¿De qué se trata el aprendizaje constructivista?

En la actualidad, cuando se habla de métodos educativos, es común encontrar una metodología llamada “constructivista”, gracias a su gran popularidad.

Se le llama constructivista debido principalmente a que este modelo de aprendizaje parte de una concepción del conocimiento como una construcción del ser humano: cada persona percibe la realidad, la organiza y le da sentido en forma de constructos, resultado de las estructuras de nuestro pensamiento.

El modo en el que un alumno capta su realidad depende de:

Sus capacidades físicas
El estado emocional en que se encuentra
Sus condiciones sociales y culturales

Podríamos usar una analogía para entenderlo de modo claro y sencillo:

El cerebro es una especie de molde, que tiene una forma específica de acuerdo con nuestras condiciones, capacidades y experiencias. Cada que llega nueva información a nosotros, se moldea esa nueva información para adecuarse y encajar con los saberes previos. A su vez, este acomodo expande el molde cerebral.

Lo anterior implica los siguientes factores, que son parte del aprendizaje constructivista:

Debemos considerar el contexto cultural, condiciones y referentes del sujeto que aprende, puesto que, si no se enlazan los nuevos saberes con sus construcciones previas, el estudiante no podrá embonar el nuevo conocimiento con su estructura particular.

El aprendizaje significativo, concepto clave del constructivismo, indica que lo que se aprende se conecta con lo ya aprendido.

Cada alumno es diferente, por lo que cada uno construirá saberes distintos y eso no significa que algunos sean más correctos que otros (siempre y cuando estas edificaciones sean coherentes, útiles y denoten un cambio en la forma de entender o actuar del estudiante). Incluso puede que las diferentes cimentaciones enriquezcan los campos de conocimiento.
El aprendizaje debe ser valioso para la persona que lo obtiene, de tal modo que, en el constructivismo, es imperativo que los contenidos que se pretenden enseñar sean relevantes para los alumnos.
El docente funge como guía del proceso, interactuando con los educandos para formar una comunidad de conocimiento donde todos aprenden de todos.
Los alumnos toman un rol activo en la educación para ser agentes responsables de su propio conocimiento. Aprender a aprender se vuelve la habilidad fundamental de este modelo.
Los fines educativos se centran en las capacidades, potencialidades e intereses de los aprendices, pero se influye en ellos sin forzarlos, de tal manera que el proceso se vuelve dialéctico. Dicho de otro modo, la institución acota los caminos que pueden tomar los estudiantes, pero dentro de esos posibles senderos, ellos eligen los que se ajustan a sus deseos.

Si el constructivismo como modelo pedagógico goza de tanta popularidad es porque tiene bases psicológicas, filosóficas y sociológicas sólidas en cuanto a lo que sabemos de cómo aprendemos los seres humanos, respeta la identidad de los alumnos y mantiene relaciones horizontales entre los agentes que participan en el proceso educativo.

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El Colegio Greenland adopta un modelo educativo constructivista-humanista, que busca a través de distintas estrategias y actividades creativas que los alumnos aprendan según sus capacidades y se desarrollen en todas sus dimensiones: cognitiva, emocional, social y física.

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