En comparación con los millennials y sus homólogos de la generación X, los jóvenes de la generación Z conducen menos (en automóvil), no toman tan a menudo trabajos de medio tiempo y se quedan en casa en lugar de convivir con sus amigos.
No es sorprendente que muchos padres se sientan confundidos por estas tendencias en sus hijos y algunos se preocupen por su futuro. Pero es innecesario que esto les provoque un estrés exagerado a los padres o que les causen estrés inoportuno a sus hijos.
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Esta “rebelión” generacional tiene el potencial de abrirles oportunidades distintas en lugar de cerrarles el camino.
Generación Z: ¿quiénes son realmente?
Muchas de las decisiones de la generación Z son bastante maduras y reflexivas. Algunos estudios apuntan a que los adolescentes de hoy experimentan menos con el alcohol o las drogas y se exponen a menos situaciones que atenten contra su integridad.
En consecuencia, podría parecer que los estudiantes de secundaria y de preparatoria están desarrollándose de una forma más lenta, pero en realidad son mucho más pragmáticos y conscientes respecto a sus estilos de vida y decisiones extracurriculares.
Por ejemplo, en el caso de conducir, ¿realmente es imprescindible tener una licencia de conducir para pasar tiempo con los amigos en el mundo actual? La tecnología facilita el contacto con las amistades. Aunque dependan mucho de los dispositivos, es un recurso para que los jóvenes se mantengan en contacto con su grupo social.
Esta no es la primera vez que se aprecia tal tipo de actitud conservadora, individualista y resistente. Los miembros de la generación silente, cuya población alcanzó la mayoría de edad durante la década de 1930, actuaron de manera similar.
Ellos también ahorraron dinero y resistieron la tentación de convertirse en adultos antes de tiempo. Estas mismas personas llegaron a prosperar más tarde, y también lo hará la generación Z, con un estímulo moderado, una fuente constante de apoyo y una generosa dosis de comprensión por parte de los padres.
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Cómo alentar a los jóvenes de la generación Z
Las pequeñas oportunidades que conllevan una gratificación relativamente instantánea pueden ser un incentivo idóneo para los jóvenes que quizás no busquen actividades colaborativas y enriquecedoras por cuenta propia.
Los padres que desean que la transición de la adolescencia a la adultez en sus hijos sea más llevadera pueden allanar el camino al mantenerse atentos y buscar actualizarse respecto a los intereses de la generación Z.
Aquí hay tres consejos para ello:
1. Fomenta actividades que impliquen interacción directa
La generación Z está siendo estereotipada como una generación de solitarios. Si bien esto no es del todo cierto, sus miembros simplemente usan los dispositivos para convivir con otras personas.
Pero los adolescentes necesitan saber cómo hacer incluso tareas mundanas, como llamar a restaurantes para pedir comida para llevar, comparar precios, negociar propuestas sencillas o programar horarios semanales.
Debemos procurar enseñarles algunas de estas cosas. Confiarles tareas valiosas que no requieran demasiada instrucción. Esto no sólo los validará como colaboradores de un equipo durante unas horas, sino que también les abrirá los ojos a cómo podría darse la vida profesional.
A pesar de que sean aspectos relativamente pequeños, con el tiempo se sumarán y permitirán que mejore la calidad de la interacción de los jóvenes.
2. Concéntrate en actividades familiares a corto plazo
A muchos adolescentes no les encanta pasar tiempo en familia, pero eso no significa que no quieran a los padres o que ellos no puedan influir en sus vidas. Dar un paseo con los hijos es una forma sutil de promover el contacto y propiciar la convivencia sin dispositivos.
Los padres pueden animarse a probar los juegos en línea o aprender más sobre las actividades que disfrutan. Será mejor que estemos dispuestos a cambiar nuestra actitud y descubrir lo que les gusta; sin perder de vista lo que es importante para nosotros en el proceso.
3. Canalizar el tiempo frente a la pantalla de un modo productivo
La generación Z y la tecnología van de la mano. En lugar de forzarlos a dejar de usarla, podemos lograr que el tiempo frente a la pantalla también sea productivo.
Algunas maneras idóneas de hacerlo son alentando a los jóvenes a buscar opciones de trabajo remoto o presencial (vía internet), de aprendizaje en línea o posibles opciones de carrera, ya sean presenciales o no. O incluso buscar talleres o programas para ellos que contemplen cuán relevante es la tecnología en sus vidas.
La generación Z puede dejar perplejos a los adultos a veces, pero, como todas las generaciones, los jóvenes de hoy también encontrarán su camino con el apoyo de quienes quieren lo mejor para ellos y pueden encauzar su talento con más dedicación.
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