Inculcar buenos hábitos suele resultar una tarea ardua, e incluso tediosa, pero muy beneficiosa para el bienestar de los padres y para el futuro desenvolvimiento autónomo de nuestros hijos y su integración en la sociedad. El niño se verá obligado a cumplir una serie de normas sociales, tendrá que abandonar el rol de menor despreocupado con padres que le cubran las espaldas, para enfrentarse a iguales en situaciones en las que deberá haber aprendido ciertas normas de convivencia, entre ellas, a ser ordenado.
Nuestra tarea como padres o educadores es inculcarles a los niños el hábito del orden porque es fundamental para alcanzar la autonomía en su vida adulta. A pesar de vivir en una sociedad que trata a los más pequeños como seres indefensos y necesitados de ayuda para todo, no podemos negarles el don de la independencia ni dejar de mostrarles lo capaces que son para desenvolverse en sus actividades diarias.
Quizá pueda parecer mucho más cómodo ir detrás de ellos y recoger todo el desorden que provoquen, pero esto será sólo una solución a corto plazo que generará en los niños una actitud de tiranos al principio, y de ineptos con el paso de los años, lo que repercutirá en baja autoestima.
Aquí hay 5 maneras en las que puedes enseñarle a tu hijo a ser ordenado:
1.- Libera espacio
De forma periódica, y en especial alrededor de los cumpleaños, se sugiere deshacerse de algunos juguetes de los niños. Después de todo, ya han aprendido que cuando algo entra en la casa, otra cosa debe salir. Por tanto, todos los años, el día antes de los cumpleaños, dedica un buen rato con tus hijos a revisar sus habitaciones y eliminar objetos innecesarios o indeseados. Por supuesto, es una actividad que debe abordarse con un espíritu de gratitud y generosidad. Nuestras cosas “indeseadas” pueden traer gran felicidad a otras personas que tengan mucho menos.
2.- Empieza con poco
Todos los padres saben que, de alguna forma, hasta los niños más pequeños acumulan muchas cosas. En vez de adentrarte de lleno en el cuarto de tu hijo y querer arreglar todo, propón empezar con poco, calmadamente, dividiendo el desorden en proyectos aislados y fáciles de abarcar. No digas a tus hijos simplemente: “Ordena tu cuarto”, mejor empieza con el ejemplo, comienza a acomodar parte por parte y tu hijo se irá acostumbrando a que todo siempre se vea ordenado.
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3.- Que lo hagan ellos mismos, ¡nada de rescates!
No hay mucho que explicar aquí, pero lo cierto es que es difícil de cumplir. Esto es especialmente difícil con los niños que son más propensos al desastre, porque nos vemos tentados a intervenir para ayudarles y limpiarlo todo nosotros, pues lo hacemos más rápido y mejor, pero lo fundamental es que ellos lo aprendan.
Acepta las imperfecciones al principio y considera que todo progreso, por pequeño que sea, sigue siendo progreso. Parte del proceso consiste en enseñar a tus hijos el placer de deshacerse ellos mismos del exceso de juguetes o cosas.
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4.- Utiliza un cuadro de tareas y sé consistente
Deberían establecerse expectativas claras y tareas muy específicas para los niños desde muy temprana edad. Un calendario te ayudará a que los niños ganen su tiempo con los aparatos electrónicos o con cosas que les guste hacer, teniendo como prioridad sus tareas primero. Es sencillo comenzar con rutinas así, pero es más complicado hacerlas perdurar, así que recuerda que la consistencia es recompensada. Dentro de nada tus pequeños estarán cumpliendo con sus tareas y ordenando con gusto.
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5.- Sé un buen ejemplo
La limpieza es sobre todo una virtud. Enseñar a los niños a ser ordenados y limpios tiene mucho que ver con servir uno de ejemplo a los pequeños, como con cualquier técnica o práctica educativa, ayudar a los demás y ser sincero. Los niños percibirán cuál es tu forma de llevar la casa, la familia y la vida y aprenderán mucho más por imitación de tu ejemplo que a través de cualquier otro método. Así que, nada de excusas, ¡todo el mundo a ordenar ahora mismo!
El orden es una virtud que trae consigo muchos beneficios para los niños, esto les permite tener un control sobre sus cosas además de saber administrarlas. Cumplir con tareas antes que cualquier otra actividad también promueve la responsabilidad y la administración del tiempo, ya que si quieren tomarse un tiempo para jugar, primero deberán tener en orden su cuarto y demás lugares que hayan desordenado.
En el Colegio Chimalistac enseñamos a nuestros alumnos cosas tan sencillas, pero tan importantes, como lo es el orden, para que de esta manera logren obtener un mejor desempeño tanto en la escuela como en la vida personal. Entra y conoce más sobre nosotros y cuál es nuestra principal misión con nuestros alumnos.