Saber sumar, restar, multiplicar o dividir ya no es suficiente para que un alumno de primaria supere con éxito una evaluación matemática. Si este alumno no es capaz de aplicar estas operaciones a un contexto real de la vida cotidiana, no habrá conseguido desarrollar una de las competencias básicas a las que se orienta el aprendizaje de tal área de formación y, por tanto, no habrá alcanzado los objetivos de la asignatura.
A partir de ahora, tanto los objetivos de cada área de aprendizaje o materia, como los criterios de evaluación, la organización del colegio, la participación de las familias..., todos los aspectos formales y no formales afectan a la educación de los jóvenes.Generalmente las escuelas diseñan los currículos de primaria y secundaria en función de estas competencias educativas:
Principalmente, como una respuesta a la nueva demanda en materia de educación que requiere la sociedad actual. Es decir, una educación y formación que, más que enfocada a la pura adquisición de conocimientos, se oriente al desarrollo de destrezas y habilidades que resulten útiles para los jóvenes a la hora de desenvolverse de manera autónoma en la vida diaria.
Además de "saber", los alumnos deben saber aplicar los conocimientos en un contexto real, comprenderlos y tener la capacidad de integrar los distintos aprendizajes, relacionarlos entre sí y utilizarlos de manera práctica en las posibles situaciones o circunstancias a las que tengan que enfrentarse diariamente.
Asimismo, la labor del profesorado es fundamental para alcanzar los objetivos marcados por las competencias básicas que, además de los cambios implicados en el modo de enseñar, deberán evaluar a los alumnos no sólo por los conocimientos requeridos, sino en la medida en que éstos han contribuido a la adquisición de las competencias, y deben enfocar la acción tutorial a este objetivo, orientando y estimulando de manera personalizada el proceso de aprendizaje de los alumnos.
La adquisición de esta competencia supone que el estudiante es capaz de utilizar correctamente el lenguaje tanto en la comunicación oral como escrita, y asimismo saber interpretarlo y comprenderlo en diferentes contextos. Debe permitir al alumno formarse juicios críticos, generar ideas y adoptar decisiones. En el caso de lenguas extranjeras, significa poder comunicarse en alguna de ellas de modo que se enriquezcan las relaciones sociales y favorezcan el desenvolvimiento en distintas situaciones.
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Implica poseer facilidad para utilizar y relacionar números, emplearlos en operaciones básicas y en razonamiento matemático para interpretar información, ampliar conocimientos y resolver problemas tanto de la vida cotidiana como del mundo laboral.
Es la habilidad para desplegarse de forma autónoma en distintos ámbitos, como en la salud, el consumo o la ciencia, de modo que se sepa analizar, interpretar y obtener conclusiones personales en un contexto en el que los avances científicos y tecnológicos se hallan en continuo desarrollo.
Esta competencia se refiere a la capacidad del alumno para buscar, obtener, procesar y comunicar información y transformarla en conocimiento. Esto supone destreza para acceder a la información y transmitirla en diferentes formatos, así como hacer uso de los recursos tecnológicos para resolver problemas reales de modo eficiente.
Entre las habilidades de esta competencia se incluyen el conocerse y valorarse a uno mismo, saber comunicarse en diferentes contextos, expresar las ideas propias y escuchar las ajenas, comprendiendo los diferentes puntos de vista y apreciando tanto los intereses individuales como los del grupo, en definitiva aptitudes para participar activa y plenamente en la vida cívica.
Esta competencia se refiere a la capacidad de conocer, comprender, apreciar y considerar críticamente las distintas manifestaciones culturales o artísticas, así como saber emplear algunos recursos de la expresión artística para realizar creaciones propias.
Aprender a aprender se refiere al aprendizaje a lo largo de la vida, es decir a la potencia para continuar aprendiendo de manera eficaz y autónoma una vez finalizada la etapa escolar. Esto implica, además de tener control de las propias capacidades y conocimientos y estar debidamente motivado, el saber utilizar adecuadamente estrategias y técnicas de estudio.
Responsabilidad, perseverancia, autoestima, creatividad, autocrítica y control personal son algunas de las habilidades relacionadas con esta competencia, que permiten al estudiante emplear una visión estratégica de los retos y oportunidades a los que se debe enfrentarse a lo largo de su vida y le facilitan la toma de decisiones.
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En Centro Educativo ECA buscamos que nuestros alumnos desarrollen las mejores competencias educativas para que cuenten con mejores oportunidades en su futuro académico, personal y profesional, por eso proporcionamos un modelo educativo integral, además de actividades extracurriculares y potenciadores de talento, que conjuntamente permiten la adquisición de las competencias antes mencionadas.
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