Todo el mundo enfrenta momentos de negatividad. Todos nos enojamos, nos sentimos heridos, ansiosos, culpables y estresados. Simplemente no es posible vivir la vida sin dichos momentos. Tu hijo también pasará por esos momentos.
Un día, su mejor amigo podría herir sus sentimientos. Quizás pueda decirle algo cruel o invitar a alguien más a un evento especial. Un día, tu hijo podría obtener un 7 en un proyecto o un examen en lugar de un 10.
Está bien que tu hijo exprese sus sentimientos negativos. De hecho, puede ser bueno expresarlos para después afrontarlos. La ira es una respuesta emocional natural al igual que sentirnos heridos cuando alguien nos ha hecho algo desagradable o cuando nos ha sucedido algo indeseable.
Llorar por una herida o incluso decir: "Lo detesto", no es malo en sí mismo. Sin embargo, es difícil ver a un hijo sentir tristeza, enojo o angustia, especialmente si parece dificultársele superarlo. ¿Qué puedes hacer para ayudarlo a "dejar ir"?
Apuntar y destruir
A veces, las acciones simbólicas pueden sernos de ayuda para lidiar con nuestros sentimientos. Esta es una de esas acciones que podría serle útil para "dejar ir". Haz que tu hijo escriba en un papel lo que le molesta. Por ejemplo, podría escribir: "Obtuve un 7 en mi proyecto".
Eso es todo lo que se necesita, aunque también podría escribir la emoción. Así, puede escribir: "Obtuve un 7 en mi proyecto y eso me hace sentir triste". Después de escribir lo que le molesta, pídele que se deshaga del papel.
Deshacerse del papel y de la negatividad
Tu hijo puede elegir entre una variedad de métodos para deshacerse del papel (y simbólicamente de lo que le molesta).
- Si el pedazo de papel es suficientemente pequeño, tu hijo puede enrollarlo y tirarlo por el inodoro. Esto puede ser gratificante, pero sólo si el papel es pequeño. No querrás tapar el inodoro.
- Si tienes un triturador de basura y el papel no es demasiado grande, tu hijo puede romperlo en pedazos y tirarlo al triturador de basura. Escucharlo “triturar el problema” y eliminarlo también es reconfortante.
- Si vives cerca de agua, como de un estanque o un arroyo, tu hijo puede romper el papel en pedacitos y arrojarlo al agua. El papel se descompondrá y no dañará el medio ambiente.
- Tu hijo, con ayuda tuya si es necesario, puede convertir el papel en un avioncito. Si esta es la opción que le gustaría seguir, será mejor que use una hoja de papel completa. Puedes hacer un avión de papel bastante simple o uno más complejo.
Haz que tu hijo envíe su problema al aire. El avión, por supuesto, caerá al suelo, pero el acto de lanzarlo al aire y ver cómo el problema se aleja (incluso aunque sea sólo una corta distancia) puede resultarle agradable.
Cuando el avión caiga al suelo, las palabras seguirán en el papel, pero el problema se habrá esfumado. Tu hijo puede hacer bola al avión y tirarlo o guardarlo para recordarse que ha dejado ir ese problema. Y si es uno que pueda surgir otra vez, el avión estará listo para eliminarlo de nuevo.
5. Si viven cerca de un espacio abierto, tu hijo puede sujetar o atar el problema a un papalote. Sigue el mismo principio que el avión de papel, pero tiene el beneficio adicional de darle a tu hijo la oportunidad de volar un papalote.
Puede escribir el problema en una tira pequeña y larga de papel que coloque en la cola del papalote. A medida que se eleve en el aire, el viento se llevará su problema. Esto será más significativo aún si tú y tu hijo elaboran el papalote por cuenta propia.
6. Otra forma de deshacerse del papel es enterrándolo. Después de escribir el problema en un papel, tu hijo puede romperlo y enterrar los pedazos en un jardín con flores.
El papel se descompondrá y luego se "convertirá" en parte de las flores. Es una forma maravillosamente simbólica de convertir algo negativo en algo hermoso. Si no tienes jardín con flores, cualquier tipo de planta servirá, arbustos, setos e incluso árboles.
Escribir una carta de perdón o de disculpa
Si la negatividad se debe a que alguien le ha hecho algo a tu hijo, pídele que escriba una carta de perdón. Este tipo de carta podrá ayudarle a sanar. Incluso si la persona que lo lastimó ya se ha disculpado, es posible que tu hijo todavía se encuentre enojado o herido.
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No es hasta que decidimos perdonar a una persona que nos lastimó que comenzamos a sentirnos mejor. Esto es cierto tanto para nuestros hijos como para nosotros. Es el acto de perdonar lo que marca una diferencia.
En la carta de perdón, haz que tu hijo escriba sobre el evento y explique por qué le dolió y luego le diga a la persona que la ha perdonado. No es necesario que envíe carta. De hecho, puede ser útil guardarla.
Cuando tu hijo crezca, podrá leer lo que haya escrito. El tiempo a menudo nos ayuda a poner las cosas en perspectiva. Lo que parecía lo peor podría volverse insignificante más tarde.
Si tu hijo se siente culpable porque fue él quien lastimó a otra persona, es posible que desee escribir una carta de disculpa. Aunque tu hijo quiera enviarla, debe tener en cuenta que es la otra persona quien debe perdonarlo.
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Si se disculpa, no podrá hacer nada más. Debe ser una disculpa sincera y no comenzar con algo como "Lo siento si ..." o "Lamento que sientas...". Eso dará la impresión de que no cree haber hecho algo malo. No suena sincero.
No podemos proteger a nuestros hijos de todas las heridas y la negatividad del mundo, pero sí podemos ayudarlos a lidiar con sus propios sentimientos cuando se enfrentan a ellos.
Es para nosotros, en el Colegio Greenland, muy importante darles a nuestros alumnos una formación en valores, tales como compañerismo, solidaridad, conciencia social, respeto, honestidad, etc. Contáctanos y conoce más sobre la formación integral que tu hijo recibirá con nosotros:
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