Si quieres enseñar a tus niños pequeños a comportarse mejor, pero te preocupa no incurrir en prácticas que pudieran afectar su salud emocional, te proponemos conocer la disciplina positiva.

La disciplina positiva se basa en el respeto mutuo, la empatía y la colaboración entre padres e hijos. En el caso de preescolares, esta modalidad es esencial para ayudarles a desarrollar habilidades sociales y emocionales saludables, a la vez que se establecen límites claros y se refuerza la conducta apropiada. 

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A continuación, exploraremos 7 de los consejos más útiles para fomentar la disciplina positiva en los niños preescolares que pueden ser aplicados tanto en el hogar como en el entorno escolar:

1. Establecer límites claros

   Es fundamental que entiendan cuáles son las reglas y límites en el hogar o en el aula. Esto les permite sentirse seguros y saber qué esperar en diferentes situaciones.

   
   

2. Ser consistente

   Te sugerimos ser consistente y congruente en la aplicación de las consecuencias para el comportamiento inapropiado. Esto orienta a los niños a entender que sus acciones tienen consecuencias predecibles.

3. Usar el refuerzo positivo

   Reconocer y premiar las buenas acciones es una excelente manera de fomentar la disciplina positiva. Puedes elogiar a tus hijos cuando hagan algo correcto y premiarlos con algo que les guste, como un dulce, y siempre serán valiosos tanto los abrazos como las palabras de cariño.

4. Dar opciones

   Los preescolares a menudo quieren sentir que tienen algún control sobre su entorno. Ofrecer opciones limitadas (por ejemplo, "¿Quieres ponerte el abrigo rojo o el azul?") puede estimular a los niños a pensar que pueden elegir y así reducir las rabietas.

   
   

5. Usar el tiempo fuera

   Si un niño preescolar está teniendo un berrinche o está actuando de manera inadecuada, puede ser útil darle un tiempo de espera. Esto le brinda una oportunidad para calmarse y pensar en su conducta. Asegúrate de explicar por qué están usando un tiempo de espera y cuánto tiempo durará.

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6. Abrir un espacio de diálogo en confianza

   Hablar con tu hijo sobre su comportamiento para que entienda cómo sus acciones afectan a los demás es crucial, principalmente para abrir el canal de comunicación y entenderse mutuamente. Puedes hacer preguntas abiertas, escuchar con atención sus respuestas y ofrecer soluciones juntos.

   
   

7. Mantener la calma

   Recuerda que, al ser niños pequeños, cometerán errores, no sabrán cómo actuar o lo harán por impulso. Mantén la calma y ten presente que ellos aprenden mejor cuando se les trata con respeto y paciencia. Si sientes frustración, tómate un momento para respirar profundamente antes de responder.

La disciplina positiva es un enfoque eficaz, respetuoso y tolerante para guiar el comportamiento de los preescolares. Al seguir estos pasos los adultos pueden conducir a los pequeños a practicar habilidades sociales y emocionales sanas, a la vez que se fomenta su autonomía y responsabilidad. 

El Colegio Greenland de la Ciudad de México reconoce la identidad de cada alumno y trabaja de forma personalizada con todos ellos a través de la comunicación asertiva y los valores. Tu hijo será capaz de desenvolverse en un entorno seguro y propicio para crecer con libertad y felicidad en la escuela. 

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