Distintos enfoques de la psicología coinciden en que son diversos los estímulos y factores ambientales que determinan, en gran medida, la forma de ser de las personas desde su nacimiento.
En este sentido, no debe subestimarse el impacto que tienen las experiencias vividas por los adolescentes dentro del núcleo familiar en su crecimiento y formación.
Contenido relacionado: Test de 20 preguntas para saber qué tanto conoces a tu hijo adolescente
Así, la familia actúa como el primer y principal escenario donde se establecen las acciones que moldean la conducta de los hijos. Pero, ¿de qué manera influye? A continuación, te lo explicamos:
Estilos de crianza: un factor determinante
El estilo de crianza es un conjunto de estrategias y prácticas que emplean los padres en la educación de sus hijos. Los principales estilos son autoritario, permisivo y democrático.
Un estilo autoritario impone límites estrictos y castigos inmediatos, lo que suele generar respuestas de evitación o rebeldía por parte de los jóvenes, así como baja autoestima y restricciones para su adecuado desarrollo personal.
El permisivo carece de control, por lo que dificulta el desarrollo de la autodisciplina y la toma de decisiones responsables. También propicia conductas impulsivas, bajo rendimiento académico y problemas en las relaciones interpersonales.
En contraste, el estilo democrático, que equilibra afecto y disciplina, ofrece refuerzos positivos y consecuencias claras que les permiten aprender de manera controlada y predecible.
Conviene usar el estilo democrático, pues enseña a los niños a dialogar para resolver conflictos, a negociar en casos de desacuerdos, a cumplir con las reglas y asumir sus derechos, así como a construir sus valores y desarrollar su autonomía en plenitud en un ambiente cálido, razonablemente flexible y propositivo.
Ahora, profundizaremos en cómo la dinámica familiar afecta a los adolescentes en diferentes aspectos y propondremos algunas sugerencias relacionadas con el estilo democrático con la meta de que los padres de familia puedan implementarlo y así influir positivamente en la vida de sus hijos:
-
Comunicación
La comunicación configura una de las principales vías de aprendizaje y el modo en que se regulan las respuestas emocionales y conductuales.
La falta de claridad o una escucha superficial provocan malentendidos y sentimientos de aislamiento, situación que vulnera la confianza de los jóvenes y la adopción de una cultura de diálogo.
En contraste, una comunicación empática, honesta y directa les brinda la confianza para que compartan sus preocupaciones, intereses y sentimientos, no sólo con sus padres, sino también en sus distintas relaciones sociales.
-
Manejo del conflicto
Los conflictos son inevitables, pero un manejo inadecuado de los desacuerdos, mediante la imposición de castigos o la ausencia de mediación provoca evasivas o reacciones extremas.
Por otro lado, la aplicación de técnicas de mediación y negociación permite transformar cada conflicto en una oportunidad de aprendizaje.
Este enfoque, además de mejorar la gestión emocional, también fomenta un ambiente en el que la búsqueda de soluciones pacíficas y constructivas pueda convertirse en la norma.
-
Autonomía
El equilibrio entre los límites claros y la autonomía es esencial para el desarrollo saludable. Es necesario que madres y padres establezcan normas concretas y consistentes que proporcionen seguridad emocional, pero también den cabida a espacios de libertad para que sus hijos exploren su independencia.
-
Valores
La familia es la primera instancia en la que jóvenes internalizan valores esenciales para la vida en sociedad, como la honestidad, el respeto, la solidaridad y la justicia.
La coherencia entre lo que las personas adultas dicen y hacen es clave para que estos principios sean adoptados de manera efectiva. La vivencia cotidiana de valores en el hogar confiere una base sólida para la construcción de la identidad ética y moral de nuestras próximas generaciones.
Contenido relacionado: 4 consejos para educar en valores a adolescentes de secundaria
Finalmente, queremos recordarte que como padres no están solos en la tarea de formar y acompañar a sus hijos en su desarrollo integral. Junto con la escuela y la sociedad, la familia forma parte de una triada educativa que interactúa constantemente.
El trabajo coordinado entre estos tres ámbitos es indispensable para el desarrollo equilibrado y completo de adolescentes y su meta principal es que puedan adquirir herramientas efectivas para enfrentar con éxito los retos actuales y futuros.
Somos el Colegio Chimalistac, secundaria privada humanista en sur de CDMX
En el Colegio Chimalistac promovemos una formación integral, caracterizada por un modelo educativo constructivista-humanista, enfocado en desarrollar al máximo las capacidades emocionales, intelectuales, físicas y sociales de cada alumno.
Nuestra metodología se distingue por implementar la disciplina positiva, que busca educar desde el respeto y la empatía, así como establecer límites claros y afectuosos que fortalezcan la autoestima y autonomía de los niños.
Además, trabajamos estrechamente con las familias mediante talleres, conferencias y una comunicación cercana, convencidos de que una educación sólida comienza en casa y se complementa en la escuela. Conoce más sobre nuestra propuesta educativa en el siguiente enlace:
También podría interesarte: