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Cómo mantener motivados a los niños en las clases en línea

La mayoría de niños han estado aprendiendo a distancia desde hace varios meses. Los padres podríamos pensar que ya deberíamos tener esto bajo control. No obstante, muchos niños aún batallan por sentirse interesados ​​en la escuela.

Aun así, las familias tienen la oportunidad de comenzar de nuevo en este 2021. Con algunas estrategias efectivas podrás ayudar a tu hijo a aprovechar al máximo la experiencia en línea y reducir los conflictos relacionados con el estudio al mínimo. Aquí te compartimos algunas:

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Aborda la raíz del problema

Existen muchas razones por las que los niños podrían no querer participar en la escuela. Por ejemplo, algunos niños pueden tener dificultades para manejar una gran cantidad de tarea a distancia. Otros pueden tener problemas de atención o estar experimentando ansiedad.

La mejor forma de identificar la posible fuente del problema es sencilla: habla con tu hijo. Quien más sabe, aunque quizás no sepa cómo decirlo, es el niño. Éstos son consejos para conversar productivamente sobre dicho tema:

  • Elige el momento adecuado. No hables con tu hijo cuando se sienta mal. Si está explotando y dice: “No voy a hacerlo”, ése no será el momento adecuado para hablar. Dale tiempo para que se enfríe y se sienta un poco mejor. Luego vuelve a intentarlo.
  • Valida su experiencia. Al hacerles saber a los niños que no se encuentran solos podemos estimularlos a confiar en nosotros. Puedes compartir algunos de tus propios desafíos en torno al trabajo remoto o emplear un lenguaje idóneo y más accesible para articular el problema.
  • Haz preguntas abiertas. Dale lugar a tu hijo niño para expresar lo que tenga que decir, en vez de dirigir la conversación de manera unívoca. Por ejemplo, podrías preguntarle: ¿Qué te gustaría obtener del resto del año escolar? ¿Cómo crees que el estudio sería más interesante para ti?

Es importante que enmarques el asunto como algo que le resulta incómodo a tu hijo, no como algo que está mal con él. El objetivo consiste en enfatizar que tanto tú como él son parte del mismo equipo y que tú estás allí para apoyarlo, no para culparlo.

Y si parece lidiar con ansiedad o depresión, esta conversación podrá darte una pista sobre si recurrir, o no, al apoyo profesional de un pediatra, terapeuta o asesor escolar.

Redirige la motivación

Por supuesto, buscamos que nuestros hijos se interesen por la escuela. Pero en el momento actual, la motivación intrínseca podría no ser una meta realista. Suelta la idea de que tu hijo debería sentirse motivado por cuenta propia para desempeñarse con éxito en las clases.

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Si bien tu objetivo podría orientarse a que tu hijo se destaque en la escuela, quizá debas contemplar un objetivo completamente diferente. Tal vez quiera disponer de más tiempo frente a la pantalla o elegir lo que cenarán, o incluso hacer que dejes de molestarlo por su rendimiento académico.

Averigüa lo que tu hijo realmente desea y haz una especie de contrato con él para que pueda conseguirlo. Por ejemplo, podrían convenir en que por cada objetivo que alcance, ganará puntos para obtener una recompensa.

Colabora con los maestros

En algunos casos, al tener una mayor comunicación con los maestros de tu hijo podrías lograr involucrarlo más en el aprendizaje a distancia.

Intenta dialogar con sus maestros sobre las expectativas en cuestión y la posibilidad de ajustarlas. De tal modo, ellos tendrán una idea del progreso de tu hijo, mientras que la meta será más alcanzable para él.

Hablar con los maestros también es crucial para saber si la ansiedad, la depresión u otro problema está interfiriendo con el rendimiento de tu hijo. Infórmalos y hazles saber cuanto puedas hacer para ayudar. Pequeños ajustes podrían hacer una enorme diferencia.

Ajusta tus expectativas

Establecer metas realistas es la clave para replantear este ciclo escolar de una manera más positiva y ayudarle a tu hijo a mantenerse motivado. Discierne algunas de sus prioridades más esenciales: como desarrollar habilidades matemáticas o leer de forma más independiente.

Si te concentras en un par de cosas importantes y te muestras menos estricta respecto a las demás, la presión de ambos disminuirá. La idea es que tu hijo experimente la sensación de poder alcanzar un objetivo más pequeño (como terminar un libro por su cuenta) en lugar de sentirse abrumado.

Aun las pequeñas victorias pueden contrarrestar los patrones de desmotivación y animar a los niños a proponerse metas más ambiciosas eventualmente.

Tómate un descanso, si es necesario

Es natural sentirse abrumado al administrar los deberes escolares de los niños además del resto de cargas diarias durante una pandemia. Y la verdad es que no hay solución fácil para muchos de los desafíos a los que se enfrentan las familias.

En lugar de quedarte atascado en todo aquello que no puedes hacer, trata de recompensarte todas las cosas que has podido y puedes completar. Recuerda que lo esencial -como alimentar a la familia o trabajar al ritmo que se te pide- son hoy grandes logros, ya sea que tu hijo termine o no su tarea de matemáticas.

Además, al despejar tiempo para descansar le darás un buen ejemplo a tus hijos. Cuando te das tiempo para relajarte, les muestras que el trabajo no lo es todo y que la perfección no es indispensable. Diviértete con tu hijo para cultivar una relación positiva. Aunque sea lo único que hagan ese día, será tiempo bien empleado.

Quizás no sólo te interese mantener motivado a tu hijo en el aprendizaje a distancia, sino acelerar su capacidad para aprender. En esta guía te compartimos 5 formas de acelerar su aprendizaje, puedes descargarla aquí:

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