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¿Cómo encontrar un colegio con una buena formación integral?

La educación de niños y jóvenes a menudo se centra en una parte reducida de su desarrollo cognitivo y enfatiza la transmisión de contenido con miras a que sea memorizado y reproducido en la misma forma en que fue recibido.

Un enfoque tan estrecho le resta importancia al modo natural en que los niños aprenden y maduran en torno a sus relaciones, identidad, manejo de las emociones y bienestar general, pues los niños son seres multidimensionales y su desarrollo es bastante complejo.

De acuerdo con algunos investigadores en pedagogía, como David Osher y Pamela Cantor, puede concluirse lo siguiente:

  • El desarrollo óptimo del cerebro está marcado por relaciones de apoyo consistentes, una comunicación receptiva bilateral y el modelo de comportamientos productivos.

La capacidad del cerebro se consolida más plenamente cuando los niños sienten seguridad a nivel físico y emocional; y también cuando se sienten conectados, involucrados y desafiados.

  • El aprendizaje es social, emocional y académico. Las relaciones prósperas -incluida la confianza en los maestros- y las emociones proactivas, como el interés y el entusiasmo, abren la mente al aprendizaje.

Las emociones negativas, por el contrario, como el miedo al fracaso, la ansiedad y la desconfianza en uno mismo, menoscaban la capacidad del cerebro para procesar información y aprender.

  • Las relaciones de crecimiento, cuando los adultos tienen la conciencia, la empatía y la competencia cultural para comprender y escuchar a los niños, pueden amortiguar los efectos de varias adversidades.

Especificamos lo anterior, porque queremos señalar las virtudes de los colegios que le proporcionan una formación integral a sus alumnos y, por ende, contemplan los aspectos positivos que hemos mencionado y buscan combatir los indeseables.

Así, existen tres ingredientes principales de una buena formación integral que da lugar a que se cuide y nutra el potencial de los niños: un ambiente escolar constructivo, estrategias de aprendizaje activo y programas de desarrollo socioemocional.

1. Ambiente escolar constructivo

Una atmósfera escolar basada en relaciones significativas -entre alumnos, maestros y padres de familia- le aporta una plataforma sólida al proceso de enseñanza-aprendizaje. El alumno necesita tener una sensación de seguridad y pertenencia para poder prosperar.

Algunos elementos que promueven un sentido de comunidad y permiten que los maestros conozcan bien a sus alumnos son:

  • Clases suficientemente pequeñas.
  • Comunicación constante con padres de familia y retroalimentación de los alumnos por parte de los maestros.
  • Personal con competencia cultural, que haga patente el valor de cada estudiante y busque integrar sus diversas experiencias individuales.
  • Conferencias regulares entre padres y maestros abocadas a fortalecer la conexión entre la escuela y el hogar.
  • Oportunidades para la colaboración y el liderazgo del personal que refuerzan la confianza entre los educadores.
2. Estrategias de aprendizaje activo

Todo alumno anhela adquirir conocimiento que sea importante y tenga relevancia para su vida. La enseñanza es muy útil para los alumnos cuando toma en cuenta su experiencia y está dirigida a que puedan aprender desde el nivel de aprendizaje que ellos poseen.

Cuando se combina hábilmente con estrategias de aprendizaje activo -que cultiva los intereses de los estudiantes-, propicia su motivación y desarrolla habilidades prácticas: colaboración y trabajo en equipo, resolución de problemas y técnicas de organización.

Estas estrategias también ayudan a los alumnos a “aprender a aprender” y fomentan en ellos un deseo intrínseco de comprender el material y desafiarse a sí mismos, más allá de las meras calificaciones. Este tipo de enfoque se asocia con un aprendizaje más significativo.

Lejos de ser aburrido, conecta de una forma directa con la experiencia de los alumnos y los capacita para que usen el conocimiento en beneficio propio y de los demás.

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3. Programas de desarrollo socioemocional

Los programas enfocados en desarrollar las habilidades socioemocionales de los alumnos les enseñan a manejar el estrés, a la vez que alimentan valores como la colaboración y la empatía. De tal manera, implican la adquisición de una mayor autoconciencia y conciencia social.

Muchas escuelas potencian estas habilidades a través de programas de aprendizaje socioemocional, que mejoran el rendimiento de los alumnos, así como su sentido de pertenencia y de seguridad.

Este tipo de apoyo refleja una formación integral que busca el desarrollo completo de los niños y jóvenes y maximiza las oportunidades de que consigan ser exitosos ahora y a futuro.

Combinados, tales elementos son cualidades esenciales de los colegios con una formación integral de calidad y en la práctica, se van construyendo y reforzando mutuamente.

Una cantidad importante de investigaciones indican que la educación satisfactoria no puede ocurrir de manera fragmentada. La adopción de un marco integral en la educación contribuirá a que los niños, con toda su complejidad y valor humano, lleguen a alcanzar todo su potencial.

El Centro Educativo ECA, cuya base es constructivista-humanista, promueve un enfoque activo en el aprendizaje de los alumnos, cuenta con un departamento que se centra en el desarrollo de habilidades socioemocionales y maneja un ambiente inclusivo y sano. Agenda una cita en línea y conoce más:Nueva llamada a la acción

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