Es importante comenzar a enseñarles a los niños las lecciones más importantes de la vida lo antes posible. Mientras más pronto los niños más pequeños empiezan a aprender habilidades, más cómodos estarán usando tales habilidades a lo largo de sus vidas.
Una de las lecciones más cruciales que los niños pueden aprender, una que continuará beneficiándolos toda su vida, es cómo trabajar con otros formando parte de un equipo.
El trabajo en equipo es relevante no sólo en la infancia, sino que también juega un papel determinante en ayudar a los niños a conseguir éxito como adultos. Los beneficios de la formación de equipos pueden tener resultados inmediatos y además les durarán toda la vida.
La lección de mayor importancia que los niños pueden aprender al trabajar juntos como equipo es saber cómo comunicarse efectivamente con los demás. Las habilidades sociales son útiles en casi todas las situaciones y pueden llevar a cualquier persona a tener éxito sin importar su carrera o situación.
Enseña a escuchar
El trabajo en equipo primero enseña a los niños a escuchar, que es el primer paso para cualquier clase de comunicación efectiva. Sin escuchar es imposible sostener un diálogo con los demás: la comunicación se vuelve unilateral y se pierde el sentido del trabajo en equipo.
Los miembros de un equipo primero tienen que escuchar a sus entrenadores para aprender a desempeñar roles individuales. Luego tienen que aprender a escucharse entre sí para funcionar como una unidad cohesiva.
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Por último, tienen que aprender a escuchar a sus oponentes. Este es un tipo diferente de escucha que implica prestar atención a las señales sociales. La capacidad para entender dichas señales es parte integral de las habilidades sociales de las que dependerán durante toda su vida.
Enseña a conversar
Una vez que los niños han aprendido a escuchar a los demás, pueden comenzar a aprender a conversar con otros individuos. Por supuesto que ya saben hablar, pero conversar implica algo distinto. Se trata de dirigirse a una audiencia, de comprender cómo comunicarse con ésta en lugar de sólo pronunciar palabras.
Si bien escuchar les enseña a los niños a respetar las ideas de los demás, la conversación les permite poner en práctica tal respeto. La forma en que las personas platican con los demás demuestra su nivel de comprensión y respeto, que es parte determinante del trabajo en equipo.
El trabajo en equipo también requiere que cada miembro del equipo pueda expresar sus propias ideas y opiniones de manera efectiva. Aprender a conversar adecuadamente con los demás es elemento esencial de esta comunicación.
El trabajo en equipo mejora la autoconfianza
Cuando los niños entienden que sus voces son respetadas y valiosas, ganan confianza en sí mismos. Saber que están siendo escuchados les da un sentido de valor propio y alienta su participación en el equipo.
Cuanto más valoradas y respetadas se sienten las personas, más se disuelven sus inseguridades. Esta disminución de inseguridades permite una mayor y más óptima comunicación, lo que da ocasión a un mejor trabajo en equipo.
Dichas ventajas pueden suscitar un ciclo autosuficiente en el que la participación en un equipo aumenta las habilidades sociales de los niños y disminuye sus inseguridades, lo que mejora su disfrute y sus contribuciones al equipo.
El trabajo en equipo promueve el éxito en la adultez
Los niños que tienen confianza en sí mismos y tienen habilidades sociales bien desarrolladas se convierten en adultos plenos, al menos con mayor probabilidad. Los adultos con estas habilidades imprescindibles son, en promedio, personas más felices y más exitosas.
Los adultos que trabajan bien como miembros de un equipo se encuentran generalmente más satisfechos con sus carreras y consideran que su trabajo es más gratificante que los adultos que no pueden llevarse bien con los demás.
Existen muy pocas carreras que no implican trabajar de cerca con al menos un pequeño grupo de personas. Cuanto mejor se comunique alguien y más efectivas sean sus habilidades sociales, más felices se sentirán como miembros de su grupo.
Los empleadores también prefieren empleados que tengan tales habilidades. Los empleados que son capaces de trabajar bien con otros se perciben como más realizados y se vuelven más productivos en sus trabajos. Por supuesto, a los empleados felices y eficientes les va mejor en una empresa, lo que genera mejores salarios, más promociones, más satisfacción y más productividad.
Una vez más, apreciamos un ciclo autosuficiente que comienza con buena comunicación y habilidades sociales. El trabajo en equipo permitirá a un niño desarrollar estas habilidades desde una edad temprana, las que continuará cultivando por el resto de su vida.
El trabajo en equipo es un elemento esencial para nuestro modelo educativo, esto lo inculcamos tanto en la parte académica como en las actividades extraescolares que ofrece el colegio, entre las que se hallan: fútbol, voleibol, basketball, tae kwon do, porras, ajedrez, orquesta, y más. Entra aquí:
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