La llegada de COVID-19 a nuestro país y los esfuerzos posteriores para frenar su propagación por medio del distanciamiento social han contribuido significativamente a que personas en todo el país y en todo el mundo tengan mayor ansiedad..
Y aunque todos han respondido a las presentes circunstancias de manera diferente, los niños y adolescentes se encuentran entre aquellos que pueden ser especialmente sensibles al estrés durante esta crisis.
Es importante recordar que niños y adolescentes reaccionan a los factores estresantes en parte según el comportamiento que observan en los adultos con que conviven. Como tal, los padres y otros adultos de confianza juegan un papel clave en ayudar a que los niños se sientan seguros e informados.
A continuación, presentamos algunos consejos para padres con el fin de que apoyen a sus hijos y les den seguridad durante este momento especialmente complicado.
Los padres deben centrarse en su cuidado personal
Los padres deben procurar mantener una sensación de calma, lo que ayudará a los niños a sentirse cómodos. Si bien el cuidado personal podría parecer lo último en una lista de tareas pendientes en este momento, priorízalo.
Si ello incluye momentos rutinarios sólo para que te concentres en la respiración, te conectes con tu red de apoyo a través de un videochat o sigas una rutina de ejercicios, ¡despeja el tiempo necesario!
¡Ten en cuenta que así como tu eres experto en tu hijo, él es experto en ti! Puede percatarse de tu estrés y ansiedad con bastante facilidad, al leer las señales no verbales que transmitas (es decir, tono de voz, expresiones faciales, lenguaje corporal), escuchar tus conversaciones y observar tus acciones.
En algunas situaciones, puede ser útil que compartas tus emociones con tus hijos; solo debes hacerlo de una manera mesurada y dejar a tu hijo sintiéndose tranquilo. Este momento presenta una oportunidad para modelar y practicar habilidades de afrontamiento que te servirán para ayudar a tu hijo durante toda su vida:
Puedes emplear lo siguiente: “Me siento un poco nervioso. A veces, cuando me siento así, me resulta útil tomar respiraciones lentas y profundas para calmarme. [Toma 3 respiraciones] Así está mejor. La respiración le ayudó a mi cuerpo a calmarse. Ahora puedo ayudarte con tu trabajo escolar.”
Comunicarse y compartir datos objetivos
En este periodo, parte de ayudar a los jóvenes a sentirse seguros implica mantener una comunicación abierta para responder preguntas y compartir datos sobre el coronavirus de una manera que los hijos entiendan. A veces, sólo contar con una mejor comprensión de cierta situación puede ayudar a aliviar la ansiedad.
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Apoya a tu hijo en las discusiones relacionadas con COVID-19
Discutir preocupaciones relacionadas con COVID-19 puede ser abrumador para los adultos, sin mencionar las personas jóvenes. Este momento singular es un desafío para todos nosotros, por lo que no nos queda más remedio que permanecer incómodos debido a todas las incógnitas asociadas con esta crisis de salud.
Al tener conversaciones sobre el coronavirus, la cuarentena o cualquier factor estresante con tu hijo, es importante que: 1) sus emociones sean validadas, 2) se sientan alentados y tranquilos al saber que podrán superar esto, y 3) la familia está haciendo todo lo posible para ayudarlo.
Esta es una fórmula de cuatro pasos que pueda resultar útil, debes decir:
- “Te queremos mucho”.
- “Sabemos que esto es realmente difícil para ti” [insertar una situación de ansiedad].
- “Estamos 100% seguros de que puedes superar esto” [subconjunto del # 2 arriba].
- “Y te ayudaremos con... [inserta estrategias útiles]”.
Si bien es importante mantenerse informado y despejar tiempo para hablar sobre las preocupaciones relacionadas con el COVID-19 con los niños, es igualmente crucial limitar el tiempo que se le dedica a esto.
Si tuviéramos que ver constantemente informes de noticias sobre el coronavirus o hablar sobre la higiene en el hogar, la salud de las personas, etc., los niños (y adultos) tendrían dificultades para rehuir los factores estresantes y podrían quedarse atrapados en un círculo vicioso de ansiedad.
Como tal, puede ser de ayuda realizar algunas actividades divertidas para que los miembros de tu familia distraigan su mente y hacer que piensen en cosas diferentes a los factores que provocan tensión.
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