Con las recomendaciones adecuadas, los padres de alumnos de secundaria, como los maestros, pueden ayudarles a sus hijos a aprender cómo escribir buenos resúmenes de libros, lecturas o artículos, lo cual repercutirá en su comprensión lectora y mejorará su retención al saber en qué aspectos enfocarse para resumir.
Los resúmenes también les brindan a los estudiantes la oportunidad de practicar y perfeccionar sus habilidades formales de escritura. Los pasos a seguir deben centrarse en formas de condensar el material en fragmentos manejables, identificar los conceptos principales y respaldarlos con evidencia en el texto.
1. Realizar ejercicios de práctica
Es muy útil para hacer buenos resúmenes realizar algunos ejercicios de práctica, como leer un artículo de periódico o revista o un libro ilustrado, y tratar de resumir lo que se acaba de leer en tan sólo una o dos oraciones.
El alumno debe procurar mantener un estilo formal, similar a la reseña de un libro, y evitar incluir sus emociones o perspectivas personales en los resúmenes. Los resúmenes en secundaria son meramente informativos, no analíticos.
2. Crear un mapa mental
Cuando se lee una narrativa o secuencia de hechos, al alumno le servirá crear un organizador gráfico, a manera de mapa mental, para que pueda clasificar los conceptos de la lectura en categorías. Puede colocar el título del libro en un círculo central en una hoja de papel y de ahí desprender el resto de los conceptos.
De este círculo central se desprenderán categorías amplias -que pueden anotarse en círculos separados- como el escenario, los personajes, la trama y los temas. Será mejor agregar detalles a las categorías, usando líneas y pequeñas burbujas o círculos extra por cada pieza de información.
Los mapas mentales como éstos suelen funcionar como un esquema gráfico para elaborar todo un resumen.
Para empezar a resumir el texto, el alumno puede comenzar con una introducción clara. Los estudiantes de secundaria deben articular lo que cubrirá su resumen y escribir oraciones breves sobre el tema principal (de qué trata) y la trama (qué sucede). Muchas veces, las introducciones son de uno o dos párrafos.
4. Elegir las palabras con cuidado
El alumno debe desarrollar el cuerpo de sus resúmenes al responder estas preguntas en el texto: quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo. Pueden usar las categorías principales en sus mapas mentales para responder estas preguntas; el objetivo es que logren sintetizar los detalles más importantes.
Compártele el siguiente ejercicio mental:
Imagina que cada palabra del resumen cuesta dinero, como en un telegrama o un anuncio clasificado. Elige con cuidado las palabras para mantener el precio bajo; por ejemplo, en la introducción cada palabra cuesta 10 pesos y sólo puede gastarse un máximo de 600 pesos (es decir, de 60 palabras).
Esta actividad lo animará a condensar el material, evitar la palabrería y centrarse en los conceptos clave.
5. Incluir una breve conclusión
Aconseja al alumno que incluya una breve conclusión para que los lectores puedan comprender el propósito del libro o artículo. En la conclusión, de no más de dos párrafos, debe estar contenido cuál fue la principal intención del autor al escribir el texto; es decir, con qué quería que se quedaran los lectores.
En realidad, escribir un resumen no tiene por qué ser algo tan complicado, lo más importante es que se preste atención a los puntos fundamentales del texto y no a los detalles irrelevantes.
Además, los resúmenes son instrumentos ideales para que los alumnos pongan en práctica su comprensión lectora y sepan cómo ignorar las partes y aspectos del texto menos relevantes, que son la mayoría.
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