que podría perder, pero voy a divertirme”, seguro tendrá menos miedo.
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7.- ¿Cuáles son algunas estrategias para ayudar a los niños a lidiar con la pérdida?
La primera parte es preventiva. Como padres hay que ser creyentes de que no deberíamos estar definiendo el éxito con puntos de referencia tradicionales, como el ganar un juego o conseguir el mejor resultado. Bien es parte de esto, pero mucho más importante resulta colocar la intención en cosas como el esfuerzo, en mantener una actitud correcta y en dar lo mejor de uno.
8.- ¿Cómo pueden los padres transmitirles confianza a sus hijos cuando pierden?
También antes de un concurso, definamos el éxito de manera diferente: se hará lo mejor que se pueda, se seguirá el plan ideado, e incluso si se pierde uno podrá estar orgulloso del hecho de haber seguido el plan. Así que la primera parte consiste en replantear el éxito. La segunda parte en encontrar algo positivo que recuperar de una pérdida al presentarse ésta: se perdió, pero se hizo X, Y y Z realmente bien y por ello uno debería felicitarse al respecto.
9.- ¿Qué es útil que digan los padres
Asegúrate de validar los sentimientos de tu hijo. No funciona el decir: "oh, fue sólo un juego, supéralo”, ya que en su mundo perder es un gran problema. Al validarlo, rápidamente intentará seguir adelante. Lo mejor de ser niño es que siempre habrá un próximo juego o una próxima temporada, entonces convendrá centrarse en eso. Ahora quizá pase por algo que no pueda controlar pero que cambiará en el futuro. Cuanto más pueda concentrar su atención en esto, mejor se sentirá.
Aprender a perder puede ser una ventaja muy útil en el futuro para los niños. Como padres debemos evitar enseñarles que ganar es lo definitivo y que al perder se convierten en un fracaso, pues en realidad los estamos protegiendo de algo que es inevitable, y cuando crezcan no sabrán cómo manejarlo. El perder tiene muchas cosas positivas, tales como detectar nuestras áreas de oportunidad y saber mejorar día a día, aprender a ser asertivos y empáticos y a desarrollar inteligencia emocional.
Los deportes son una gran enseñanza para nuestros hijos pues no siempre se gana en ellos. También enseñan a perder y a afrontar la pérdida en equipo o individualmente. En el Chimalistac contamos con una variedad de actividades extraescolares que ayudan a los alumnos a manejar habilidades para trabajar en equipo y ser más disciplinados en la vida. Entra y conócelas.
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