Desde el momento de nuestro nacimiento, las emociones nos acompañan y desempeñan un papel determinante en la formación de nuestra personalidad y en nuestras interacciones sociales, desde al hacer amigos y poner límites hasta al cuidar de nosotros mismos y nuestra moralidad.
Saber expresar las emociones con claridad es esencial para el bienestar y desarrollo integral de los pequeños. Así, al comunicarse adecuadamente les es posible construir relaciones más saludables y resolver conflictos con mayor efectividad.
Muchos padres enfrentan complicaciones al ayudar a sus hijos a identificar y expresar lo que sienten. Tal vez su hijo o hija tenga arranques de ira, se sienta triste sin motivo aparente o le cueste compartir sus emociones porque ni siquiera sea capaz de describirlas.
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Estas situaciones suelen ser frustrantes y desafiantes para ambos lados. Sin embargo, es crucial abordar estas situaciones con empatía y paciencia, así como reconocer que se trata de un proceso más dentro del desenvolvimiento natural de los seres humanos.
A continuación, se presentan 4 consejos prácticos que pueden ayudar a los padres en este importante aspecto de la educación emocional.
Antes de que cualquier persona pueda externar sus emociones, debe aprender a identificarlas. Dedica tiempo a hablar con tu hijo o hija sobre diferentes emociones y cómo se sienten en el cuerpo.
Utiliza libros como “El gran libro de las emociones” de María Menéndez-Ponte, juegos como “Wisdom: el mundo de las emociones” (disponible en Play Store), películas o materiales audiovisuales (como “Intensamente” de Disney) y situaciones cotidianas para enseñar a reconocer lo que sienten.
Por ejemplo, podrías decir: "Veo que estás frunciendo el ceño, ¿tu respiración está agitada?, ¿te sientes molesto(a) por algo?”.
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Los niños aprenden observando a los adultos a su alrededor. Si ven que compartes tus emociones de manera saludable y asertiva, es más probable que hagan lo mismo.
Expresa tus propios sentimientos con propiedad. Por ejemplo: "Me siento un poco estresada(o) hoy porque tengo mucho trabajo, pero voy a tomar un descanso para relajarme" o “me siento preocupado(a) porque no sé qué sientes y quiero que sepas que me importas mucho”.
Procura que se sienta cómodo(a) compartiendo sus emociones al evitar juicios poco constructivos. Invítale a platicar sobre su día y cómo se sintió en diferentes situaciones.
Haz preguntas abiertas y escucha activamente con empatía y validación. Sé constante y demuestra que puede confiar en ti al brindarle un espacio seguro y positivo. Una vez que hayan acabado de platicar vuelve a preguntar cómo se siente ahora que se han comunicado.
Es probable que al principio cueste trabajo, pero no desesperes, confía en que se irá soltando poco a poco y no dejes de recordarle que estás ahí para escuchar y cuidar de él o ella.
Identificar y comunicar lo que sentimos es parte de un proceso que también involucra aprender formas saludables de gestión emocional.
Para ello, usen técnicas de respiración, actividades físicas, el uso de palabras en lugar de acciones para mostrar cómo se sienten, o incluso un rincón de la calma en casa donde puedan ir a relajarse.
Muchas veces, apartar un tiempo en silencio dedicado únicamente a respirar cuando se está llegando a una discusión cambia completamente el panorama y ayuda a calmarse, pensar en la situación y poder conversar tranquilamente.
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Educar a los niños en la expresión emocional es una tarea que requiere tiempo, paciencia y, sobre todo, ejemplaridad por parte de los padres, pero que trae innumerables beneficios para su propio desarrollo personal y social.
Si persisten los problemas o crees necesitar ayuda, no dudes en buscar asistencia de profesionales en salud mental. Los psicólogos son expertos en estrategias adicionales y de apoyo tanto para los niños como para sus familias.
Recuerda, el bienestar emocional de tu hijo(a) comienza con tu propio actuar y disposición a aprender y crecer juntos.
En el Colegio Greenland implementamos un enfoque integral que atiende las dimensiones cognitiva, física, social y emocional de nuestros estudiantes.
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