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Cómo conseguir que los hijos adolescentes cooperen con el trabajo de limpieza en casa

Resulta genial que los niños cooperen con las tareas del hogar, de buena gana, sin que se les arroje alguna esponja. Pero llegar allí conlleva un proceso largo y repetitivo, uno que a menudo no parece valer la pena. 

No sólo tienes que enseñarles a lavar los trastes, sino que también debes luchar con lo siguiente: ¿Es importante que lo hagan como tú lo haces? ¿Cuánto tiempo debes insistirles para terminar haciéndolo tú misma? ¿Es lo mejor que empleen su tiempo en ello dado que llegan tarde a casa después de su actividad extracurricular y tienen bastante tarea? 

Pero considera esto: la limpieza es una habilidad vital de por vida. Las investigaciones muestran que completar quehaceres cuando uno es niño es predictor de éxito profesional. Si no les enseñamos a los niños que la vida requiere de que a veces debamos hacer cosas tediosas, no les estamos aportando las herramientas indispensables para prosperar

Al principio, será difícil imponerles tales tareas a tus hijos. Ten dos cosas en mente. Primero, las tareas de limpieza deben ser secundarias. Si se convierten en hábito, dejarán de representar una fuente de conflicto. Esto significa que deben parecer sencillas.

Segundo, no seas tirana. Procura transmitir el mensaje de que quieres que tu hijo  participe porque es parte de la familia, no de que le gritarás si no lo hace. Los niños necesitan saber que su ayuda es valorada. Entonces apréciala. Cuando hay menos vergüenza y culpa involucradas, los niños tienden a entender mejor lo que se les pide.

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Estos consejos ayudarán a garantizar que tu esfuerzo por conseguir que cooperen tenga resultados duraderos.

Preadolescentes

Enséñales:

  • Cualquier tarea doméstica que no hayan aprendido, como trapear el piso o lavar la ropa. Cuando los niños tienen 11 años, son sensibles a cómo los ven los demás. Eso los lleva a interesarse por su apariencia... y por su hogar. Sus estándares serán diferentes a los tuyos, pero esto los incentivará a completar tareas que juegan con su deseo de dar una buena impresión.

Para mejores resultados:

  • Asigna un cajón. Maquillaje, desodorante, crema para el acné. Los estudiantes de secundaria emplean muchos productos de aseo personal, y todos terminan en el lavabo del baño. Despeja un cajón o proporciónales una canasta para que ahí los depositen.
  • Haz espacio para toallas adicionales. Agrega ganchos en S para que todos puedan colgar una al lado de la otra.
  • Tómales el tiempo. Incluso los niños que han estado limpiando platos durante años se resistirán a más a medida que aumente la carga de tareas. Pero les llevará menos tiempo del que ellos piensan, así que configura un temporizador para demostrárselos. Apuéstales a que no pueden concretar el trabajo en 10 minutos.
  • Dispón de un contenedor de donaciones. Deshacerse de juguetes viejos y de ropa vieja es crucial para mantener limpia una casa, pero convencer a un niño de que emplee tiempo el fin de semana para revisar sus pertenencias te será complicado. En cambio, dispón de un lugar en la casa donde puedan poner las cosas cuando decidan que no las usarán más
  • Crea un sistema de recompensas. Puedes ofrecerle a tu hijo o hija obsequiarle un pequeño regalo después de haber completado los trabajos que les hayas asignado en la semana.

Adolescentes

Enséñales:

  • Todo lo anterior más nuevos trabajos, como limpiar la cochera, y tareas que deberán hacer cuando vivan solos. A estas alturas, tus adolescentes podrían haber desarrollado hábitos de limpieza. Así que añade un trabajo extra de vez en cuando. Toma en cuenta que los adolescentes se distraen fácilmente, todavía necesitan instrucciones claras (y paciencia).

Para mejores resultados:

  • Sopesa los hechos. Tu adolescente simplemente no tendrá la capacidad de ignorar mensajes de amigos mientras realiza cualquier tarea aburrida. En lugar de molestarte, empújalo sutilmente hacia la realidad. No tienes que ser indulgente, sólo trata a tu adolescente como a un híbrido entre niño y adulto.
  • Mantente fuera de su espacio. Permite que cierren su puerta. Las habitaciones de nuestros hijos son su dominio, donde descansan del mundo. Sus vidas son complicadas y se hallan en transición, y su espacio es un reflejo de ello. Lo que a nosotros nos parece desordenado podría tener bastante sentido para ellos.
  • Enlista los pasos. Si deben completar una tarea de varios pasos, como ordenar la casa después de que los amigos se hayan ido, enumera lo que deben hacer. Recuérdales que les tomará sólo un minuto y que no es justo dejar los espacios comunes en calidad de desastre. Los adolescentes no son indiferentes, simplemente tienen la cabeza ocupada de manera constante.
  • No hables, señala. Cuando las tensiones aumentan, recordarle a tu hijo que lave los platos podría ser motivo de pelea. Enumera las tareas acordadas en un pizarrón. Si has sido claro acerca de las consecuencias, puedes señalar el pizarrón e indicarle: “Este es tu recordatorio. Quiero que termines para que no pierdas el teléfono".

Siempre y cuando no presiones de más, les hagas ver la necesidad de contribuir a la limpieza del hogar y lo que puede aportarles a diferentes niveles, tus hijos se habituarán a cooperar con tareas básicas y es probable que después aprendan otras más complicadas. Recuerda que les estás ayudando con habilidades imprescindibles para la vida.

En la secundaria del Centro Educativo ECA tomamos en amplia consideración el hecho de que nuestros alumnos se encuentran en un período de transición y de grandes cambios a nivel físico, emocional y cognitivo, por lo que nuestro modelo educativo se aboca a formarlos de manera que desarrollen responsabilidad y carácter. Accede al siguiente enlace:

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