El arte en el nivel de educación secundaria es tan importante como lo es la formación académica y debe concedérsele la debida relevancia dentro del proceso de enseñanza.
El impacto positivo del arte en el rendimiento académico vale la pena en sí mismo. No obstante, es apenas un aspecto accesorio si consideramos a un estudiante en su totalidad. El aprendizaje de arte va más allá del éxito en el estudio: forma seres humanos exitosos.
Así, al mismo tiempo que los alumnos refuerzan las habilidades y el conocimiento necesarios para sobresalir en la universidad, es muy conveniente que reciban una enseñanza adecuada en el área artística.
A continuación, detallamos cinco beneficios del arte en la educación secundaria:
1. Mentalidad de crecimiento
A través del arte (música, pintura, danza, poesía, etc.), los estudiantes desarrollan competencias como la resiliencia, la proactividad y una mentalidad de crecimiento que contribuye a que dominen sus habilidades personales, se desempeñen bien en la escuela y puedan emprender una carrera exitosa.
Cuando los maestros fijan expectativas y objetivos claros y retroalimentan a los alumnos -al correlacionar su trabajo con los resultados-, éstos suelen verse más motivados a participar en el aprendizaje, lo que conlleva una dinámica de enseñanza mucho más sostenible.
Para que los alumnos puedan crecer y progresar de un modo significativo, tiene que existir un equilibrio entre la motivación intrínseca y la extrínseca. En las primeras etapas del aprendizaje de un arte, los estudiantes se involucran con la actividad porque les parece divertida (motivación intrínseca).
Sin embargo, este tipo de motivación les permitirá progresar sólo hasta cierto punto, y luego su desarrollo comenzará a ralentizarse, o aun a detenerse. En este momento, es labor de los maestros promover la motivación extrínseca: que puede darse a través de audiciones u otra clase de evaluaciones.
Al igual que con el impacto de la motivación intrínseca inicial, este enfoque en la participación impulsa el crecimiento y el progreso de los estudiantes. Si bien ambos tipos de motivación son útiles y productivos, una mezcla de los dos es más efectiva.
Los estudiantes, entonces, estudian o practican no sólo con base en recompensas externas, sino también por el disfrute personal o la satisfacción que ello les brinda.
2. Autoconfianza
Muchos alumnos no sienten suficiente confianza para expresar su intimidad a través del arte, pero gracias al estímulo de maestros y compañeros, muy a menudo, logran vencer su inseguridad y comenzar a hacerlo.
A la larga, la creatividad y el arte son excelentes medios para que los estudiantes adquieran más autoconfianza y posean más herramientas para elegir una trayectoria profesional, sin mencionar que en algunos de ellos hacen aflorar habilidades de liderazgo.
3. Mejora en la cognición
La investigación relaciona el aprendizaje musical durante la juventud con una mejoría en la memoria verbal, la precisión en la pronunciación de un segundo idioma, la capacidad de lectura y las funciones ejecutivas.
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Los jóvenes que estudian música emplean técnicas complejas y multifacéticas en las que combinan diversas materias (como matemáticas, historia, lenguaje y ciencia), a la par se aproximan de una manera única a la cultura.
Por ejemplo, para que un aprendiz toque de forma afinada, debe tener cierto conocimiento de las ondas sonoras y otros principios de acústica musical. Del mismo modo, para que un alumno pueda interpretar un texto de Sor Juana, debe comprender las circunstancias sociales, culturales e históricas de su época.
El arte tiene valor no sólo como campo independiente, sino como vínculo entre las demás materias, y también como un recurso idóneo para cimentar sus conceptos. Esto se aprecia en la correlación entre dibujo y geometría, o entre métrica musical y compases y conceptos matemáticos como las fracciones.
4. Comunicación
Bien podría afirmarse que la comunicación es el aspecto más crucial de la existencia. Construimos el mundo mediante la comunicación.
Los alumnos aprenden una multiplicidad de habilidades de comunicación al ahondar en el arte. Inmersos en el proceso mismo de desempeñarse en un conjunto musical, deben aprender a comunicarse a nivel verbal, físico y emocional con sus compañeros, el director y el público.
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Del mismo modo, el miembro de un elenco teatral no sólo debe comunicar la palabra hablada a la audiencia, sino también las emociones subyacentes y más intangibles del guión. El arte es un medio de expresión que transforma pensamientos y emociones en una faceta única de comunicación: el arte en sí.
5. Cultura amplia y comprensión de uno mismo
Aunque muchos puedan considerar que el valor de la educación artística se halla en cómo impacta el aprendizaje, aprender arte es en sí mismo un esfuerzo que vale mucho la pena. La cultura no es posible sin el arte.
El arte es el núcleo de nuestra identidad como seres humanos. Así, uno de los mayores regalos que pueden recibir los estudiantes, y asimismo la humanidad, es la capacidad para comprender, apreciar y, por supuesto, crear obras de arte.
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