Uno de los aspectos más difíciles en la educación de los hijos es aprender a comunicarnos con ellos.
La comunicación en sí misma nunca ha sido fácil, pero si agregamos la brecha de edad, la angustia juvenil y un vocabulario aún en ciernes, es posible que sientas que tus esfuerzos serán en vano, que tú y tu hijo siempre estarán en perpetuo estado de malentenderse.
Esta sensación es totalmente comprensible. La mayoría de nosotros no hemos aprendido ni hemos practicado lo suficiente lo que es la verdadera comunicación: un intercambio de ideas en un entorno seguro, en el que todos se sienten escuchados y, con suerte, comprendidos.
A muchos de nosotros, el proceso de comunicación puede resultarnos francamente incómodo y hacernos rehuir conversaciones incómodas o responder de manera torpe.
Pero ahora podemos esforzarnos un poco más. Con nuestros hijos, se presenta una oportunidad para que le demos forma a cómo se comunicará la próxima generación. Así, podemos educar niños que no sólo tengan la confianza de expresar y comunicar sus necesidades, sino de escuchar con comprensión a otras personas.
Según la edad de tu hijo, el estilo de comunicación más efectivo será diferente. Éstas son algunas formas en que podrás comunicarte mejor con tu hijo, sin importar la etapa en que se encuentre:
Etapa: Preescolar
En preescolar, tu hijo está aprendiendo lo que puede hacer, en quién puede confiar y cómo explorar la profundidad de sus emociones.
Es importante que los padres se desempeñen como un medio seguro para que su hijo se exprese. El modo en que te comunicas debe hacerle entender que no tienes miedo de sus emociones y que permanecerás ahí mientras las expresa.
La empatía tiene una gran relevancia: aunque sus emociones puedan parecerte exageradas, debes tomarlas en cuenta y, muchas veces, responder como tal y como las perciben.
Afirma sus sentimientos de una manera comprensiva y suaviza tu tono. Luego, dale seguimiento con afecto y recuérdale a tu pequeño que estás ahí para escucharlo si quieren hablar.
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Etapa: Primaria
Cuando tu hijo ingrese a la primaria, comenzarás a notar cuánto anhela tener tu atención. También es durante esta etapa que los niños empiezan a compararse con los demás.
Al comunicarte con tu hijo de primaria, procura ponerte a la altura de sus ojos al hablar con él y prestarle toda tu atención. Resístete a la tentación de distraerte con otras tareas; el contacto visual es de gran ayuda en esta fase.
Cuando hables, asegúrate de elogiar sus logros (o sus intentos), de recordarle lo bueno que es y de alentarlo con afecto y optimismo. siempre que puedas, dale espacio para que exprese sus puntos de vista sin juzgarlo antes de que tú expreses los tuyos.
Etapa: Secundaria
Cuando los niños están en la fase de secundaria, muestran cierta resistencia en el frente de la comunicación. Pero los padres deben comprender que es en esta etapa que los niños anhelan descubrir una identidad única, lo cual suele suceder en el marco de una tensión en contra de la autoridad, es decir, en contra tuya.
Aunque puedan parecer audaces y confiados, es probable que ello sea una fachada. En este período, los hijos lo cuestionan todo, se preguntan cuál es su sitio en el mundo y entre sus compañeros. Entonces, lo mejor que podemos hacer en tal fase es ayudarlos a perfeccionar sus habilidades de escucha.
Tu hijo sentirá muchas emociones complejas, algunas que tal vez quiera compartir contigo, o no. Una vez que lo haga, tienes que saber que eso será un acontecimiento muy importante. Afirma lo que es y resalta su fortaleza y su capacidad.
También será buen momento para solicitar el refuerzo de más adultos solidarios e invitarlos a participar en la vida de tu hijo. Considera que tu hijo no siempre se sentirá cómodo hablando contigo sobre lo que ocupa su mente y corazón.
Sólo procura que sean personas en quienes ambos confíen y puedan intervenir con sabiduría y comprensión.
Etapa: Preparatoria
En la preparatoria, lo más importante para los jóvenes es encontrar un sentido de pertenencia y alimentar su propósito. Los adolescentes ponen a prueba sus valores, lo que a menudo se manifiesta como rebelión y oposición a los padres.
Por difícil que pudiera llegar a ser la comunicación en esta fase, tu hijo necesita escuchar que confías en él, que te interesan sus opiniones y que lo amas, sin importar lo que suceda.
Esta etapa conlleva una gran transición para los jóvenes: pronto serán personas independientes. Sin duda, tu hijo siente demasiadas cosas a la vez y, quizás, el miedo sea la emoción predominante.
Al comunicarte con él, asegúrate de transmitirle cuánto lo amas y que lo acompañarás en cuanto siga después. Si bien muchas cosas le son inciertas, su lugar en casa siempre será algo con lo que podrá contar.
Aprender a comunicarse de una forma efectiva con los hijos es una tarea difícil pero crucial. Y a pesar de que no lo hagamos bien todo el tiempo, tu esfuerzo y tu deseo de comprender a tu hijo y de ser comprendido por él te convierte en un gran padre.
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