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El impacto del ejercicio en el desarrollo de los niños

Más allá de una alimentación saludable, sueño suficiente y una higiene adecuada, los niños pequeños también necesitan mucho ejercicio para mantener sus cuerpos y mentes sanos y equilibrados. La actividad física diaria es indispensable para desarrollar huesos y músculos fuertes, así como para fortalecer corazón y pulmones. 

El ejercicio también ayuda a los niños pequeños a mejorar sus habilidades motoras gruesas, como correr, patear, lanzar y balancearse. La actividad física regular puede disminuir en gran medida el riesgo de que los niños desarrollen obesidad y problemas de salud asociados, además de promover un mejor sueño. 

Además, dado que muchos niños pequeños juegan con otros niños, el tiempo de ejercicio también puede estimular a los niños pequeños a adquirir habilidades sociales ejemplares como compartir, comunicarse y empatizar.

El tiempo de juego también puede convertirse en una experiencia familiar que sirva para unir a los miembros de la familia y brindarles a los miembros adultos la oportunidad de modelar hábitos saludables de ejercicio en los niños. 

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El ejercicio también resulta útil para que niños pequeños tengan una imagen de sí mismos y una autoestima positivas, ya que se enorgullecen de sus logros físicos. La emoción que conlleva correr, reír y jugar también puede mejorar el estado de ánimo de los niños. Cabe mencionar una de las razones más importantes por las que los niños deberían jugar afuera: ¡es divertido!

Se recomienda ampliamente que los niños de todas las edades realicen al menos 60 minutos de actividad física la mayoría de  días. Sin embargo, el ejercicio no tiene que ser aburrido y monótono. Las familias pueden caminar juntas, andar en bicicleta, jugar béisbol, baloncesto, fútbol, ​​pescar o practicar otros deportes en el patio trasero. 

Los más pequeños pueden pasar horas jugando con sus amigos en el gimnasio o en el patio de recreo. Los adultos pueden proponer y supervisar competencias, carreras de obstáculos, etc., que sean apropiadas para la edad y seguras. Los niños también pueden participar en ligas y otras actividades deportivas apropiadas para el desarrollo promovidas por alguna comunidad. 

Cualquiera que sea la forma que adopte la actividad física de los niños, los padres deben hacer lo posible para tomar las precauciones de seguridad adecuadas y reducir el riesgo de lesiones, incluido el daño de la piel por sobreexposición al sol. 

El verano ofrece a los niños la más amplia gama de oportunidades para la actividad física. Sin embargo, el ejercicio todavía puede tener lugar en días con mal tiempo. Los más pequeños pueden unirse a una "fiesta de baile" en la sala de estar o practicar movimientos suaves. Algunas consolas de videojuegos fomentan la actividad física al llevar a los jugadores a moverse con el fin de ganar el juego. 

Además, las familias pueden disfrutar de noches de diversión en interiores como en un boliche o una pista de patinaje. Los niños pueden tomar clases (por ejemplo, natación, gimnasia, karate o baile) o unirse a equipos deportivos (por ejemplo, fútbol, ​​baloncesto o voleibol). Muchas instalaciones les ofrecen tarifas reducidas a las familias que de otra manera no podrían pagar.

El ejercicio además motivará a los pequeños a interesarse a futuro por las actividades físicas y a adquirir un gusto por el ejercicio, el cual puede manifestarse de diversas maneras, pero en última instancia, los llevará a mantener una vida en movimiento.

Descubre todas las actividades extracurriculares de que disponemos en el Colegio Chimalistac para que tu hijo se desarrolle física, artística o intelectualmente al máximo. Entre ellas están: fútbol, básquetbol, gimnasia, orquesta escolar, piano, diseño de videojuegos, robótica, club de tareas, etc.

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