Los niños obtienen más éxito en la escuela cuando los padres se interesan activamente en su tarea: les muestra que lo que hacen es importante y que vale la pena esforzarse por terminar sus deberes escolares y conseguir buenas calificaciones.
Por supuesto, ayudar con la tarea no debería implicar pasar horas encorvado sobre un escritorio. Los padres pueden ser de apoyo al compartir habilidades de estudio y organización, al explicar un problema complicado o simplemente al alentar a los niños a tomar un descanso. ¿Y quién sabe? Los padres podrían incluso adquirir conocimiento valioso al hacerlo.
Estos son algunos consejos para guiar el estudio y la tarea de tu hijo:
Asiste a eventos escolares, como conferencias de padres y maestros, para conocer a los maestros de tu hijo. Pregunta sobre sus reglas para la tarea y cómo debes tú participar en las mismas. También puedes averiguar cuál es el temario de la materia, para averiguar sobre qué podrán tratar las tareas.
Asegúrate de que los niños tengan un lugar bien iluminado para completar su tarea. Deja los suministros necesarios (papel, lápices, pegamento, tijeras) al alcance. Procura que se encuentre lejos de posibles fuentes de distracción, como de la televisión o de un área de convivencia común.
Algunos niños trabajan mejor por la tarde, después de un refrigerio y un período de juego, otros prefieren esperar hasta después de la cena. Presta atención a cuál es el momento en que tu hijo rinde mejor para realizar efectivamente sus deberes escolares y, entonces, busca que regularice un horario para completarlos todos los días.
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En las noches de tareas pesadas o cuando haya una tarea especialmente difícil de abordar, anima a tu hijo a dividir el trabajo en segmentos fáciles de manejar. Fija un horario de trabajo para la noche si es necesario, y propicia que se tome un descanso de 15 minutos cada hora, si ello te es posible, lo cual será necesario para que pueda ampliar su rendimiento.
De la misma manera que busques disponer de un lugar idóneo para la tarea, procura que tu hijo no se distraiga con la televisión, con música a alto volumen o con llamadas telefónicas. Ocasionalmente, sin embargo, una llamada telefónica a un compañero de clase sobre alguna tarea puede ser de utilidad. Ofrécele la posibilidad de distraerse pero sólo al final de sus deberes.
Tu hijo no aprenderá tanto como podría si no piensa por sí mismos y comete sus propios errores. Los padres pueden hacer sugerencias y ayudar con las instrucciones. Pero es el trabajo de un niño aprender. Dale apoyo a tu hijo si ves que permanece atorado en algún apartado y en verdad requiere de tu asistencia, pero promueve que aprenda por cuenta propia a toda costa.
Pregúntale cuando lleguen a casa, después de la escuela, sobre sus tareas, sus cuestionarios y sus exámenes. Aliéntalo, revisa la tarea una vez que la haya completado y demuéstrale tu disponibilidad para las preguntas y preocupaciones importantes.
¿Alguna vez te vieron tus hijos administrar cuidadosamente tu presupuesto o leyendo un libro por gusto? Es más probable que los niños sigan los ejemplos de sus padres que sus consejos. Una regla básica de educación es que uno debe conservar congruencia entre lo que dice u ordena y lo que hace, de modo contrario, no podrá ser tomado con demasiada seriedad.
Dispón a la vista, en el refrigerador (por ejemplo) un examen suyo con alta calificación o algún proyecto de arte para el que se haya esforzado. Comparte sus logros académicos con los familiares y los conocidos, y dale a entender constantemente a tu hijo que sus buenos resultados son motivo de orgullo.
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Habla sobre esto con el maestro de tu hijo. Algunos niños tienen dificultad para ver el pizarrón y podrían necesitar lentes; otros quizá necesitarán una evaluación para algún problema de aprendizaje o trastorno de atención. Descarta cualquier tipo de impedimento físico o cognitivo antes de precipitarte a tomar cualquier decisión.
Con estos consejos, podrás mejorar la calidad de aprendizaje de tu hijo y, desde luego, su rendimiento escolar. Gran parte de los problemas escolares surgen cuando no existen o no se han implementado las condiciones adecuadas para que los niños estudien o se dediquen a sus deberes escolares después de clase. Así que, no dudes en guiarte al respecto si lo requieres.
Si buscas complementar un ambiente idóneo para que tu hijo haga la tarea, como el sugerido, con una actividad para que tu hijo se distraiga después de clase y además adquiera habilidades formativas útiles, en el Colegio Chimalistac contamos con una variedad de actividades extraescolares: iniciación al arte, tae kwon do, fútbol, zumba kids, etc. Conoce más:
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