Las habilidades cognitivas son las herramientas mentales que utilizamos para procesar, almacenar y aplicar información. En los niños, estas capacidades son fundamentales para el aprendizaje, ya que influyen en cómo adquieren conocimiento, razonan y resuelven problemas.
Aunque estas tienen una base biológica, pueden desarrollarse con estímulos adecuados. Sin embargo, para potenciarlas, es esencial que quienes educan o cuidan a los niños las comprendan a fondo e implementen estrategias efectivas para impulsarlas. 
A continuación, exploraremos 8 habilidades cognitivas clave y ejemplos prácticos que te permitirán identificarlas y fomentarlas.
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Atención sostenida
Emplearla conlleva mantener el enfoque en una tarea durante un periodo prolongado. Es crucial para completar actividades sin distracciones.
Cuando un niño dibuja un paisaje por más de 15 minutos sin dejarse distraer por su entorno o por sus ideas internas, está utilizando su atención sostenida.
Ayúdale a tu hijo mejorar esta habilidad con retos de tiempo para completar actividades específicas.
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Memoria de trabajo
Permite retener y manipular información a corto plazo para realizar tareas complejas.
Un ejemplo es cuando los niños deben tomar dictados y, en vez de anotar palabra por palabra, recuerdan, procesan y anotan las oraciones completas.
Para acrecentarla, prueba recurrir a juegos que impliquen recordar secuencias de números o colores.
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Procesamiento visual-espacial
Es la capacidad de comprender y organizar la información visual en el espacio.
Al armar un rompecabezas, un niño utiliza esta facultad para ubicar correctamente las piezas según su forma y sus colores.
Se recomienda trabajar con actividades en las que los chicos construyan con bloques o dibujen mapas.
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Razonamiento lógico
Permite identificar patrones, establecer relaciones, hacer inferencias y llegar a conclusiones a partir de información previa.
Observar que una planta comienza a inclinarse hacia la luz de una ventana y concluir que necesita más luz para crecer, es un razonamiento lógico.
Ponle a tu hijo acertijos, juegos de lógica y ejercicios de clasificación de objetos por características comunes para estimular su destreza lógica.
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Control inhibitorio
Consiste en resistirse a impulsos y responder de manera reflexiva en lugar de automática.
Puede verse cuando tu hijo quiere interrumpir una conversación, pero espera a que la persona termine de hablar; entonces está ejerciendo control inhibitorio.
Estrategias donde tenga que respirar profundo antes de actuar lo ayudarán a calmarse y reflexionar sobre su conducta.
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Flexibilidad cognitiva
Posibilita adaptarse a nuevos contextos o cambiar de estrategia frente a un problema.
Imagina el caso en que un niño descubra que su castillo de arena se cae si lo hace muy alto, por lo que decide cambiar el diseño.
Todos los juegos de retos y solución a problemas son benéficos para la flexibilidad cognitiva.
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Velocidad de procesamiento
Es la rapidez con la que el cerebro analiza información para responder.
Al resolver mentalmente operaciones matemáticas simples en segundos está poniendo en práctica tal habilidad.
Juegos de asociación rápida, como identificar palabras a partir de imágenes, son útiles para ejercitarla.
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Comprensión verbal
Se refiere a poder comprender y usar el lenguaje correctamente para comunicar ideas de manera oral y escrita.
Sabemos que los pequeños han logrado entender un tema si lo pueden explicar con sus propias palabras.
Por eso, pedirle a tu hijo que narre cuentos, o parafrasee algunas frases al leerlas aumentará su comprensión verbal.
Desarrollar las habilidades cognitivas en los niños favorece su rendimiento académico e impulsa su capacidad para enfrentar retos diarios con tenacidad e ingenio.
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