Durante la secundaria los jóvenes suelen involucrarse en más actividades académicas y extracurriculares que en la primaria, momento oportuno para que aprendan a organizar mejor su tiempo.
Incluso los estudiantes más responsables que siempre parecen tener las cosas bajo control a menudo olvidan detalles importantes, extravían cosas y pierden el tiempo cuando llegan a esta etapa de sus vidas, todo lo cual puede conducir fácilmente al caos en el hogar y al estrés.
Los adolescentes de secundaria están en un período trabajoso de crecimiento porque la región ejecutiva de su cerebro aún se encuentra en vías de desarrollo. Al mismo tiempo, su mundo académico y social les exige mucho más. Así que no es de extrañar que parezcan dispersos y sean un tanto desordenados.
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Recordar que ese comportamiento tiene su fundamento en un motivo real y válido puede ayudar a los padres mostrarse más pacientes. La paciencia hará que le resulte más fácil enseñarles habilidades de gestión del tiempo que puedan garantizar su éxito futuro.
A su vez, los jóvenes con habilidades efectivas para organizar el tiempo tornarán su hogar en un lugar más pacífico. Estas son algunas maneras de enseñarles a los adolescentes cómo organizar su tiempo de una forma más eficaz sin recurrir a quejas de más.
Hacerlo y terminar pronto. Alienta a tu hijo a hacer la tarea temprano, preferiblemente al regresar de la escuela. A la larga, eso es mucho más práctico que tener que sacarlo de su conversación de texto o desconectarlo de su videojuego favorito y luego tratar de que se concentre en el trabajo escolar.
Puedes ofrecer incentivos hasta que se convierta en hábito. Por ejemplo, todos los viernes después de la escuela, prométele un pequeño obsequio si logró completar la tarea todos los días después de la escuela. Después de cierto tiempo, elimina gradualmente la recompensa y tu hijo ya podrá hacerlo en automático.
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Dejar que las listas sean tu voz. Usa listas para especificarle a tu hijo las tareas rutinarias que debe completar. Puede tener una "Lista de alistar para mañana" y una "Lista para después de la escuela".
Las listas contribuyen a reducir las indicaciones continuas tan molestas para los adolescentes porque todo lo que se tiene que decir es "Comienza con tu lista ahora" y "¿Ya hiciste todo en la lista?"
El uso de listas así hará menos complicada tu vida, y tu hijo se sentirá menos presionado, además de que fomentarás su independencia. Si permites que estas listas integren su rutina, eventualmente quedarán grabadas en su cerebro y no será necesario recordatorio físico alguno.
Enseñar el poder de la palabra escrita. Puede ser una aplicación en su teléfono, una libreta pequeña o tal vez una agenda escolar. Independientemente de la forma que tu adolescente prefiera, al animarlo a escribir todas sus "tareas pendientes" evitarás que las cosas se le olviden y minimizarás su desorden mental.
Aunado a esto, muéstrale cómo usar un calendario para registrar las fechas de entrega.
Dividirlo en partes más pequeñas. Los proyectos escolares que involucran varios pasos y no pueden completarse en una sola noche son tareas comunes a esta edad. La mayoría de los adolescentes de secundaria no tienen ni idea de cómo abordarlos sin sentir un gran susto la noche antes de la fecha límite.
Enséñale a tu hijo a dividir los proyectos en partes más pequeñas. Primero, pídele que enumere los materiales que necesitará y hagan un plan para conseguir los artículos. Luego ayúdalo a estimar cuánto tiempo le llevará cada parte.
Pídele que establezca plazos en un calendario para completar cada una. Prepárate para sentarte con él y guiarlo varias veces a través del proceso. Eventualmente será capaz de hacerlo sin tu ayuda.
Dejar que el teléfono cumpla la función de recordar. Este es uno de los momentos en los que podemos agradecer las diversas facetas de la tecnología. Los adolescentes pueden programar recordatorios en los calendarios de sus teléfonos.
Entonces, mientras tu hijo aprende a hacer listas y dividir sus tareas, podrá programar alarmas para que suenen y le recuerden las tareas pendientes en su lista.
Priorizar actividades. Enséñale a tu hijo a priorizar las cosas que necesita hacer. A menudo, los adolescentes se sienten tan abrumados que no saben en qué trabajar primero y se congelan en la inacción. Revisar sus tareas con él y cuándo debe entregarlas y decidir qué hacer primero puede reducir su estrés.
Organizar el espacio. Gastar veinte minutos buscando una hoja de cálculo de matemáticas suele ser increíblemente frustrante y es una gran pérdida de tiempo. Para ello es imprescindible que tu hijo cuente con espacios fijos para guardar los materiales, tareas, libros y cuadernos de cada materia en un lugar específico.
¡Ten en cuenta que cualquier esfuerzo que emplees ahora para ayudar a tu hijo adolescente a aprender habilidades para que organice mejor el tiempo te dará menos estrés y más tiempo para la familia durante los meses y años venideros!
En el Colegio Greenland estamos conscientes de que la secundaria es una etapa de cambio para nuestros alumnos y promovemos varias habilidades académicas y competencias para la vida en ellos que les servirán en la posteridad.
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