Vivimos una etapa en que alumnos de todas edades deben acoplarse a la educación en línea después de haber estado acostumbrados a las clases presenciales en un aula. Aún no sabemos cuánto durará esta situación, pero por ahora es necesario que saquen el mayor provecho de ella.
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Así que, como padre, ¿qué puedes hacer para ayudarle a tu hijo a estudiar y a aprender mejor en línea? Existen varios retos que han surgido para los alumnos a partir de este nuevo escenario educativo, en el presente artículo mencionamos algunos de éstos y cómo puedes apoyar a tu hijo para que los supere.
Mientras algunos estudiantes se han adaptado a las clases virtuales escolarizadas con mucha naturalidad, otros han tenido que esforzarse un poco más para sentirse suficientemente cómodos en tal medio. Sin embargo, no hay dificultad en el estudio que no conlleve una solución práctica.
Estos son algunos de los retos más comunes que los alumnos enfrentan actualmente en este ámbito junto con consejos específicos para padres (e hijos) sobre cómo abordarlos:
Problemas técnicos
Desafortunadamente, en un entorno virtual es probable que ocurran problemas técnicos de vez en cuando. Puede que la computadora de tu hijo se apague de repente y tenga que reiniciar el dispositivo. O también puede haber momentos en los que el wi-fi sea irregular.
La solución: El paso relacionado más importante es que tu hijo se mantenga en contacto con sus maestros y les informe lo que está sucediendo, aunque pueda ser más prudente hacerlo al final de la clase. Es de esperar que comprendan y se muestren flexibles. Para esto grabarán las sesiones de clase como respaldo.
Habrá problemas de tecnología, y es importante que los alumnos tengan la paciencia para resolverlos. Pero la prevención es otro aspecto que deben cubrir. Para evitar cualquier dificultad técnica que pueda llegar a surgir, lo mejor es que tu hijo revise antes las conexiones y la batería de su computadora, así como el wi-fi.
Distracciones y administración del tiempo
Mientras tu hijo estudia desde casa, puede haber más distracciones de lo habitual, especialmente con la familia y, posiblemente, los hermanos alrededor.
Como resultado, la concentración y la administración del tiempo en torno al estudio se volverán más desafiantes.
La solución: Además del horario escolar, traten de crear una rutina extraescolar de estudio: tu hijo debe planear cuándo estudiará y cuánto tiempo le dedicará. Por otro lado, deberá seguir dándole prioridad a su salud física y mental, así que también debe despejar tiempo para divertirse o hacer ejercicio.
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Ayuda a tu hijo a identificar un lugar tranquilo y cómodo en la casa para estudiar y completar la tarea. De preferencia, uno exento de distracciones y en que no haya demasiado ruido. Este sitio estará específicamente designado para tomar clases y hacer tarea. Lo mejor es que tu hijo mantenga cierta constancia en su rutina.
Mantenerse motivado
Dado que los alumnos no asistirán a la escuela de manera física y, por lo tanto, no convivirán presencialmente con sus compañeros y sus maestros, puede resultar difícil que encuentren la motivación para participar en clases, esforzarse por aprender o prestar atención.
Si un niño no considera su hogar como un espacio de estudio, será complicado que adopte esa mentalidad. No obstante, aunado a la tranquilidad que procurará, el lugar que tu hijo haya elegido para estudiar le dará una sensación de que en él podrá dedicarse a la escuela. El punto es que pueda diferenciarlo.
La solución: Hemos sugerido que planear una rutina extraescolar y encontrar un sitio de estudio productivo son aspectos útiles a tener en cuenta. Pero también puede ayudarle a tu hijo simplemente concentrarse en el objetivo final.
Al final del día (o de la semana), le servirá revisar lo que haya aprendido durante el día y marcar todos los elementos que haya completado. Saber que lo hizo puede aportarle una gran motivación.
Al mantenerse en contacto tu hijo con sus compañeros de clase (en especial con los que se lleve mejor), además de comunicarse con sus maestros, también se sentirá motivado para esforzarse más.
Comprensión de las expectativas de los cursos
El cambio repentino al aprendizaje en línea ha dejado a algunos alumnos confundidos respecto a algunos requisitos sobre las clases. Podrían preguntarse, por ejemplo, cuándo y cómo deben completar las tareas o ejercicios, o cómo se llevarán a cabo las evaluaciones parciales y finales.
La solución: Los expertos dicen que los alumnos deben ser proactivos al hacerles preguntas a sus profesores sobre las expectativas de cada curso y si habrá alguna modificación en los requisitos debido a la transición. Aunque ya se hayan especificado las instrucciones, es de esperarse que surgirán más dudas ahora.
Conocer las expectativas le ayudará a tu hijo a planificar y programar lo que necesite hacer a diario, y semana tras semana. Asimismo, debe estar consciente de que diferentes maestros pedirán distintas cosas (tal y como ocurre de manera presencial).
Falta de interacción en persona
La falta de interacción en persona tanto con maestros como con los compañeros de clase puede ser particularmente desconcertante para niños y adolescentes. En la interacción cara a cara uno convive y habla con ellos. La transición a un entorno virtual, en cambio, conlleva cierto distanciamiento.
La solución: Serán los maestros quienes guiarán a los alumnos para que puedan interactuar y enfocarse tan natural y eficientemente como sea posible. Pero dependerá de tu hijo que aproveche las herramientas a su disposición, las plataformas y se integre a las clases. Eventualmente le resultará más fácil.
Hablar por teléfono con compañeros de clase o con un maestro también es una buena opción.
Adaptarse a tecnología desconocida
Adaptarse a algunas de las plataformas y recursos digitales puede representar un reto tanto para los niños como para sus padres. Muchos de ellos no habían usado nunca algunas de las herramientas que deben emplear a diario para tomar clases y cursar materias.
La solución: Aparte de que habrá tutoriales por parte del colegio para que alumnos y padres aprendan a usar correctamente las plataformas y los recursos virtuales, existen múltiples videos y páginas (que pueden encontrarse con los motores de búsqueda) para resolver dudas relacionadas.
También por parte de la escuela los padres o los alumnos pueden preguntarles a maestros o directivos para que los apoyen.
A pesar de que existan ciertas dificultades que se les presenten a los alumnos como resultado de la transición al aprendizaje en línea, también hay soluciones oportunas que tanto ellos como los padres pueden considerar para facilitarlo. Es relevante mencionar que poco a poco lograrán adaptarse.
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