Este es un tema que, aunque puede parecer complicado, es vital que nuestros pequeños comprendan. El mundo enfrenta retos ambientales cada vez más grandes, por lo que es necesario que ellos adquieran las herramientas necesarias para cuidar de nuestro hogar, la Tierra.
Al entender cómo nuestras acciones afectan el entorno, tendrán las herramientas y una mayor disposición para contribuir a un futuro sostenible y brillante para todos. Pero, ¿cómo explicar el cambio climático a los niños?
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Bajo el marco del Día Internacional contra el Cambio Climático, que es cada 24 de octubre, hemos preparado este artículo que busca simplificar dicho concepto de una manera comprensible para los más pequeños, para que puedan aprender sobre la importancia de cuidar el planeta.
Se refiere al conjunto de transformaciones que experimenta nuestro clima, en un sentido negativo, debido al impacto continuo de varias acciones humanas.
Podríamos pensar en la Tierra como un invernadero, que es un lugar donde se cultivan plantas y se mantiene el calor. En este espacio, hay ventanas que se mantienen cerradas para dejar entrar la luz del Sol y mantener el calor. Sin embargo, si el invernadero se calienta demasiado, las plantas pueden secarse.
De forma similar, el globo tiene una “capa” o “burbuja” de gases en la atmósfera, como el dióxido de carbono, que atrapa el calor del Sol. Si producimos demasiados de estos gases, el mundo se calienta más de lo normal, lo que causa problemas en el clima.
En el caso del invernadero, tendríamos que abrir las ventanas para dejar escapar el calor. En el caso del planeta, debemos reducir los gases que forman la burbuja que nos encierra.
Al igual que cuando nos ponemos una manta para abrigarnos, algunos gases en nuestra atmósfera mantienen el calor del Sol.
Estos gases provienen de actividades como usar autos, el uso de la energía eléctrica y la producción de todo tipo de cosas en las fábricas. Si juntamos demasiados de estos gases, el globo se calienta en exceso.
Los árboles son como los pulmones de la Tierra; respiran el dióxido de carbono (el gas que provoca el sobrecalentamiento) y nos dan oxígeno. Cuando talamos muchos árboles, hay menos “pulmones” para limpiar el aire y entonces no hay forma de enfriar al mundo.
Cuando desechamos basura en el suelo o el agua, estamos dañando el hogar de muchos animales y plantas, lo que afecta los ecosistemas que ayudan a purificar el aire del globo.
Los efectos pueden ser visibles para todos. Por ejemplo, si el clima se calienta, algunas zonas secarse o incluso incendiarse, mientras que otras pueden experimentar inundaciones.
Las inundaciones suceden porque los grandes bloques de hielos en los polos se derriten, generan mayor agua que eleva los mares y provocan mayores lluvias y climas drásticos.
También, algunas especies de animales pierden su hogar o tienen dificultades para alimentarse, lo que pone en peligro su supervivencia. En fin, una leve modificación en la temperatura provoca muchos cambios debido a un efecto dominó.
Apagar las luces cuando no las necesitamos y usar menos agua son formas simples de ayudar. Esto significa que hacemos que nuestra casa y el planeta sean más frescos y limpios.
Ayudar a plantar árboles en el vecindario. Cada árbol cuenta, y se convierte en un hogar para muchos animales.
Separar la basura y reciclar papel, plástico y vidrio ayuda a que no haya tanta contaminación. De esta manera, transformamos lo viejo en algo nuevo.
Caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público son buenas opciones. Además de cuidar el medio ambiente, son divertidas y saludables.
Compartir el conocimiento y fomentar el valor del cuidado al medio ambiente puede hacer que como sociedad estemos en mayor sintonía para sumar nuestros esfuerzos hacia la misma meta.
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Enseñar a los niños sobre el cambio climático es un paso crucial para formar ciudadanos responsables y conscientes. Sin embargo, el aprendizaje no se limita a entender los problemas; también es decisivo que se enfoquen en el desarrollo de habilidades que fomenten el trabajo en equipo y la empatía.
Al elegir una educación que priorice el equilibrio entre el aprendizaje académico, el crecimiento emocional y físico, así como el cuidado de nuestro entorno estaremos invirtiendo en un futuro brillante para nuestros pequeños.
En el Colegio Chimalistac, la formación integral de nuestros estudiantes es una prioridad. Utilizamos herramientas y estrategias innovadoras que estimulan la conciencia ambiental y el pensamiento crítico, tales como plataformas educativas interactivas, laboratorios de cultura digital y programas de compromiso comunitario.
A través de potenciadores de talento, nuestros alumnos no solo aprenden sobre ciencias y humanidades, sino que también desarrollan habilidades prácticas para superar los retos presentes y venideros con creatividad y resiliencia.
Promovemos una educación que combina el campo cibernético con experiencias naturales, lo que maximiza el potencial de cada niño en un entorno enriquecedor. Descarga nuestro modelo educativo en el siguiente enlace y descubre cómo podemos formar a tus hijos para ser agentes de cambio en el futuro:
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