Cuando queremos una formación integral para nuestros pequeños, lo que buscamos no es sólo que adquieran conocimiento, sino también que aprendan habilidades y valores que sean adecuados para su desarrollo.

En este sentido, es importante asignarles deberes para que contribuyan al funcionamiento en casa, lo cual les enseña sobre responsabilidad, independencia, organización y aseo. 

Sin embargo, no todas las actividades son adecuadas para los más pequeños, por lo que el día de hoy te explicaremos qué tareas del hogar son recomendables para tus hijos según su edad.

1. De 2 a 3 años: los primeros pasos en la contribución

Los niños pequeños pueden empezar a familiarizarse con los conceptos de orden y limpieza a través de las siguientes actividades:

• Ordenar juguetes simples. Esto les enseña a identificar categorías y a desarrollar habilidades motoras finas al recoger y colocar objetos.
• Ayudar a recoger objetos pequeños. Propicia la comprensión del espacio y promueve la coordinación ojo-mano.
• Echar cosas a la basura con supervisión. Inicia la conciencia de compromiso ambiental y el seguimiento de instrucciones básicas.

Además de fomentar la autonomía, estas labores simples desarrollan la coordinación motora y la comprensión básica de cooperación y organización.

2. De 4 a 6 años: construyendo la base de la colaboración

A esta edad, los niños pueden asumir quehaceres más específicos, tales como:

• Tender su propia cama. Promueve la autosuficiencia y establece una rutina diaria positiva.
• Ayudar a preparar la mesa para comer y retirar los cubiertos y platos sucios para lavarse. Los pequeños empiezan a participar en actividades que favorecen a los demás miembros de la familia.
• Clasificar, doblar y guardar su ropa limpia, así como preparar la ropa sucia para su lavado. Contribuye a la organización y al reconocimiento de patrones.

Al involucrarse en dichas actividades aprenden a seguir instrucciones y asumir roles definidos en casa.

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3. De 7 a 9 años: Hacia la autonomía y la empatía

Comienza a aumentar la complejidad de las tareas para incrementar su independencia. Sugerimos las siguientes:

• Limpiar su habitación y su área de estudio. Desarrolla un sentido del orden más complejo que favorece el cuidado de su entorno y espacio personal.
• Participar en la preparación de comidas sencillas. Refuerza habilidades culinarias y la capacidad de seguir recetas.
• Regar las plantas y labores específicas en el cuidado de mascotas, como darles de comer u otras cosas simples. Fomenta la empatía y el cuidado de otros seres vivos.
• Lavar sus trastos sucios. Con ello, entienden que todo lo que usan tienen que mantenerlo limpio para cuidar de su salud y ser responsables de los objetos que utilizan.

Los mencionados deberes promueven el sentido de pertenencia, así como el compromiso con uno mismo y con otros seres vivos que lo requieren.

4. Niños de más de 10 años: formar parte del funcionamiento familiar

En dicha etapa, los chicos pueden asumir roles más importantes y necesarios. Algunos ejemplos son:

• Colaborar en la planificación de comidas semanales. Mejora las habilidades de gestión y toma de decisiones. 
• Participar en la limpieza profunda de áreas específicas. Fomenta el trabajo en equipo y equitativo.
• Administrar sus propios deberes escolares y domésticos. Estimula la independencia y la autodisciplina.
• Lavar su ropa. Los niños se encargan por completo de los deberes relacionados con las cosas que les pertenecen y utilizan.
• Solventar pequeñas necesidades del hogar, como reparar cosas sencillas o ayudar mantener el baño limpio, etc., incrementa su facultad para resolver problemas e involucrarse activamente en el mantenimiento del hogar.

Incluirlos en la gestión de tareas más complejas fortalece su carácter cooperativo, su independencia y sus destrezas en la toma de decisiones.

Inculcar quehaceres domésticos en los pequeños mejora no solo la eficiencia del hogar, sino que también el desarrollo integral de los chicos. 

Experimentan un sentido de logro y pertenencia, y se educan como individuos independientes, responsables y socialmente cooperativos, lo que les será de mucha ayuda en etapas posteriores de su crecimiento y en la adultez como ciudadanos comprometidos consigo mismos y su entorno.

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