Los padres son actores clave en el desarrollo del carácter, la confianza, la motivación y la responsabilidad personal de los hijos. Todo lo cual contribuye al bienestar académico y personal de los niños. La educación, entonces, es un esfuerzo en equipo.
Incluso aunque seas un padre comprensivo e involucrado, aquí te compartimos algunos tips para que puedas mejorar el desempeño escolar de tu hijo.
1. Lean
La lectura es un aspecto fundamental del éxito de los niños en la escuela y el interés por la misma suele comenzar con los primeros educadores: los padres.
No te limites a leerles a tus hijos, aprovecha la oportunidad para hacerles preguntas y discutir las historias. Este es un excelente modo de enseñarles sobre el poder de las decisiones y las consecuencias.
Niños y adultos adoran a los héroes imperfectos. Dedica tiempo a leer biografías o a contar historias de valor, de lealtad y de carácter.
2. Usa las experiencias cotidianas como oportunidades de enseñanza
La rutina y las situaciones cotidianas pueden representar oportunidades prácticas de aprendizaje, lo que contribuirá al desempeño académico de tu hijo. Anímalo a hacerte la pregunta “¿Por qué?”. No le des las respuestas, ayúdalo más bien a resolverla.
3. Averigua lo que tu hijo está estudiando en la escuela
Échale un vistazo a su cuaderno de tareas, pregúntale qué ha estado aprendiendo en la escuela, hojea sus libros de texto y habla con los maestros. Busca cómo puedes cooperar con el aprendizaje de tu hijo y fomentarlo.
4. No te concentres en el 10 de calificación
Alienta a tu hijo a que se esfuerce tanto como pueda, pero considera que su rendimiento no siempre se traducirá en un 10. En una cultura impulsada por el éxito, a veces les resulta difícil a los padres apreciar la singularidad de cada niño.
No todo le será natural a tu hijo. Somos individuos únicos, y tu hijo mostrará más interés por algunos temas mientras que necesitará ayuda en otros.
5. Cuida de lo básico
Asegúrate de que tu hijo duerma lo suficiente, coma alimentos nutritivos, tenga una buena higiene y reciba atención médica regular. Los niños que comen de manera saludable antes de estudiar experimentan un mejor funcionamiento cognitivo y una mayor capacidad de concentración.
6. Habla con los maestros
Si te es imposible asistir a conferencias específicas, propón un horario para reunirte (a menudo) con el maestro de tu hijo. En caso de que esté dispuesto, también puedes pedirle su dirección de correo electrónico y su número de teléfono o de Whatsapp.
7. Alimenta la motivación intrínseca en tu hijo
Capacita a tu hijo para que tome las decisiones correctas. No por temor al castigo, sino por comprender el valor de dar el mejor esfuerzo. Esto les sirve mucho a los niños en la escuela, y también más adelante en la vida, porque fomenta un apetito por la excelencia.
En lugar de estudiar para obtener una calificación o complacer a los padres, tu hijo querrá hacerlo para aprender o crecer como persona, enriquecer su intelecto y contribuir en algo a los demás.
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8. Dale la oportunidad de fracasar
Podría resultarnos tentador tomar el control del trabajo escolar de nuestros hijos, pero no debemos subestimar el poder de las consecuencias. A veces, las mejores lecciones de vida provienen del fracaso o de evitar los errores experimentados.
Cuando los padres resuelven los problemas de los hijos en todo momento, les están negando la práctica y la experiencia que necesitan, la responsabilidad de hacerse cargo de sus tareas y la satisfacción que conlleva completarlas.
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9. Ejemplifica disciplina y respeto en el hogar
Algunos padres esperan que el colegio de sus hijos se encargue de enseñarles disciplina, pero esto es algo que debe reforzarse en el hogar. Si no se fomenta que los niños actúen de cierta manera en casa, lo más probable es que no se comporten así en el aula.
Además, procura hablar del respeto y dar ejemplo del mismo en el hogar: en el matrimonio, con las amistades, en los negocios e incluso hacia los hijos.
10. Elogia y anima
Normalmente, para que a los niños les vaya bien en la escuela, necesitan creer en ellos mismos y disponer de la confianza de que, sin importar sus calificaciones, son valiosos y son amados.
Descubre en qué sobresale tu hijo y apóyalo para que cultive ese interés (aunque no sea en matemáticas o en ciencias). También presta atención en qué áreas tiene problemas y felicítalo cuando mejore en ellas. Hazle saber que estás orgulloso de quién es.
Si además de estos consejos te interesa potenciar la capacidad de aprendizaje de tu hijo, te invitamos a descargar el siguiente documento que incluye 5 formas efectivas de lograrlo: