Todos los padres se preocupan de que sus adolescentes se involucren en consumir drogas o alcohol. Al buscar que sus hijos crezcan para ser personas felices y exitosas, lo último que desean es que desarrollen alguna adicción que pueda arruinar su vida. Las adicciones son mucho más fáciles de prevenir que de tratar.
Vale la pena conocer las situaciones más comunes en que los adolescentes experimentan con drogas y alcohol. También deben conocerse los factores de riesgo que existen y qué adolescentes pueden probar más probablemente sustancias nocivas.
Es más probable que los adolescentes consuman drogas y alcohol cuando sientan presión de grupo o dispongan de mucho tiempo libre. Esto no significa que tu hijo deba realizar actividades provechosas a cada instante. No conviene tampoco que se someta a estrés innecesario. Sin embargo, ten en cuenta los momentos de ocio para él:
El verano conlleva fiestas y mucho tiempo para que los adolescentes se relajen con amigos, principalmente al no tener que preocuparse por presiones escolares. Si no trabajan, a menudo no se ven obligados a acudir a lugares determinados durante el día. Especialmente en caso de que todos los adultos en el hogar trabajen tiempo completo, los adolescentes serán más libres de hacer lo que quieran.
Desafortunadamente, a veces esto implica que experimenten con drogas y alcohol. El aburrimiento puede causar que los adolescentes deseen probar algo que parezca nuevo y emocionante.
Considera inscribir a tus hijos en actividades de verano. Será menos probable que prueben drogas si están ocupados y participan en un programa.
Las fiestas son otro momento en que los adolescentes suelen quedarse solos con muchos amigos. Éstas son oportunidades en que la presión de grupo puede prevalecer. Si los amigos en una fiesta proponen el uso de drogas o alcohol, será posible que tu hijo adolescente no quiera sentirse excluido o mostrar miedo. También puede ser que le resulte vergonzoso partir e irse a casa.
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Algunos padres optan por evitar las fiestas por completo. Como alternativa, puedes establecer una palabra clave en mensaje de texto para que tu hijo te indique que vengas a buscarlo o para que tú le indiques que debe volver a casa.
Hazle saber a tu hijo que siempre lo recogerás, sin importar a qué hora te llame y dónde se encuentre. Incluso aunque te parezca un inconveniente en ese momento, dile que preferirías perder sueño que exponerlo a que pueda consumir drogas y alcohol.
Los niños que no llevan actividades después de clases tienen un mayor riesgo de consumir drogas y alcohol. Esto no significa que debas inscribir a tus hijos en todos los programas extracurriculares disponibles. Sin embargo, debes asegurarte de que al menos hagan toda su tarea a diario. El trabajo escolar puede representar ocupación suficiente para mantenerlos en casa y comprometidos.
Cuando tu hijo salga después de la escuela con amigos, averigua dónde pasa su tiempo y qué está haciendo. Tu adolescente también debe atenerse a límites claros.
Al saltarse tu hijo la escuela con amigos, la presión de grupo estará presente. Tu hijo adolescente tampoco te dirá cuando falte a clase, lo que significa que no sabrás dónde se halla.
Dile a tu hijo que siempre vendrás a buscarlo en cualquier situación peligrosa. En el caso de faltar a la escuela, incluso guardarás el castigo para más tarde. De esta manera, sabrá que puede confiar en ti y no tendrá demasiado miedo de meterse en problemas al solicitar tu ayuda.
No todos los adolescentes usarán drogas y alcohol en las vacaciones de verano o después del horario escolar. Entonces, ¿cómo saber si tu hijo adolescente se encuentra en riesgo? En primer lugar, debes conocerlo individualmente. En segundo lugar, debes conocer los factores comunes de riesgo:
Las drogas cuestan dinero. Si vives en un buen vecindario y le aportas a tu hijo mucho dinero, o si tiene amigos adinerados, debes saber cómo lo gastan.
La adolescencia es un momento difícil de la vida. Cuando enfrentan mucho estrés, los adolescentes se sienten más inclinados a buscar alivio al emborracharse o drogarse.
La escuela puede ser un factor de estrés. Si tu hijo adolescente se siente solo o se enfrenta a bullys todos los días, será más tentador que busque un escape.
Cuando los adolescentes sufren de depresión, ansiedad o demás problemas de salud mental, es más probable que consuman drogas y alcohol. Asegúrate de que tu hijo esté recibiendo el tratamiento adecuado para su condición.
Si tu hijo adolescente ha sufrido abusos sexuales o físicos en el pasado aumentará la probabilidad de que busque refugio en drogas y alcohol. Investiga sobre programas de tratamiento que pueden ayudar a resolver cualquier problema persistente.
Eventos que conllevan cambios bruscos son difíciles para los adolescentes. Si sientes que tu hijo tiene dificultades para hacer una transición después de un gran cambio, la terapia puede servir para que supere sus sentimientos.
En resumen: ningún padre quiere que su hijo adolescente tenga que lidiar con la adicción. Mantente atento a los factores de riesgo y ayuda a tu hijo adolescente a alejarse de situaciones perjudiciales. Cuando tu hijo adolescente sepa que deseas apoyarlo, le resultará más fácil rechazar la presión de grupo y mantenerse limpio.
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