La generosidad puede practicarse de muchas formas. Es importante que enseñemos a nuestros hijos a ser generosos. Ellos buscan en nosotros lecciones de vida y nuestra influencia sobre ellos en sus primeros años de vida es determinante.
Nunca es demasiado pronto para comenzar a mostrarles a nuestros hijos a dar de sí y a inculcar en sus corazones la importancia de hacerlo. A continuación, presentamos algunos consejos sobre cómo enseñar a los niños a ser generosos:
1. Da el ejemplo siempre que puedas
La primera y más efectiva forma de inculcar rasgos de carácter en los hijos es ponerlos en práctica nosotros mismos. Por lo tanto, pon todo tu empeño en conducirte como el ejemplo memorable de una persona generosa.
Tus hijos te observan y te admiran. Intuitivamente captan mucho más de lo que quizás te hayas percatado.
¿Eres ejemplo de amabilidad al ser cortés con otras personas en el supermercado? ¿Saludas con respeto a tus vecinos cuando sales a pasear? ¿Muestras paciencia cuando un conductor de la tercera edad está delante de tu coche, aunque tengas prisa?
¿O te interesa realizar actos de caridad o generosidad siempre que cuentas con la oportunidad de ello? ¿Buscas sacrificar parte de tu tiempo para compartirlo con los demás, a pesar de tu agenda ocupada?
La verdadera generosidad se enseña en el hogar, y la mejor manera de enseñarla es a través de las acciones. En lugar de elegir un acto caritativo para llevar a cabo año tras año, es mucho mejor entretejer la generosidad en nuestras vidas y las de nuestros hijos.
2. Hagan voluntariado en familia
Las acciones tienen una gran relevancia en la vida. Los padres influimos de modo significativo sobre muchas de lo que los hijos deciden hacer. El verano suele deparar algo de tiempo libre a padres e hijos y esa puede ser el momento ideal para participar en voluntariado en familia.
Busquen tareas de voluntariado apropiadas para toda la familia. Esta será una manera inmejorable para que los hijos exploren su lado generoso. Ampliarán su perspectiva y también ejercitarán su empatía en tales proyectos.
3. Habla con tus hijos sobre la importancia de dar
En general, los padres no queremos que nuestros hijos se conviertan en personas egoístas y egocéntricas. Depende de nosotros que ello no suceda así.
Los libros son excelentes catalizadores para hablar con los hijos sobre la importancia de dar (hay varios libros infantiles para educar en valores y generosidad). Necesitamos transmitirles este mensaje siempre que nos sea posible.
La clave para realmente grabar la trascendencia de la generosidad en la psique de nuestros hijos es recordárselas una y otra vez. Y también ejemplificarla una y otra vez.
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4. Pídeles que compartan o donen parte de lo que tienen o del dinero que reciben
Las personas generosas con sus posesiones a menudo han sido así durante mucho tiempo. No se esperan a conseguir mucho dinero o bienes materiales para compartir algo con quienes tienen menos. En cambio, su corazón les dice que traten de dar siempre que puedan, a pesar de que ello requiera algunos sacrificios.
Una buena manera de ayudar a los hijos a cultivar esta actitud de generosidad es pedirles que compartan o donen objetos, juguetes o ropa usada a otros niños. O, bien, que den parte de sus mesadas (aunque no sea mucho) a personas que necesitan más ese dinero.
5. Anima a tus hijos a ser amables con los demás
Los niños, desafortunadamente, pueden malearse, pero con suerte, con tus hijos no pasará esto. Es relevante para su educación que podamos hablar con ellos de por qué es tan necesaria la amabilidad. Y nosotros, por supuesto, somos capaces de dar el ejemplo de comportamientos amables.
Recuérdales a tus hijos que nos es más fácil ser amables cuando nos sentimos bien, pero es más difícil serlo cuando no nos va como quisiéramos. Puedes apoyarte en juegos y películas para darles a entender cómo “perder bien” y cómo tratar a los demás cuando nos hallamos en circunstancias desfavorables.
Hay muchas películas de calidad para niños que contienen este tipo de mensajes. Úsalas para entablar conversaciones y hablar más sobre la bondad y la generosidad.
La generosidad es un rasgo favorable de carácter que los padres debemos fomentar en nuestros hijos desde una edad temprana. Con estos consejos, la generosidad podrá llegar a ser un hábito indisociable de la personalidad de tus hijos hasta bien entrada la adolescencia y la edad adulta.
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