“Ser uno con la vida significa ser uno con el ahora. Entonces nos damos cuenta de que no vivimos la vida, sino que ésta nos vive. La vida es la bailarina y nosotros somos la danza.” - Eckhart Tolle
La relación entre la danza y el ser humano ha estado presente desde tiempos inmemoriales, dado que ha sido una expresión cultural, social y personal que ha trascendido fronteras y conectado a las personas a un nivel más profundo en todo el mundo.
En el caso de los niños de preescolar, es una forma de manifestación artística, pero también un recurso lúdico invaluable que contribuye al desarrollo integral de sus capacidades.
A continuación, exploraremos los principales beneficios que brinda la enseñanza de la danza a los niños de preescolar:
Capacidad visoespacial
El baile fomenta la capacidad visoespacial al exigir que los niños sincronicen sus movimientos en un área determinada. Este estímulo temprano contribuye a una mejor percepción del espacio y una mayor conciencia corporal.
Coordinación
El baile es una actividad que requiere precisión y coordinación. Al aprender secuencias de movimientos y ritmos, los niños fortalecen sus facultades motoras finas y gruesas, lo cual se traduce en una optimización general de la destreza física.
Comunicación y sociabilidad
Proporciona un momento propicio para la interacción social. Los niños aprenden a trabajar en equipo al seguir instrucciones y sincronizarse con los demás.
Este componente social de las clases de danza es esencial para el desenvolvimiento de habilidades sociales y la construcción de relaciones positivas.
Expresión emocional
A través del movimiento, los niños aprenden a identificar, gestionar y comunicar sus emociones.
Este aspecto del baile promueve la inteligencia emocional desde una edad temprana, lo que provee a los niños de herramientas para comprender y manejar sus sentimientos.
Gusto estético y creatividad
Estimula el gusto estético al introducir a los niños en el mundo artístico. Desde temprana edad, los pequeños cultivan un aprecio por la belleza del movimiento y la música.
Además, fomenta la creatividad al permitir que los niños exploren su imaginación e implementen coreografías propias.
Cognición
La memorización de secuencias de movimientos y la interpretación de la música activan el aprendizaje en el cerebro al fortalecer la memoria y la concentración.
En conclusión, las clases de danza para niños de preescolar van más allá de la mera recreación; son un medio para potenciar las capacidades humanas en todas sus dimensiones.
La inclusión de esta y otras artes en el currículo escolar se presenta como una necesidad imperante para garantizar la formación holística de los alumnos de preescolar.
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