Un propósito de vida podría considerarse como el objetivo motivador de la vida, la razón para despertarse por la mañana. Puede vincularse a la carrera, responsabilidades, amigos o familiares, espiritualidad y creencias religiosas, o bien todo lo anterior.
Esperar que los adolescentes conozcan el propósito de su vida es abrumador. Suelen sentirse presionados por fijar metas y elegir sus próximos pasos. Además, enfrentan un mercado cambiante, mayores expectativas académicas y una presión intensificada por redes sociales. Como adultos afectuosos, debemos guiarlos mientras intentan responder estas cuestiones difíciles.
Necesitamos guiar a nuestros adolescentes hacia la búsqueda de metas duraderas. Los padres no son responsables de hallar el propósito de sus adolescentes: este es "trabajo" de ellos. Pero pueden introducir opciones, brindar apoyo, ayudar a clasificar opciones y modelar una vida basada en el sentido y el propósito. Esto será un proceso a largo plazo. Considera estas sugerencias para comenzar.
A medida que los adolescentes crecen, tendemos a dar por sentado sus éxitos: creemos que sólo están cumpliendo nuestras expectativas. Nuestros adolescentes necesitan darse cuenta de cuánto nos preocupamos por ellos y cómo pueden cambiar nuestro mundo para bien. Con la confianza que conlleva saber que importan, comenzarán a descubrir su propósito en la vida.
Nuestros adolescentes no tendrán éxito en todo. Sin embargo, hay áreas en las que cada persona puede dejar una huella. Debemos desafiarlos a que presten atención a las áreas en que son buenos y disfruten. Descubre lo que los impulsa a aprender. A partir de ahí, pueden comenzar a encontrar su propósito. Si a tu hijo le encanta dibujar (o escribir poesía, leer, cocinar) y quiere mejorar, ¡alienta su pasión!
Evita preguntas como "¿Qué quieres hacer con tu vida?". En su lugar, comienza conversaciones con preguntas no intimidantes como: "¿Cuál fue un momento en que ayudaste a alguien más?" o "¿Cuáles crees que son tus mejores cualidades?" Esto puede ser útil para que los adolescentes comiencen a pensar en su propósito de vida. A veces tendrán dificultades para hallar sus puntos fuertes.
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En verdad, sus puntos fuertes pueden ser tan secundarios para ellos que ni siquiera los reconozcan como tales. Estas discusiones pueden, de hecho, motivarlos a responder la pregunta más difícil y a largo plazo, "¿Cuál es mi propósito en la vida?"
Asegúrate de explicarle a tu hijo las experiencias significativas de tu propia vida, y cómo los contratiempos que parecían desalentadores en cierto momento en realidad te condujeron a una nueva visión satisfactoria. Para cualquier propósito de vida que tengas, analiza cómo sabías que era tu vocación y cómo contribuye a tu satisfacción cotidiana. Esto puede hacer que obtengan conocimiento de tu experiencia.
Anima a los adolescentes a salir de su zona de confort y explorar el mundo que los rodea. Permíteles unirse a un club o actividad extracurricular, solicitar un trabajo parcial o explorar su comunidad local con amigos. Quizás quieran inscribirse en campamentos o recaudar fondos para cierta oportunidad, como un programa de estudios en el extranjero. Nunca sabemos qué experiencias pueden trascender.
Exhorta a los adolescentes a hacer algo significativo. Cuando experimentan satisfacción personal al realizar algo que marca la diferencia en el mundo, fortalecen sus creencias y valores personales. Esto conduce al desarrollo de su identidad y les confiere un propósito personal. También se ganarán la gratitud de los demás, y eso los incentivará a continuar obrando correctamente.
Encontrar un propósito en la vida no es un evento único para los adolescentes, es un proceso. Permita que vayan a su propio ritmo. Sé paciente si tu hijo se siente atrapado. Necesitamos permitir tiempo de inactividad para reflexionar. Demuestra que estás allí para apoyar. Esto le ofrecerá a tu hijo la seguridad propia del amor incondicional. Esta seguridad es una plataforma de lanzamiento hacia el futuro.
No olvides que los adolescentes deben mantenerse en “el asiento del conductor” durante todo este proceso. Como padre, puedes brindar orientación sobre las diferentes rutas para viajar y otras que deben evitarse, pero sólo tu hijo decidirá qué caminos tomar. Aporta opciones y permite la exploración dentro de límites seguros, y clasifica las opciones para determinar qué es lo mejor para él.
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Las actividades extraescolares son excelentes para encaminar a los adolescentes a explotar algún talento o habilidad particular en que puedan sobresalir. Entra a este enlace y conoce las diferentes actividades escolares, en distintas áreas, que le ofrecemos a tu hijo.
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