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6 tips para ayudar a los niños a reconocer el estrés

Escrito por Greenland Panamerican School | Nov 7, 2022 3:30:00 PM

Hablar con los hijos sobre cómo se sienten cuando están abrumados y ayudarlos a discernir lo que les preocupa les resulta muy útil para que puedan comprender mejor su estrés. 

Al reconocer sus propias emociones, sus comportamientos y sus reacciones físicas al estrés, descubrirán estrategias para reducirlo.

Estas son seis maneras excelentes de hablar abiertamente sobre las emociones y el estrés, y animar a los hijos a que también lo hagan.

  1. Escucha profunda: revisa de forma regular cómo se siente tu hijo para comprenderlo.
    Pregúntale a tu hijo sobre su día y sigue estos consejos
     
    • Puedes iniciar la conversación compartiendo cómo te fue a ti en el día.  
    • Luego intentar seguir la conversación con "qué te hizo sentir bien hoy" y luego cambiar a lo que haya sido frustrante y continuar desde allí.
    • A medida que escuches sobre su día, asegúrate de preguntarle qué piensa y siente sobre lo sucedido.
    • Escucha realmente lo que diga tu hijo. ¿Está cansado ​​de sus actividades? ¿Siente que no encaja en la escuela? ¿Ha mencionado algo potencialmente estresante, como un examen que viene?
    • Trata de hablar en el coche, mientras caminan, acurrucados en el sofá o momentos antes de acostarse; el que no estén cara a cara puede hacer que le sea más fácil abrirse.
    • A menudo conviene usar palabras como “preocupado”, “molesto”, “triste”; algunos niños más pequeños pueden entender esto mejor que el término “estrés”. Los adolescentes pueden describir sentirse “abrumados”. Usa palabras que funcionen con tu hijo.
    • Si surge algo estresante, pero él o ella no da muchos detalles o no quiere hablar más, no lo presiones para obtener información; siempre podrás volver a la conversación más tarde. Hazle saber que estarás allí cuando esté listo para hablar más.

  2. Conectar mente y cuerpo: sintonizarse con el estrés

    Anima a tu hijo a escuchar su cuerpo y su mente cuando se sienta estresado o preocupado.

    Puedes preguntarle cómo el estrés afecta su:   
    • Cuerpo (p. ej., músculos que le duelen, dolor de cabeza, malestar estomacal)
    • Ánimo (p. ej., irritabilidad, mal humor)
    • Pensamientos (p. ej., pensamientos negativos, dificultad para prestar atención)
    • Comportamiento (p. ej., inquietud)

    Si tu hijo es más pequeño, sé ​​su “detective del estrés” y ayúdalo a hacer conexiones entre su cuerpo y el estrés. 

    Si notas que se queja de dolor de estómago o se encuentra más irritable de lo habitual, por ejemplo, y sospechas que el estrés es el causante, puedes alentarlo a pensar en cómo se siente y cómo ello se relaciona con el estrés.

  3. Reducirlo: explicar los efectos físicos del estrés y cómo calmarlos

     

    Al enseñarle a tu hijo cómo se percibe el estrés en su cuerpo, podrá comenzar a lidiar con las emociones a medida que surjan.

    Primero, enfatiza que es común sentir estrés. El estrés es una parte natural de la vida de todos, y una respuesta normal de "lucha o huida" que se activa dentro del cuerpo cuando sentimos estrés. 

    Al ocurrir dicha respuesta el cuerpo libera hormonas que aumentan la frecuencia cardíaca y respiratoria y prepara los músculos para responder.

    Una forma en que tu hijo puede reducir la respuesta natural al estrés es respirando lenta y profundamente para sentirse un poco más tranquilo. Otros ejercicios de respiración también pueden ayudarlo.  


     

  4. Poner nombre a las emociones: ayudar a los niños a notarlas y nombrarlas

    Aprender a notar e identificar las propias emociones requiere práctica. Muchas veces los niños no entienden que los sentimientos que tienen en un momento dado se relacionan con factores estresantes.

    Enseña palabras a tu hijo para que describa sus emociones y pueda decirte lo que siente. Poner nombre a las emociones es un gran alivio para los niños. 

    Contenido relacionado: 5 tips para educar a un niño con inteligencia emocional

    Los niños más pequeños se familiarizan mejor con palabras básicas como alegre, enojado, triste y asustado. Los niños mayores pueden aprender palabras más complejas como frustrado, decepcionado y nervioso. Identificar los sentimientos a través de palabras es una herramienta muy eficaz para manejarlos mejor.

     

  5. Leer juntos: usar historias para explorar emociones estresantes

    Los niños a menudo se sienten menos solos cuando leen historias o cuentos sobre niños o personajes que enfrentan problemas similares a los suyos.

    Por lo tanto, leer juntos libros que aborden el estrés de manera positiva es un excelente modo de ayudar a un hijo a entenderse mejor a sí mismo. 

    Los niños tienden a identificarse con los personajes de un libro y encuentran consuelo al aprender de ellos cómo lidiar con situaciones estresantes de una forma positiva. 

  6. Mantenerse calmado y seguir adelante: cómo modelar formas saludables de lidiar con el estrés

    Como padre, una de las formas más poderosas en que puedes enseñarle a un niño a comprender y enfrentar su estrés es modelando cómo lo manejas tú mismo.

    Contenido relacionado: Cómo enseñarle a tu hijo a manejar el estrés

    Por supuesto, trata de mantener la calma aún bajo presión, pero no tengas miedo de decir y mostrar a tu hijo cómo manejas el estrés de vez en cuando. Por ejemplo, es útil decir: "Voy a bañarme con agua caliente y relajarme un poco" o "Me siento estresado, así que voy a respirar profundamente ahora para calmarme".

    Cuando resuelvas un problema en voz alta, tu hijo comenzará a darse cuenta de cómo manejas el estrés y también podrá practicarlo. También estarás comunicándole que es bueno mantenerse al pendiente del estrés propio.

    Y si un día te das cuenta de que reaccionas demasiado fuerte a un factor estresante en particular, no te preocupes de más. Simplemente señala cómo podrías haber manejado mejor el problema y explica por qué reaccionaste de la manera en que lo hiciste. 

    Por ejemplo, explica por qué te sentiste frustrado al llegar tarde al trabajo una mañana tratando de llevarlo a la escuela, y que juntos pueden intentar encontrar mejores formas de controlarlo.

    Ten en cuenta cómo hablas sobre el estrés frente a tu hijo. Asegúrate de saber quién está escuchándote, pues un niño que escucha comentarios negativos o preocupantes puede empezar a angustiarse también.

En el Colegio Greenland damos gran importancia al desarrollo de habilidades socioemocionales en nuestros alumnos de distintos niveles, por eso contamos con un Departamento de Psicopedagogía conformado con profesionales que les enseñan técnicas para enfrentar el estrés y regular las emociones.

Si te interesa conocer más sobre nuestro modelo educativo y nivel académico, puedes agendar una sesión informativa con nosotros en el enlace a continuación:

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