¿Por qué muchos niños prodigios terminan por fallar en sus áreas de especialización? ¿O las abandonan por otras actividades e intereses? Muy a menudo, cuando a los niños se les enseña desde temprana edad que son especiales, ya sea en las artes, en el mundo académico o en el atletismo, se habitúan a la idea del éxito y de triunfo.
Acostumbrarse al éxito puede hacer que los niños sientan que lo merecen naturalmente y, debido a esto, les faltará motivación para esforzarse en su área de “experiencia”. Una de las peores cosas posibles para los niños es una progresión lenta a una pérdida de motivación. El esfuerzo y el trabajo duro son esenciales para que los niños se conviertan en individuos motivados y trabajadores.
Ello se debe a que el éxito, a menudo, se alimenta de pasión. La pasión, casi nunca, se enseña o se hace cumplir mediante práctica diligente y educación, sino es más bien algo que se descubre a través de la curiosidad y el interés personal.
La creatividad no es algo que se pueda o deba forzar a los niños. No existen reglas o consejos específicos para garantizar que los niños se concentren en expandir su imaginación y creatividad. Por el contrario, permitir que tus hijos sigan las menos reglas posibles les permitirá desarrollar una imaginación más amplia y hallarse más en sintonía con su propia creatividad y capacidad mental.
La mejor manera de fomentar la creatividad en los niños es estimularlos a pensar por sí mismos. Los niños que son disciplinados, mientras se les anima a tomar decisiones basadas en sus pensamientos e intereses, tienden a ser más creativos en la adultez.
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Este sentido de individualidad no sólo ayudará a los niños a encontrar sus propios intereses y pasiones desde una edad más temprana, sino que los ayudará a responder a los desafíos y oportunidades de la vida de una manera única.
Por ejemplo, algunos niños pueden hacer frente al estrés o a situaciones incómodas al expresarse artísticamente y otros pueden preferir opciones atléticas. El dejar que los niños descubran sus propios mecanismos de afrontamiento y reacciones a diferentes tipos de situaciones puede contravenirse en gran medida por la rigidez con que los padres imponen sus ideales sobre ellos.
Cuanta más presión enfrente un niño para conseguir el éxito, menos disfrutará de la actividad en cuestión. Dado que el disfrute es esencial para motivar a un niño a esforzarse y dedicarse a cierta actividad, cuanta más presión se halle sobre él, menos querrá desempeñarse en llevar a cabo la actividad adecuadamente, lo que a su vez lo alejará mucho del objetivo.
La investigación ha encontrado que la mayoría de niños que llegaron a ser adultos creativos en los campos de la música, el arte, el atletismo, e incluso la ciencia, no se vieron obligados a seguir reglas estrictas y las instrucciones de sus padres. Por supuesto, las reglas y la disciplina son un aspecto importante de la crianza y no deben descuidarse, pero tampoco deben aplicarse con tanta diligencia.
Todos quieren lo mejor para sus hijos: para que tengan éxito, ambición y no se rindan fácilmente. Con frecuencia este deseo por su bienestar puede dominar la consideración de que un niño posee la capacidad de descubrir sus propios intereses y pasiones. Incluso a edad temprana, los niños son increíblemente curiosos y constantemente exploran diferentes cosas y actividades.
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Es importante recordar que no uno no puede forzar el talento. Uno, en todo caso, puede alentar a un hijo si nota que demuestra interés, pero obligarlo a sobresalir en un área que apenas le importa sólo tendrá como consecuencia esfuerzo y dinero desperdiciados.
La mejor determinación a seguir consiste en permitir que tus hijos exploren sus intereses a su propio ritmo, y fomentar en ellos un sentido de dirección y compromiso en caso de que sea evidente su interés por un campo específico.
Después de todo, los niños son niños, y sus cerebros, muy maleables, pueden adaptarse fácilmente al sentido forzado de dirección impuesto por los padres, pero tales acciones solo les enseñarán a seguir el camino establecido por ellos y les impedirán hasta cierto punto desarrollar un sentido de control y liderazgo en torno a su propia vida.
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