Como cualquiera que haya sido adolescente lo sabrá, la adolescencia es dura. Uno se encuentra tratando de descubrir quién es. Y está pasando por cambios físicos que parecen ser normales, pero son extraños para los adolescentes.
Debe lidiarse con la presión de los compañeros y posiblemente con bullying, mientras se intenta tener éxito en la escuela.
La buena noticia es que, aunque los años de la adolescencia son difíciles, hay habilidades que tu hijo puede aprender para hacer que los desafíos inevitables se vuelvan mucho más fáciles.
Aprender a enfrentar las emociones de manera saludable es una de esas habilidades. A continuación, compartimos algunas técnicas que tu hijo puede aprender a emplear si es un adolescente y está tratando de manejar mejor sus emociones.
Manejar los emociones adecuadamente es una de las habilidades más importantes que podemos aprender. Aquí puedes leer sobre estrategias valiosas para ayudar a los adolescentes a controlar sus emociones.
Incluimos un sencillo proceso de 4 pasos para manejar emociones.
Recuerda que está bien sentir emociones. Sugerimos decirte a ti mismo: "Está bien sentirse ________".
3. Expresa tus emociones. Expresar un sentimiento es la única forma de liberarlo. Por ejemplo, pueden expresarse escribiendo sobre ellos, hablando con alguien de confianza, llorando, relajándote o haciendo ejercicio. Sólo asegúrate de que cualquier actividad que elijas no te haga daño a ti ni a nadie más.
4. Elige una forma de procurarlas. "¿Qué necesitas ahora para sentirte mejor?" Por ejemplo, puede ser que necesites un abrazo, una siesta, una caminata, una ducha o apoyo moral.
Familiarizarse con las emociones
Para comprender mejor las emociones es conveniente que uno preste atención a ellas durante todo el día. Por ejemplo, en una hoja de papel, tu hijo puede registrar cómo se siente en la mañana, tarde y noche. Junto con la emoción, también debe escribir dónde la nota en su cuerpo y cómo la está expresando.
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Una vez más, es importante encontrar formas saludables de expresar los sentimientos. Presentamos una variedad de ideas útiles, que incluyen:
Después de intentar una actividad, califícala de 1 a 10 (1 es ineficaz y 10 es muy efectivo). ¿Qué tan útil resultó la actividad?
Distintas fases en nuestras vidas conllevan diferentes desafíos. Pero al equiparse con habilidades útiles, en lugar de ahogarse ante la dificultad, tu hijo aprenderá a sortear las dificultades que le sobrevengan a través de las emociones.
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