La educación humanista parte de concebir al sujeto de aprendizaje como una persona con diferentes dimensiones, las cuales pueden ser estimuladas para su desarrollo de forma integral; respetando la autonomía, libertad, dignidad, intereses y las propias formas de aprender del estudiante.
Que se caracteriza por el cuerpo y el movimiento. Se busca su pleno desarrollo a través del juego, la danza, el deporte y la correcta alimentación.
Abarca identificar las emociones y su complejidad, así como aprender su adecuada regulación, permite una sana dimensión afectiva para con uno mismo y los demás.
Los seres humanos somos sociales por naturaleza, vivimos en comunidades y cooperación constante. Por ello, es importante estimular la comunicación asertiva, el fomento del trabajo en equipo, los valores civiles y la moral. Las relaciones humanas saludables construyen sociedades equitativas y con calidad de vida.
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La dimensión cognitiva está encargada de los procesos de pensamiento y aprendizaje. Nos brinda las posibilidades de ser críticos, reflexionar, resolver problemas y construir conocimiento.
En esta filosofía educativa, el ser humano es un agente activo de su propio desarrollo, debido a esto, la figura del docente es la de un facilitador y guía que busca animar a descubrir, crear, resolver problemas y aprender por propia cuenta a sus alumnos. Es una pedagogía activa.
Cada alumno es una persona única, por lo que no tiene los mismos gustos, intereses y formas de aprender. La visión humanista en la enseñanza y el aprendizaje busca conocer a cada alumno por quien es, pero no como un proyecto acabado, ¡al contrario! Cada ser humano es un proyecto abierto de vida, y la meta es impulsar sus potencialidades para lograr su autorrealización.
Aprendemos en función de cómo percibimos la realidad, cómo procesamos nuestras experiencias y con base en nuestras destrezas. Al hablar de estilos de aprendizaje consideramos los siguientes:
Cabe destacar que cada persona puede integrar en diferentes grados distintos estilos de aprendizaje, lo que los hace únicos. La meta de un constructivismo humanista es motivar a que cada ser humano aprenda a aprender por su propia cuenta.
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Podemos concluir que la educación humanista es siempre respetuosa con la identidad del alumno, cuidando que este se desarrolle en todas sus dimensiones y potencias para alcanzar la mejor versión de sí mismo; logrando los objetivos que se plantee en un entorno de cooperación con la sociedad y respeto por su ambiente, el cual verá como un laboratorio de vida de constante aprendizaje.
El Centro Educativo ECA educa a sus alumnos con base en un modelo constructivista-humanista que fomenta la autonomía en el aprendizaje y conjunta la educación tradicional con el aprendizaje activo.
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