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Cómo fomentar la disciplina en tu hijo durante esta cuarentena

Si tus hijos han sido exigentes y desafiantes en este momento, no estás solo. Probablemente te haya sido más difícil aún tratar de conseguir que hagan el trabajo escolar. Sin mencionar que quizá debas trabajar desde casa. Tal vez te encuentres repitiendo instrucciones una y otra vez, y termines con reprimendas y amenazas.

Pero si no abordas la fuente del comportamiento desafiante de tu hijo, no desaparecerá. Pasarás el día en ambiente de tensión creciente, sólo para explotar eventualmente.

Existe una mejor manera de encarar el problema. Y no requiere que la pandemia concluya. Puedes comenzar esto ahora, y apreciarás resultados inmediatos que durarán mucho después de la contingencia. Está es tu arma secreta: la conexión. Esa será la única forma de tener una influencia significativa sobre tu hijo.

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La única forma de detener el "mal comportamiento" es atender las necesidades y los sentimientos que alimentan tal actitud. Ello implica mucho más que imponer límites inmediatos. Pero, por supuesto, todavía necesitas establecer límites en el momento en que ocurra el mal comportamiento. Te compartimos los siguientes tips:

1. Cálmate primero

Recuerda que tu hijo está enfrentando dificultades y necesita de tu ayuda. No exageres en tus reacciones. Incluso aunque te haya mentido acerca de terminar su tarea y haya pasado tiempo, en vez, jugando en línea con amigos. Lo hecho, hecho está. Si quieres un resultado diferente mañana, más drama no te ayudará.

2. Considera qué tan importantes son ciertas medidas en particular

Puede que no importe que tus hijos empleen más tiempo del habitual frente a la pantalla, pero sí importa que no se atormenten entre sí. No te lo tomes tan a pecho si tu hijo dice "¡Te odio!". Pero es crucial que le des suficiente seguridad para que te comparta por qué necesita decir lo peor para expresar cuán infeliz se siente.

3. Piensa en qué tipo de intervención será más efectiva

El que tu intervención sea efectiva dependerá en parte de la calma que puedas mantener en un momento dado. Si no estás tranquila, tu intervención generalmente será contraproducente. No hay nada de malo en insistirles a tus hijos en que ayuden a limpiar, pero no provoques una pelea por hallarte de mal humor.

En cambio, cultiva un estado de ánimo emocionalmente generoso. Luego, fija una reunión familiar sobre el horario, procura que la limpieza sea parte de la rutina y hazla con tus hijos. Al lograr el resultado que deseas y una relación más estrecha con tus hijos, tendrás más influencia al establecer el próximo límite.

4. Conecta y empatiza antes de corregir o redirigir

Inténtalo con:

  • "Está muy pesado tener que completar el trabajo escolar en este momento, ¿no es así?"
  • "Me imagino que sentías que realmente me necesitabas en ese momento. Es difícil, pues debo estar hablando mucho por teléfono. Me pregunto si quieres asegurarte de que todavía estoy aquí para ayudarte cuando me necesites".
  • "Comprendo que te gusta jugar ese juego en línea con tus amigos. Lo sé, es difícil dejar la pantalla".

5. Establece límites

Establece límites de forma clara, tranquila y firme. Si es posible, dile a tu hijo lo que pueden hacer. 

  • "No empujen. Empujar puede lastimarlos. Los quiero mucho a ambos, y siempre hay espacio para los dos cuando les estoy leyendo".
  • "Deben terminar su tarea escolar esta mañana. Puedo ver que se sienten abrumados. Tomémonos un descanso por unos minutos para continuar con el trabajo. Creo que unos momentos de risa los ayudarán a los dos a sentirse más preparados para enfrentar la tarea". "
  • "Es hora de apagar la pantalla. Entiendo que es demasiado difícil para ti hacerlo, así que lo haré por ti. Habíamos acordado, recuerda, sobre cómo hacer para que te sea más fácil apagar la pantalla cuando es tiempo. Decide tú: ¿correr por la casa tres veces o hacer cinco lagartijas?".

6. Aborda las necesidades detrás del mal comportamiento que se repite

Si tu hijo se está burlando de su hermano, debes fijar un límite en ese momento. Pero si realmente deseas que deje de comportarse de un modo específico, deberás abordar la raíz. Tal vez tu hijo esté tratando de llamar tu atención, lo que significa que deberás intensificar tu empatía hacia él y los momentos uno a uno.  

O tal vez tu hijo simplemente esté aburrido o pasando un mal momento con sus propias emociones, en cuyo caso la mejor opción será recogerlo y decirle "¡Te has quedado sin abrazos! ¡Veamos qué podemos hacer al respecto!".

7. Mantente en contacto y receptiva a las emociones de tus hijos

Es posible que tu hijo no sea capaz de articularlo, pero siente algo de la tensión de esta pandemia. ¿Cómo podría evitarlo? La mayoría de los niños hablan sobre sus decepciones, pero no sobre sus miedos más aterradores.

Por lo tanto, la mejor estrategia disciplinaria de todas consiste en fortalecer la conexión con tu hijo y ayudarlo a superar sus emociones más problemáticas. Aquí hay algunas ideas: 

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  • Entrénate para responder con empatía a todo lo que su hijo diga o haga, incluso aunque tengas que fijar un límite.
  • Usa rutinas, que ayudarán a los niños a saber qué esperar, de modo que se sientan más seguros y menos ansiosos.
  • Haz que todas las emociones sean bienvenidas. Recuerda que detrás de la ira generalmente hay miedo o tristeza, por lo que si tu hijo está enojado, no muerdas el anzuelo. Respira hondo, mantén la calma y sugiérele a tu hijo que te cuente todo lo que le molesta.
  • Dale prioridad a pasar tiempo uno a uno con cada niño para fortalecer tu relación con ellos y ayudarlos a mostrarse abiertos contigo.
  • Enséñale a los niños a manejar sus preocupaciones, con habilidades como “detenerse, dejar ir, respirar”. Céntrense en lo que puedan controlar, en lugar de en lo que no puedan, y hagan conciencia acerca de cómo malos pensamientos conducen a malas emociones.
  • Sigue recordándote a ti misma que los niños se dan cuenta de lo que estamos sintiendo. Asume la responsabilidad de lo que irradias. Esto significa que te convendrá idear un repertorio de métodos para relajarte y lidiar con tu estrés. 

Este momento es difícil tanto para niños como para padres, lo cual implica que será un tanto natural que tu hijo se comporte mal. Esta es una oportunidad para afianzar una relación más fuerte y profunda con tu hijo, pero tendrás que llevar la educación en casa a un nivel superior si quieres ser un buen modelo a seguir.

Entra al blog del Centro Educativo ECA y encuentra una variedad de artículos sobre cómo mejorar la educación de los hijos en casa, cómo desarrollar habilidades académicas, cómo tratar a hijos adolescentes, etc. Incluimos algunos artículos relacionados con la presente contingencia. Accede aquí:

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