El pensamiento crítico se define como la capacidad de analizar, evaluar y aplicar los aprendizajes de manera reflexiva y lógica. En la era de la información actual, esta habilidad resulta esencial para enfrentar la sobrecarga de datos y opiniones, así como para generar un juicio sólido y autónomo.
En el caso de los infantes en edad preescolar, fomentar esta forma de pensar contribuye significativamente al desarrollo cognitivo al permitirles explorar ideas, formular preguntas y adquirir un entendimiento más profundo del mundo que los rodea.
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Por ello, en esta ocasión, te presentamos 10 actividades de pensamiento crítico para niños de preescolar que puedes emplear con tus hijos en casa:
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Juego de las preguntas abiertas
La curiosidad es el inicio del aprendizaje, y la herramienta por excelencia para buscar respuestas son las preguntas.
Los preescolares son preguntones por excelencia y lo mejor que podemos hacer es reforzar esta actitud investigativa. Jueguen a preguntarse cosas divertidas o interesantes; de las cuestiones que les surjan puedes contestarles con más preguntas.
Claro que es importante tratar de dar respuesta a sus inquietudes, pero también es necesario enseñarles el valor mismo que tienen las preguntas.
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Inventar historias
Proporciona una serie de imágenes, personajes o elementos diversos y diles que creen una historia que los una. Este tipo de actividad les permite ejercitar su imaginación y lógica al conectar los elementos con coherencia. Este es un buen inicio para propiciar el pensamiento complejo.
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Causas y efectos
Se presentan situaciones simples a los pequeños para que identifiquen qué sucedió primero y cómo eso condujo a un resultado específico. Por ejemplo, se podría hablar sobre cuál es la causa de que haya día y noche o de que llueva, o de dónde surgen los árboles, etc.
Después podemos partir de una situación concreta e inquirir sobre lo que creen que pasará. Para ilustrarlo imagina que tienes dos vasos con diferentes formas o tamaños y los llenan con la misma cantidad de agua, “¿qué pasará?”, ¡deja que se sorprendan!
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El juego de "Y qué tal si…"
En este juego los chicos se posicionan en escenarios hipotéticos que les invitan a imaginar cómo cambiarían las cosas si se modificara un aspecto particular del mundo. Se podría preguntar: "¿Qué pasaría si fuéramos gigantes, o si pudiéramos recordarlo todo?, ¿cómo cambiaría eso nuestras vidas?"
Esta actividad los anima a pensar su entorno y considerar diferentes posibilidades ante una misma situación.
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Búsqueda del tesoro
Consiste en esconder un pequeño objeto y darles pistas a los niños para que resuelvan los acertijos o sigan una secuencia lógica para encontrarlo.
Cada pista puede estar relacionada con un concepto simple, algo que ya conozcan para lograr un aprendizaje significativo. Es imperativo darles tiempo para que mediten las respuestas y motivarles a no rendirse. Nuestra enemiga es la pereza mental.
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Roles
En este ejercicio se les asigna a los chiquitines roles de personajes en diferentes situaciones problemáticas, como un comerciante que debe decidir si vender su vaca o vender su leche, o un gato que se salió de casa y debe encontrar el camino a su hogar.
A través de estos juegos de rol, encaran problemas que requieren reflexionar decisiones, lo que suscita el análisis y juicio crítico mientras consideran diversas opciones y consecuencias.
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Creación con restricción
Proporciona materiales de dibujo y ponles retos con limitantes, como sólo usar círculos para dibujar una figura humana o hacer una tortuga sin despegar el lápiz del papel.
Así, los desafiarás a pensar fuera de la caja para cumplir con las restricciones e ilustrar algo original, lo cual será muy útil para fortalecer su facultad de planificación.
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Encuentra la diferencia
Consiste en presentar dos versiones de una misma historia, pero con pequeñas diferencias, pedirles que identifiquen las discrepancias y expliquen cómo éstas afectan la trama.
Dicho ejercicio beneficia la atención al detalle, la capacidad de observación y les enseña a analizar y comparar información para comprender mejor los cambios y sus efectos en la narrativa.
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Experimentos sencillos
Dedicar un tiempo para realizar experimentos caseros es una manera llamativa y entretenida de acercar a los pequeños a las ciencias.
Prueben con lámparas de lava caseras o meter un huevo dentro de una botella. De lo que se trata es de contagiarles una actitud científica. Para esto también te sugerimos lecturas o canales de vídeos de divulgación de la ciencia para niños.
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Acertijos y adivinanzas
Cultiva el gusto por la resolución de acertijos, adivinanzas y otros juegos que propician el razonamiento y la lógica. Designen un momento a la semana para resolver sopas de letras, enigmas u otros juegos que reten a la mente. ¡El intelecto es como un músculo que hay que ejercitar y mantener activo!
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Fomentar el pensamiento crítico desde la infancia ofrece una amplia gama de beneficios que van más allá del rendimiento académico (el cual mejora notablemente), puesto que influye en las relaciones sociales y en la vida diaria de los niños.
Esto se debe a que proporciona herramientas para analizar, decidir y resolver problemas con efectividad. Los padres juegan un papel crucial al modelar una actitud curiosa y abierta hacia el aprendizaje y crear un ambiente en el hogar que valora el cuestionamiento y la reflexión.
Por consiguiente, el pensamiento crítico se convierte en una práctica habitual que fortalece tanto el desarrollo personal como las habilidades para enfrentar diversos desafíos con una mentalidad flexible y abierta.
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