En la era digital en la que vivimos, se ha observado un incremento preocupante en los casos de déficit de atención en niños.
Según la Asociación Americana de Psicología, aproximadamente un 5% de los estudiantes a nivel primaria son diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), lo que resalta la importancia de trabajar la capacidad de concentración desde temprana edad.
Los pequeños de 10 a 12 años se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo cognitivo y emocional, por lo que recomendamos realizar ejercicios frecuentes como los que describimos a continuación:
Enseña a tu hijo o hija a practicar la respiración consciente. Pídele que inhale con profundidad contando hasta cuatro, retenga el aire otros cuatro segundos y luego exhale también en cuatro tiempos.
Esta técnica es benéfica para calmar la ansiedad y fortalecer la concentración a través de dedicarse a una sola tarea que es la más simple y vital de todas; respirar.
Invita a tu hijo cerrar los ojos y a imaginar un tren que recorre los rieles de su mente por al menos unos 3 minutos.
A medida que surjan pensamientos, dile que los visualice como vagones que pasan. Puede detenerse en ellos un momento, pero recuérdale que el tren debe avanzar y tiene que dejar ir aquellas ideas intrusivas.
Esto ayuda a reconocer las ideas distractoras y a volver a enfocarse en el "tren" principal de su atención.
Elige un objeto o una imagen y solicita a tu hijo que lo observe durante unos minutos. Luego, dile que sin ver el objeto describa todos los detalles que recuerda.
El ejercicio agudiza la facultad de observación sostenida.
Se trata de que, en una hoja de papel, escriba todo lo que piensa exactamente como lo está pensando.
Si llega a distraerse y deja de escribir debe anotar al reverso de la hoja un tache y volver a la actividad hasta completar al menos 5 renglones (con la práctica puede aumentar la extensión).
Dicho ejercicio es muy útil para que ellos mismos identifiquen cuando pierden el enfoque.
El yoga no solo es beneficioso para el cuerpo, sino también para la mente. Practicar posturas simples de yoga y rutinas de estiramiento fomenta la mejora del autodominio y la serenidad.
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Los dibujos detallados para colorear o la creación de sus propias ilustraciones mantendrá su actividad ocupada de manera productiva.
Te sugerimos utilizar mandalas de sus personajes o animales favoritos. También puede intentar copiar o calcar ilustraciones que sean de su agrado.
Invita a tu hijo a sentarse con comodidad y cerrar los ojos. Guíale para que dirija su atención desde los pies hasta la cabeza e imagine cada parte de su cuerpo y cómo se siente.
Esto fomenta la hiperconcentración y la conexión mente-cuerpo de modo relajante.
La concentración es una habilidad fundamental en la vida de un niño, que impacta de manera directa en su desempeño académico, en su desarrollo personal y en la adquisición de competencias para el futuro.
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A medida que el mundo se vuelve más rápido y lleno de distracciones, enseñar a tus hijos a sostener la atención se convierte en un regalo invaluable. Los ejercicios mencionados no sólo lo promueven, sino que también ayudan a construir una base sólida para el éxito en diversos aspectos de la vida.
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