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10 beneficios de que los niños aprendan a tocar un instrumento musical

La música puede conllevar muchos beneficios para los niños en crecimiento. Sin embargo, éstos no provienen sólo de sentarse en clase de música y asentir: los niños tienen que involucrarse activamente con la música.

Aprender a tocar un instrumento no sólo implica un impacto positivo en el bienestar físico y mental generales de un niño, sino que también ofrece otros beneficios. Sigue leyendo para aprender más sobre estos beneficios. Es posible que desees comprarle una flauta o una guitarra a tu hijo.

Dado que existe evidencia de que simplemente escuchar música no es tan efectivo, aquí hay 10 razones por las cuales los niños deberían aprender a tocar instrumentos en lugar de sólo escucharlos.

1. Aumenta las habilidades de memoria

Aprender un instrumento le enseña a un niño a crear, almacenar y recuperar recuerdos más efectivamente. Tocar un instrumento es como un entrenamiento completo para el cerebro. 

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2. Genera perseverancia y un sentido de logro

Aprender a tocar un instrumento requiere de mucho tiempo, paciencia y práctica. Durante las clases de música, un maestro fija objetivos a corto y largo plazo. A medida que el niño alcanza los objetivos, sentirá una sensación de logro y orgullo.

3. Mejora la coordinación

Tocar un instrumento requiere que el cerebro trabaje a  gran velocidad. La lectura de música se convierte en el cerebro para que puedan darse los movimientos físico al tocar el instrumento. Aquéllos que tocan instrumentos son mejores en su coordinación mano-ojo respecto de aquéllos que no lo hacen.

4. Perfecciona las habilidades matemáticas.

Tocar un instrumento puede parecer un acto creativo, pero tiene muchos paralelos con las matemáticas. La música y las matemáticas están muy entrelazadas. Al comprender el ritmo, los compases y las escalas, los niños aprenden a dividir, crear fracciones y reconocer patrones. Parece que la música genera conexiones que ayudan a comprender mejor otras áreas de las matemáticas.

5. Aumenta las habilidades de lectura y comprensión

Aprender y tocar música requiere de lectura y comprensión constantes. Los niños y adolescentes necesitan identificar notas en las partituras y reconocer qué nota (tono) tocar en su instrumento, cuánto tiempo sostenerla, qué dedo usar y qué tan fuerte tocarla. 

Asimismo deben identificar si la nota ejecutada es corta y abrupta, o si va más suave y se enlaza a la nota siguiente. Aprender a leer y comprender música incluso puede ayudar a los niños a leer y comprender literatura en clases.

6. Promueve responsabilidad

La mayoría de los instrumentos requieren algún tipo de cuidado o mantenimiento. Esto puede implicar desde lubricación hasta ajuste y limpieza. El que los niños se mantengan al tanto del estado de sus instrumentos requiere de un nivel de responsabilidad. Cuando los niños se vuelven más responsables, será más probable que lo cuiden ellos mismos sin que un padre tenga que recordárselo.

7. Expone al estudiante a la cultura y la historia

La teoría musical tiene una historia profunda que puede enseñarse como parte de la instrucción musical. La música es a menudo un reflejo de la cultura y la época en que se compuso. 

Exponer a un niño a múltiples tipos de géneros musicales (por ejemplo, clásico, contemporáneo, rock, jazz, blues, folk o medieval) les permitirá echarle un vistazo a el pasado. Comprender los orígenes de la música puede darles a los niños una comprensión más profunda de lo que están tocando y seguramente se volverán más apegados a ella.

8. Cultiva la autoexpresión

Los niños que aprenden a tocar un instrumento pueden expresarse creativamente. Al aprender a expresarse y mostrar sus emociones a través de la música, pueden encontrar una manera de canalizar de manera positiva sus problemas, lo que también les servirá a futuro.

9. Agudiza las habilidades auditivas

Tocar un instrumento requiere que los niños escuchen atentamente a una variedad de elementos diferentes. No sólo necesitan escuchar las instrucciones de su maestro, sino que también prestar atención al ritmo, al tono y a la velocidad de la pieza. Esta concentración mejorará sus habilidades en la música y en la vida.

10. Incrementa las habilidades sociales

El participar en un entorno grupal requiere que los niños y adolescentes trabajen juntos para colaborar en cierto sonido o canción específicos. Interactuar con otros niños les dará la oportunidad de hacer amigos. Además, propicia que los niños se relacionen con sus compañeros de clase.

En última instancia, el instrumento que tú y tu hijo elijan debe depender de varios factores. No solo lo que espere obtener de la experiencia, sino también lo que disfrute tu hijo. ¿Gravita hacia la guitarra? ¿Le gusta el sonido de un oboe? Comienza por encontrar un instrumento que naturalmente despierte su interés.

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