Imagina un chico cuyo mundo gira en torno a él y sus caprichos y que no tenga límites de ningún tipo. ¿Cómo crees que pueda ser de adulto? En los niños de 3 a 5 años, la imposición de las reglas desempeña un papel crucial en su crecimiento psicosocial.
Según la teoría del desarrollo cognitivo del psicólogo Jean Piaget, durante esta etapa los niños están en la fase preoperacional, caracterizada por un pensamiento egocéntrico y la dificultad para comprender la perspectiva de los demás.
Por lo tanto, establecer límites saludables es necesario para enseñarles sobre el respeto, la responsabilidad y el autocontrol. A continuación, te brindamos 8 ejemplos que podrán serte útiles con tus hijos:
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Rutinas
Las rutinas proporcionan ritmo, estructura y seguridad a los pequeños. Concreten horarios para comer, dormir y realizar actividades diarias. Fijar horarios les enseña cuándo descansar, trabajar o jugar.
En este apartado queremos aprovechar para recalcar la importancia de la puntualidad, tanto como una forma de valorar el tiempo de los demás como para ser consistentes con los buenos hábitos y hacer los deberes en su momento.
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Respetar a los demás y su entorno
Hay que inculcar a los chicos el respeto a los límites físicos y emocionales de los demás como una base esencial de la socialización.
Explicarles por qué es indispensable pedir permiso antes de tomar algo prestado o no interrumpir cuando alguien está hablando les ayuda a comprender la importancia de contemplar los sentimientos y necesidades de otras personas.
Pero no sólo otras personas deben ser consideradas, sino también otros seres vivos y el ambiente en el que nos desenvolvemos, al no tirar basura y llevar una vida encaminada a la sustentabilidad y al cuidado de las cosas y del mundo.
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Autocontrol
Instruirlos en la gestión de sus emociones y el manejo de sus comportamientos es vital para su bienestar psíquico, físico y social.
Por ejemplo, establecer un lapso de espera antes de tomar decisiones impulsivas o mostrarles cómo respirar profundamente cuando se sienten frustrados les sirve para generar herramientas de autorregulación.
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Todo en exceso es malo
Poner un tope sobre el uso de pantallas y dispositivos electrónicos sirve para proteger la salud física y mental. Pero también para cualquier cosa y actividad, bajo la regla de oro de que todo en desmedida es perjudicial. Aquí también se incluye el comer muchos dulces, descansar demasiado, etc.
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Seguridad espacial
Es crucial informarles sobre los peligros del entorno, como los objetos afilados o los extraños, y elaborar reglas claras sobre cómo actuar en situaciones de riesgo para brindarles un marco de seguridad.
Cada que exploren un nuevo espacio señala hasta dónde es permitido moverse con libertad sin exponerse a un peligro mayor.
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Fomentar la independencia
Los chicos deben estimular sus habilidades de autocuidado y responsabilidad.
Para este fin, deja que ellos se vistan solos o que aporten en quehaceres domésticos simples, lo que los impulsará a asumir tareas y tomar decisiones por sí mismos.
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Cuida el lenguaje
Las palabras son mágicas y tienen el poder de lastimar o curar. Esto es algo que todo niño debe tener presente para ser precavido con lo que dice, a quién se lo dice y cómo lo dice.
Como es pequeño, este proceso estará lleno de errores, pero con paciencia y cariño puedes ilustrarle cómo usar adecuadamente el lenguaje en cada momento.
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“Aquí no y en este lugar no”
Nuestro comportamiento depende del contexto en el que estemos, y hay sitios en los que es indispensable ser más callados o serios porque estamos compartiendo un espacio con otras personas.
Respeta junto con tus hijos las reglas de guardar silencio en el cine, explícales por qué no es correcto correr en un hospital o en una ceremonia, etc. Ellos irán aprendiendo a distinguir los momentos y sitios en los que hay mayor libertad y en los que es mejor mantenerse tranquilos.
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Estos límites no solo promueven un desarrollo emocional, social y cognitivo saludable, sino que también asientan las bases para un comportamiento positivo y habilidades de afrontamiento eficaces en el futuro.
No olvides hacerlo siempre desde la disciplina positiva y no desde el autoritarismo o la punición, puesto que se trata de guiarlos en aspectos que no conocen y que les es difícil comprender, pero con paciencia y amor estamos seguros de que entenderán las razones y la valía de los límites para vivir mejor a nivel personal y en comunidad.
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