El nivel preescolar es una etapa crucial en los niños, ya que sienta las bases para su educación futura. Durante esta edad, es fundamental fomentar el desarrollo de las competencias básicas que les permitirán adquirir conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para su crecimiento personal y académico.
Con “competencias” queremos referirnos a la capacidad y disposición de una persona para aplicar sus saberes, facultades y actitudes de manera efectiva y adecuada en situaciones específicas.
Es decir, no se limitan únicamente a poseer información y teoría, sino que ponen en práctica lo aprendido en la vida cotidiana o en la resolución de problemas.
En seguida, exploraremos algunas de estas ompetencias básicas y su importancia en preescolar:
- Lenguaje
Los niños deben poder entender y transmitir ideas y sentimientos, ampliar su vocabulario y generar destrezas de escucha y comunicación. De este modo, podrán interactuar con los demás, expresar sus necesidades y emociones, así como formar nuevos aprendizajes a través del lenguaje.
- Pensamiento lógico-matemático
Se desarrolla mediante la identificación de conceptos elementales como formas, colores, tamaños y números. Los pequeños descubren cómo reconocer y clasificar objetos, contar elementos y comprender conceptos como la cantidad, las secuencias y los patrones.
Las anteriores son las bases para el razonamiento lógico y el cultivo de facultades matemáticas más complejas en etapas posteriores de su educación.
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- Motoras
Implica tanto la coordinación motora gruesa como la fina. Es esencial para realizar movimientos coordinados, como caminar, correr, saltar y trepar. También serán útiles las habilidades motrices finas al escribir, manipular objetos y otras actividades de mayor precisión.
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- Socioemocional
Corresponde a saber cómo interactuar con los demás, entender y regular las emociones propias, así como empatizar con las de los demás, compartir, cooperar y abordar conflictos de manera pacífica.
Esto es de gran valor para establecer relaciones positivas, construir amistades, trabajar en equipo y adaptarse a diferentes situaciones sociales a lo largo de la vida. Además, promueve el bienestar emocional y contribuye a la formación de una autoimagen positiva.
- Creatividad
Alienta la imaginación y la expresión personal. Por medio del juego, la música, el arte y la expresión corporal, los niños exploran diferentes formas de expresarse y estimular su capacidad creadora, lo cual promueve, a su vez, el pensamiento flexible y abierto a nuevas ideas.
- Conocimiento del entorno
Conlleva que los niños tengan comprensión del mundo que les rodea, tanto en términos naturales como sociales. Con actividades y experiencias prácticas, los preescolares aprenden a reconocer elementos de la naturaleza, identificar animales, plantas y objetos cotidianos, así como conceptos espaciales y temporales básicos.
- Autonomía personal
Se refiere a la facultad de los infantes para ser independientes y responsables de sus acciones y decisiones. En este nivel, se incita la autonomía a través de ejercicios que empujen a la independencia en tareas cotidianas, como vestirse, comer, lavarse las manos y organizar sus pertenencias.
Con ello, los niños adquieren confianza en sí mismos, se sienten aptos de enfrentar desafíos y toman decisiones adecuadas a su edad.
Estas competencias son fundamentales para el desarrollo integral de los niños. Cada una de ellas desempeña un papel importante en su crecimiento cognitivo, emocional, social y físico.
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Es importante destacar que los estudiantes tienen ritmos de aprendizaje individuales, y es responsabilidad de los educadores y padres adaptar las actividades y brindar un entorno estimulante que les permita perfeccionar estas competencias de manera óptima.
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