¿A qué pequeño no le encanta pasar los días de lluvia haciendo garabatos, inventando una historia o jugando con su imaginación? Este tipo de actividades creativas son más que divertidas: pueden tener beneficios profundos y duraderos en el bienestar de los niños.
En este artículo explicamos la importancia del pensamiento creativo para el desarrollo cognitivo y socioemocional de los pequeños. Luego enlistamos algunas formas, que incluyen actividades, de ayudar a los niños a explorarlo junto con su imaginación.
Resulta que el pensamiento creativo puede potenciar las habilidades cognitivas del cerebro. Las personas que han recibido una educación musical, por ejemplo, tienden a tener vínculos más fuertes entre los dos hemisferios de su cerebro.
Además, según la investigación, el pensamiento creativo puede fomentar que nuestro cerebro desarrolle conexiones neuronales y aprenda nuevos conceptos.
Las actividades que implican el uso de la creatividad pueden mejorar el estado de ánimo y el bienestar de los niños. Un estudio del Brooklyn College descubrió que dibujar ayudaba a los niños a calmarse después de recordar una situación angustiosa.
Cuando las personas se enfocan en un proyecto creativo, es más probable que se sientan alegres y satisfechas consigo mismas. Son claras las ventajas más palpables de fomentar la creatividad en los niños: conlleva una salud mental y emocional más fuerte. Pero, a veces, saber por dónde empezar puede ser difícil.
Continúa leyendo para conocer algunos consejos que te servirán para que tu pequeño explore su imaginación y aprenda a aplicar su pensamiento creativo.
La psicóloga e investigadora Melissa Burkley recomienda enseñar a los pequeños a preguntarse, "¿qué pasaría si…?" para ejercitar su pensamiento creativo. Si puedes hacer que tus hijos se hagan preguntas acerca del mundo y cómo funciona, será más probable que ideen sus propias respuestas únicas.
Tu hijo podría desanimarse si no tiene éxito la primera vez que intenta algo. Pero los errores a menudo nos enseñan más que el éxito y pueden alentar a un niño a pensar en soluciones nuevas y creativas.
Si a tu pequeño se le dificulta un concepto de aprendizaje, procura ayudarlo a que lo vea de una manera distinta. Por ejemplo, si está esforzándose por aprender una nueva palabra de vocabulario, puede intentar deletrearla con la melodía de su canción favorita.
Cuando a los niños les apasiona un tema, les parece más fácil aprenderlo con gran entusiasmo. Descubre cuáles son los intereses creativos de tu hijo y ayúdalo a que vaya realizándolos. Si quiere aprender a dibujar, por ejemplo, pasen una tarde dibujando juntos y celebren su progreso.
Hacerle preguntas a un niño puede promover su creatividad tanto como lograr que él mismo se las haga. Hacer preguntas abiertas (preguntas que requieren una respuesta más larga que un “sí” o un “no”) puede ayudarles a los niños a aprender a formarse sus propias ideas y poner en práctica su pensamiento creativo.
Investigadores daneses, Trine Plambech y Cecil Konijnendijk, descubrieron que pasar tiempo en la naturaleza no sólo favorece la salud mental, sino que también puede mejorar la creatividad. Su estudio encontró que el tiempo al aire libre puede aumentar la curiosidad y el pensamiento flexible, así como recargar energías.
La próxima vez que el día sea agradable y no llueva, sal a caminar con tu hijo por un parque para refrescar su mente y estimular su cerebro.
La psicóloga y escritora Margarita Tartakovsky recomienda el tiempo libre no estructurado como una forma para que los pequeños den rienda suelta a su pensamiento creativo. Dale a tu hijo un poco de tiempo cada día para que explore de manera independiente sus propias ideas e intereses.
Además, deja tiempo para el juego creativo o tiempo libre que se centre en que tu hijo cultive su curiosidad o pensamiento creativo. Puedes ofrecerle crayones y papel o animarlo a jugar juegos de roles con sus hermanos.
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Si tu hijo está empezando un proyecto creativo, anímalo a probar algo nuevo aunque no esté seguro de que funcionará. Podría, por ejemplo, intentar dibujar algo más complicado de lo que suele hacer o aprender una nueva canción en un instrumento.
Enseñarle a un niño a tomar riesgos creativos puede ayudarlo a concentrarse más en el proceso creativo que en el resultado. De esa manera, incluso si un proyecto no resulta como esperaban, están aprendiendo a probar algo diferente y pensar desde nuevos ángulos.
¿Sabías que la lectura puede estimular la imaginación y la capacidad para resolver problemas de tu hijo? Fíjense la meta de leer juntos todos los días un libro ilustrado o de capítulos.
Si el libro tiene dibujos, pídele que adivine de qué trata la página antes de leerla juntos. Esto puede servirles a los niños para que practiquen cómo resolver problemas, así como la comprensión de lectura.
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Hay incontables maneras de impulsar el pensamiento creativo en los pequeños, cuanto más porque se encuentran en una etapa en que tienen que emplearlo para aprender y conocer mejor su entorno, las que aquí mencionamos son sólo algunas de ellas.
El preescolar del Colegio Greenland enfatiza la importancia del juego y de la creatividad en el aprendizaje de sus alumnos. Te invitamos a conocer mejor nuestra propuesta educativa para preescolar, da click aquí:
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