Las emociones colorean nuestro mundo. Pueden pasar de ser brillantes y coloridas a tornarse muy aburridas. El bienestar emocional de los niños se encuentra estrechamente relacionado con su bienestar físico. No es raro que los niños desarrollen dolores de cabeza o de estómago o incluso vomiten al tener que hacer algo que los afecte fuertemente.
La investigación sugiere que "las emociones coordinan nuestros estados fisiológicos y de comportamiento". Éstas se manifiestan en diferentes cuerpos de distintas maneras. Dicho otro modo, si bien no todos “sienten mariposas” cuando están ansiosos, las emociones juegan un rol crucial en el sistema nervioso, lo que se presenta como variadas manifestaciones físicas.
Según el neurocientífico Candace Pert, "el cuerpo es la mente subconsciente". El Dr. Pert sostiene que las diferentes emociones envían particulares mensajes al cuerpo y pueden provocar un desequilibrio del sistema nervioso. Entre las manifestaciones físicas comunes que tienen las emociones por origen, se incluyen dolor de cabeza, hormigueo en las manos y los pies, estrés y ansiedad, depresión, dolor muscular, calambres, dolor abdominal, diarrea e impulsos repentinos de orinar o evacuar.
Enseñar a los niños a manejar sus emociones es, por lo tanto, un paso importante para asegurarles bienestar en la infancia y más allá de ella. Aquí hay cinco consejos para fortalecer la inteligencia emocional de tu hijo :
1.- Ayuda a los niños a reflexionar sobre sus emociones.
Los niños pequeños no siempre identifican qué emociones sienten y rara vez saben cómo responder a éstas. Los niños no aprenderán a diferenciar entre emociones a menos de que les enseñemos cómo. Es posible que se den cuenta de que sienten "algo", pero no necesariamente sabrán qué es tal "algo". Esto explica en gran medida por qué comprender las emociones de los niños puede ayudar a reducir lo que normalmente consideramos como mal comportamiento. Las emociones salen a flor de piel por casi cualquier motivo, lo que significa que será fácil encontrar oportunidades para hablar con los niños sobre ellas .
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2.- Dales herramientas para manejar emociones negativas.
Por más que lo intentemos, no podemos proteger a nuestros hijos de las emociones negativas. Así, no podrás garantizarles un camino fácil al hablar de emociones, ni tampoco deberías evitar que pasen por estos momentos difíciles. Los niños necesitan saber que cualquier emoción es normal y que puede manejarse con las herramientas adecuadas.
Enseñar a los niños a tratar con sus emociones de manera independiente les brindará los recursos básicos para enfrentarse a situaciones difíciles. Una herramienta útil para el manejo emocional consiste en ayudar a los niños a identificar reacciones apropiadas a las emociones fuertes. Esto los calmará y reducirá su ira, estrés y ansiedad.
3.- Proporciona oportunidades para que expresen emociones difíciles.
Cuando fomentamos un enfoque democrático de crianza, nuestros hijos deben saber que permanecemos disponibles. Esto hará que resulte más fácil para ellos acudir a nosotros al necesitar ayuda.
Al hacerse conscientes los niños de que sus opiniones cuentan y sus emociones no serán invalidadas, se vuelve más probable que comenten lo que piensan al respecto. Dicho esto, los niños no siempre se abren con los demás acerca de lo que les molesta, especialmente cuando aún se hallan en medio de la emoción.
Brindar oportunidades para que los niños se calmen primero, por ejemplo en un espacio tranquilo, puede facilitar que hablen de sus emociones una vez que se hayan sosegado.
4.- Mantente atento al momento idóneo para darles más independencia emocional.
Fortalecer la inteligencia emocional de los niños también implica enseñarles a tomar decisiones propias y luego apartarse para que les sea posible manejar dificultades por sí mismos. La evidencia sugiere que otorgarle a los niños autonomía temprana les confiere habilidades cruciales para resolver problemas y también refuerza su autoestima.
Ayudar a tus hijos a explorar diferentes modos de reaccionar o soluciones a una situación dada apoya su buena toma de decisiones. Por ejemplo, hacer que evaluar siempre "otras tres opciones" se convierta en hábito, puede lograr que les cueste menos trabajo reflexionar sobre otras posibles decisiones, incluso al estar tú ausente.
5.- Enséñalos a resolver problemas por cuenta propia.
Existe una historia sobre cómo "peces inteligentes" aprenden el juego de un pescador y dejan de cazar. Finalmente, éste se ve obligado a alejarse porque ya no es capaz de atrapar ningún pez en ese lugar en particular.
Esta historia enseña a los niños que a veces es mejor apartarse de los problemas que causan estrés y ansiedad (el cebo). Si bien algunos deben abordarse, hay muchos que pueden evitarse. Saber qué conviene evitar puede ayudar a los niños a reducir emociones negativas.
El fortalecimiento de la inteligencia emocional de los niños puede impulsarlos a vivir una vida mejor y más plena. El control de sus emociones conlleva muchos beneficios para su futuro y su autocontrol en general.
En el Colegio Chimalistac contamos con ayuda psicológica para nuestros alumnos, que los enseña a controlar sus emociones, así como a identificarlas. Por medio de nuestra metodología pedagógica, los docentes son capacitados constantemente de acuerdo a las tendencias de innovación educativa y se convierten en el motor principal para facilitar el aprendizaje de nuestros educandos a través de la construcción de ambientes óptimos de aprendizaje. Entra y conoce más de nuestro modelo educativo.
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